Las 4 Primeras Citas.

Capitulo O3

Kelsey  ya se estaba incomodando en la manera como la esta mirando, más cuando se le acerco y toco su cabello.

—  Estas perfecta—Sonrió— Te luciste, Karen… Mañana prometo subirte el sueldo—Le dice a su secretaria.

—  Gracias, jefe—sonrió emocionada—aunque ella no quería ir a la peluquería pero use mis tácticas y ahora mire el resultado.

—  De verdad me encanta, gracias—Dice Matt asombrado por los resultados.

—  Bueno, los dejo solos —dijo Karen dejando las bolsas en el suelo y salió del apartamento.

—  ¿Quieres beber algo?—Le ofreció Matt quien se acercaba al mini bar.

—  No, me voy a mi casa—Dice incomoda.

—  ¿Irte?—Arqueando una ceja— No creo, es mejor que te quedes aquí por las próximas 2 semanas.

—  ¿Qué? Eso no es parte del trato—Grito atónita.

—  Yo soy quien pone las reglas en este juego y quiero que te quedes conmigo—Sirviéndose un vaso de Whisky en las rocas.

—  No voy a compartir la cama contigo ¿acaso estas loco?—Asombrada mirándolo como si estuviera loco.

—  Nadie hablo de “cama”, tienes un problema muy serio señorita Kelsey— sonrió con malicia— Si somos novios, la gente tiene que saber que estamos compenetrados y nos amamos.

—  Yo no voy a vivir aquí, porque tú me caes mal en realidad te odio.

—  Del odio al amor solo hay un paso—Agarrándola por la cintura, inclinándose para besarla.

—  Si me besas juro que te doy una patada donde más te va a doler.

—  ¿Sera que corro el riesgo?—se quedo un rato pensándolo— No, mejor no— la soltó con pereza— Ya habrá otro momento para que pueda besar esos ricos labios.

—  Sabes eres un…Ni insultarte vale la pena, solo quiero dejar algo en claro que no me vendo Matt así que olvídate que voy a hacer otra de tu lista soy muy inteligente, estoy haciendo esto por mi padre que no se te olvide.

—  -Lo se, te admiro por eso esta bien,  Kelsey tu ganas esta puedes seguir viviendo en tu casa.

—  Me voy, no quiero que se me haga mas tarde.

—  Espera, mañana te quiero aquí para explicarte como son esas citas.

—  Esta bien.

—  Mi tarjeta para que me llames cuando tú quieras—Ella tomo la tarjeta, descuida y le dio la oportunidad de darle un beso cerca de la boca— Hasta mañana.

Kelsey se fue a su casa pensando más que todo en el beso fue tan maravilloso, divino e intimo. Nunca la habían besado de esa manera.

Sacudió la cabeza tratando de alejar esos pensamientos de su cabeza, ese hombre es malo e iba a meter preso a su papá sino se había pasar por su novia no podía enamorarse de alguien así, un ser completamente desalmado que no tenia el mas sentido de la misericordia.

Cuando llego, vio a su padre terminando su trago.

—Por fin llegas…—Pero se detiene cuando ve el cambio tan radical que tiene Kelsey— Hija estas preciosa ¿Qué te hiciste?

—  Fui a la peluquería, no se pensé que necesitaba un cambio.

—  Me encanta—sonrió—estaba preocupado pensé que fuiste hablar con Matt estabas muy molesta.