XXXVI

41.9K 4.1K 900
                                    










XXXVI. Esperanza.








"El acto más cruel y brutal es aquel que te lleva a torturar a un ser inocente de manera bestial, y todo  con la vacía excusa de buscar un alivio para aquel deseo carnal.
Parásitos, se deberían llamar."

-HEIR.









3 años y 10 meses atrás.








Los bonitos ojos esmeralda de la rubia lucían nerviosos.

¿Realmente quería hacer eso?

Anteriormente ya había estado con un chico, si, a sus 16 años -casi 17-, ya no era virgen, y no le avergonzaba que así fuera, después de todo era ella quien decidía sobre su cuerpo, y en su momento, estar con aquel chico se había sentido correcto, y si bien las cosas habían terminado con él, no se arrepentía de nada. A Sky nunca le importó ser juzgado respecto a querer conocer su cuerpo y mucho menos por satisfacer las necesidades de este mismo.

Puta, zorra, fácil.

Hay un sin fin de palabras que se usan para insultar a una mujer, las clasifican como si de un animal se tratase o una materia más del colegio. Eso molestaba a Sky. Y no, no era necesariamente feminista, ¿pero por qué tenían que llamar de esa manera a alguien que sólo quería experimentar sexualmente? Si no le hacía daño a nadie, si no se iba y se acostaba con hombres con compromisos.

No se cansaba de decir que los hombres lo tenían más fácil en ese aspecto, ellos podían acostarse con un sin fin de mujeres que eran llamados "héroes" por los de su mismo género. En cambio las mujeres se atacaban entre sí mismas, e incluso hasta los hombres se metían catalogándolas como lo que se les daba la gana. Y ni hablar de una infidelidad, porque en la mayoría de los casos, la mujer es la "resbalosa destruye relaciones".

Si a Sky realmente le hubiera importado ser catalogada con diversos sobrenombres, ya estaría en un convento escondiéndose, porque tal parece que en pleno siglo XXI se sigue viendo mal que una "señorita" hable abiertamente del sexo, ahora imagínense practicarlo. Todos eran una bola de hipócritas.

Y quizá porque ya existían miles de personas juzgando, ella se prometió a sí misma que nunca juzgaría a otra mujer solo por el hecho de tener sexo, y principalmente, nunca dejaría que los comentarios de otras personas la detuvieran de hacer algo que ella quería.

Pero de momento, ese no es el caso.

La pregunta no era sobre el poco tiempo que llevaba de conocer a Cameron, la verdadera e importante pregunta aquí era; ¿realmente quería hacerlo?

Cameron la recostó sobre aquella manta roja con pequeños cuadros blancos, comenzó a tocarla, bajando con lentitud su ropa interior color rosa pálido, exponiendo en el proceso los escasos rizos rubios de su entrepierna, claro que esto lo había hecho con su consentimiento, porque antes de siquiera recostarla le había preguntado si estaba bien que lo hiciera, y solo hasta que Sky dijo que "si" lo hizo. Pero aunque la rubia hubiese aceptado, eso no quitaba la duda de su cabeza.

Faltaban tres días para que el mes que les quedaba llegara a su fin, y para que el moreno regresara a su casa en Bélgica. Durante los días pasados Cameron fue fiel a su palabra y la había tratado como a una reina, consintiéndola como nunca lo había hecho con alguna mujer, celándola ocasionalmente y sobre todo respetándola. Eso estaba bien ¿no? Había demostrado que era un buen chico, y en cierta manera Sky sentía que le debía esto, que tenía que hacerlo, además, él le gustaba mucho, ¿por qué estaba dudando?

Esa noche, en aquel lugar privado bajo las estrellas,  Sky le dio permiso de tomar todo de ella.

Esa noche, en aquel lugar privado bajo las estrellas, Cameron probó el paraíso, de un elixir prohibido, y su subconsciente le pidió a gritos algo que no podía ser descrito.







⚔️⚜️⚔️








Llego a la cocina encontrándome a Sky sentada de espaldas, aún no me acostumbraba a su ahora corto y negro cabello, para mi siempre seria mi rubia amiga.

Me acerco en silencio a ella, abrazándola por la espalda haciendo que se sobresalté, me río quitando mis brazos de su alrededor.

—¡Dios! ¡Me vas a matar de un susto! —Exclama llevándose una mano a su pecho mostrando exageración.

—Que dramática eres. —Digo rodando los ojos antes de sentarme junto a ella.

Mi nana nos mira con diversión antes de ofrecernos algo de comer, Sky dice que no quiere nada, y yo también rechazo la oferta, aún me sentía satisfecha del desayuno que había compartido con Shawn.

—¿Ya estás en tu cuarto mes, verdad? —Sky pregunta, a lo que respondo en afirmación.

—Así es. —Contesto sonriéndole.

—¡¿ES LO QUE CREO QUE ES?! —Mi amiga grita desconcertándome.

—¿De qué hablas? —Pregunto sin comprender.

—¡THEA HALLETT! ¿TE COMPROMETISTE Y NO ME AVISASTE? ¿DONDE QUEDÓ LA AMISTAD? —Sus manos toman mi mano izquierda, acercándola a su rostro para ver la joya.

—Yo te hubiese ido a avisar si no te hubieras puesto en plan de no querer ver a nadie, así que no me culpes. —Respondo pero ella no dice nada al estar entretenida viendo el anillo. —Por cierto, ¿viniste a quedarte? —Cuestiono y solo entonces vuelve a mirarme dejando de sostener mi mano.

—De eso quería hablarte, ¿vamos al jardín? —Me pide y yo asiento, sintiendo mi corazón acelerarse a la espera de malas noticias, y es que la manera en la que su semblante cambió, no podía esperar algo bueno.

Ambas salimos de la cocina, lo hacemos en total silencio recorriendo los pasillos que nos llevarían hasta la salida que daba al jardín.

Nos sentamos donde normalmente Shawn y yo desayunamos, espero a que Sky diga algo, pero al ver que no lo hace decido ser yo quien rompa el silencio.

—Entonces... ¿ya no piensas regresar a trabajar al castillo? —Cuestiono.

Sky me mira, abre y cierra su boca, claramente sin saber exactamente que decir, hasta qué encuentra las palabras que necesitaba. —Me voy a ir del país Thea. —Dice, y trato de tragarme el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta.

—¿De vacaciones? —Pregunto con esperanza.

—No, me voy para siempre. —Responde, las lágrimas amenazan con salir.

—¿Te vas con Niall? —Continuó teniendo esperanza, porque de ser así, no me dolería tanto.

—No Thea, no me voy con Niall, me voy a Australia. —Y cuando lo dice, finalmente dejo de retener las lágrimas.

—Pero ¿por qué? —Digo con la voz entrecortada.

—Yo... yo creí que ya lo había superado, creí que había dejado todo eso atrás, pero tal parece que todo ese año yendo al psicólogo no sirvió de nada. Él me rompió Thea, y ahora me ha vuelto a buscar, si me quedo me va a volver a destruir, y no puedo permitirlo Thea, esta vez no lo soportaría. Si me quedo Cameron me va a matar. —El miedo es palpable en su voz, su llanto se une al mío, y yo solo quiero matar a ese infeliz que tanto daño le hizo.

—Podemos hacer algo Sky, puedo hablar con Shawn y... —Ella niega.

—Tú mejor que nadie debería saber que no podemos hacer nada contra un rey.






Hola, hola. Si la historia de Shea no me mata, la de Sky va a terminar haciéndolo, cada vez que escribo un poco sobre ella termino en un llanto incontrolable. Creo que ya llegó el momento de contar un poco de lo mucho qué pasó mi pobre Sky. Hasta aquí el mini maratón. ⚡️

Por cierto, ya no le veo mucho futuro a HEIR.

H E I R   |S.M.|   #2Where stories live. Discover now