Las 4 Primeras Citas.

Capitulo O1.

Kelsey esta en la sala caminando de un lado otro porque no sabia donde estaba su padre desde hace horas, su hermano Christopher no ayudaba mucho a pesar que era mayor que ella, no le importaba para nada lo que pasa a su alrededor nada mas le importaba él.

—   ¿Dónde estará, Papa?—pregunto a su hermano preocupada.

—   Tu sabes muy bien donde esta, seguro apostando a los caballos con el saldo de nosotros. Tienes que dejar de preocuparte por Diego.

Christopher le tenia algo de rencor a su padre, aun pensaba que él había sido culpa de que su mamá los abandonara cuando eran niños, no soportaba verlo borracho y malgastando el dinero, así que desde hace tiempo le decía simplemente “Diego”.

Kelsey al contrario si se preocupa de su papá tenia su sangre y es su única hija, no quería verlo destruido aun tenia la esperanza que recapacitara y continuara con su vida.

—   Llamare a la policía—tomando el teléfono.

—   No seas ridícula, Kelsey seguro va a parecer por esa puerta borracho y llorando porque perdió.

—   Debes ser tan duro con él, sabes que eso que tiene es una enfermedad yo quiero que se recupere.

—   Lo que tiene Diego no se va a curar de la noche a la mañana, déjate de fantasías— Se fue a su cuarto.

Kelsey se sentó en el sofá sintiendo mas preocupada que antes, su hermano tenia razón aunque le doliera admitirlo pero no perdía nada con intentar.

Diego esta en el casino esta vez, apostando otra gran cantidad de dinero en las cartas.

—   Pero a quien tenemos aquí—dijo el dueño del casino, un hombre temerario pero justo, muchos le tenían miedo pero a la vez lo admiraban por su temple por nada es tan bueno en los negocios, en la actuación y las mujeres.

—   Oh, hola Matt—dijo pero sin molestarse a voltear.

—   Así que apostando, espero que no sea mi dinero ¿te acuerdas que me debes 200.000 dólares?—le recordó con dureza.

—   ¿200.000 dólares?— tragando saliva por la sorpresa—pensé que eran 100.000.

—   Los intereses y cada semana que pase le subiré 50.000—Mirándolo con disgustado.

—   Claro —esta vez lo miro algo asustado—pero yo pienso pagártelo con lo que voy a ganar hoy, te lo prometo.

—   ¿Me lo prometes?—riéndose secamente—De las promesas no como, Diego…Tienes 24 horas para pagarme lo que debes, es mejor que ganes. No quiero mas excusas—con mucha frialdad continúo su camino.

Matt se aleja de Diego para seguir caminando por el casino cuando de chico de seguridad se le acerca.

—   ¿Quiere que lo vigile, Jefe?—dijo uno de sus hombres.

—   Si, de hecho quiero que hagas algo—sonrió maliciosamente—has que pierda esa partida.

—   Como usted diga, Jefe.

Matt  se sentó en el gran sofá con una hermosa rubia con un vestido súper cortito que le decía cosas picantes al oído y el se reía.

Un hombre importante que odiaba a la persona que no cumplían sus palabras, Diego ese una de ellas pero para mover sus fichas tenia que ser lo que fuera, mandaría aquel borracho a la cárcel y se quedaría con su casa, su carro y todo lo que estuviera a su nombre.

Diego juraba que había ganado, pero cuando le dijeron que no fue así su mundo se derrumbo, había gastado el dinero que su hija le dio para pagar parte de su deuda a Matt ¿Y ahora como iba a salir de ese problema?