H E I R |S.M.| #2

XII (2)

XII. "Si".

Deslizo dos de mis dedos en su interior escuchándola gemir audiblemente.

Está tan mojada que mis dedos resbalan en su centro con facilidad, Thea aprieta sus muslos pero con mi otra mano separo sus piernas acomodándome en medio de estas.

-Vamos a mi habitación. -Sugiere pero yo niego sumergiendo mis dedos lo más profundo que puedo arrancando otro sonoro gemido de sus bonitos labios.

-No Thea, yo te la quiero meter aquí, sobre este comedor.

Sus padres se habían marchado de su casa a Inglaterra hace un par de horas, por lo que no me preocupaba que fueran a interrumpirnos, tenía a Thea finalmente para mi solo.

Mi castaña tiembla ante mis palabras, ante mi toque, ante mi. Y eso hace que quiera bajarme ya mismo los pantalones y penetrarla de una sola vez.

-Mis padres... me van a... matar. -Le cuesta hablar correctamente debido a mis movimientos en ella, y no puedo evitar sonreír de lado.

-Se te olvida que al único al que le debes explicaciones es a mi, no a tus padres, no a nadie más, sólo a tu rey, porque eres mía.

Mi castaña asiente llevando sus pequeñas y torpes manos al broche de mi pantalón batallando un poco al desabrocharlo, cuando lo logra mete su mano derecha acariciando mi erección sobre la tela del bóxer y jadeo empujando mi cadera buscando sentir más. Dejo de tocarla centrándome en las caricias que me está dando, me tiene jadeando ante un simple toque, y estoy seguro que si sigue haciéndolo voy a terminar viniéndome en mi bóxer.

Miro su mano moviéndose sobre mi miembro, apoyo mis manos en la orilla de la mesa donde Thea se encuentra sentada, me reclino y entreabro mi boca comenzando a maldecir.

-Y a ti se te olvida que si yo soy tuya, entonces tú eres mío. -Asiento levantando mi mirada encontrándome con sus hermosos ojos azules.

-Y si yo soy tu rey, entonces tú eres mi reina. -Mi castaña se para en seco mirándome atentamente y antes de que yo pueda detenerme a mi mismo lo digo; -Cásate conmigo, Thea.

Culpo a la debilidad del momento, pero aún así mi corazón parece latir a un ritmo bastante fuera de lo común, ambos guardamos silencio limitándonos a mirarnos a los ojos. Thea no respondió, en su lugar atrapó mis labios besándolos con necesidad y yo le correspondí de la misma manera.

Mi castaña bajó mis bóxers con rapidez y sin perder más tiempo me hundí en ella con urgencia, con desesperación de sentirla y hacerla mía como quise hacerlo desde el principio.

Thea gime mi nombre una y otra vez, pidiendo así mismo por más, y cada vez que lo hace me desarma completamente.

Bajo a su cuello besándolo antes de morder un poco de piel a la vez que siento como enreda sus piernas en mi cadera apretándome más contra ella.

No creo poder aguantar por más tiempo, acelero mis movimientos y Thea se tensa antes de obtener su orgasmo casi al mismo tiempo que yo obtengo el mío dejándome venir en su interior como siempre lo hacía.

Realmente esperaba que un bebé ya estuviera desarrollándose dentro de ella.

Salgo de su interior sin alejarme de ella, trato de normalizar mi respiración justo al igual que Thea, rozo su nariz con la mía en una muestra de cariño antes de atreverme a hacerle la pregunta.

-¿Eso fue un si? -Pregunto en un susurro, como si eso lograra aterrarme menos al formularla.

Thea pasa sus brazos alrededor de mi cuello buscando tenerme más cerca de lo que ya me tiene, y entonces mi castaña sonríe.

-Si Shawn, eso fue un si.

Y la volví a besar.

⚔️⚜️⚔️

Thea terminó de empacar las cosas que se llevaría, aún cuando le dije que yo le compraría todo lo que ella quisiera -omitiendo el dato de que ya le había comprado un sin fin de cosas que aguardaban por ella en mi habitación, junto a mis cosas.-, al finalizar, la traje conmigo de regreso al castillo.

Durante el trayecto en auto la senté en mi regazo y no dejé de tocarla ni de besarla. Thea estaba regresando como mi futura reina, y eso era algo que todavía no me creía.

¿En qué estaba pensando?

No era arrepentimiento, era más bien curiosidad de saber que era lo que me había llevado a pedirle que se casara conmigo, y que ella aceptara.

En cuanto el vehículo se detiene, Thea no hace el intento de bajarse, mi ceño se frunce, y observo cómo juega con sus dedos.

-¿Qué pasa? -Cuestiono y ella lentamente sube su mirada hasta llegar a la mía.

-No sé que le voy a decir a mi nana, o a Sky, ¿que se supone que van a pensar todos de mi?

-No les tienes que decir nada, no le debes explicaciones a nadie. -Respondo con firmeza.

-¿Puedo entrar por la puerta trasera? -Pregunta y eso logra que me moleste.

-No Thea, no puedes, tienes que entrar junto a mi, tienes que permanecer a mi lado, ¿cual es el punto de casarnos de no ser así? Si te dejo entrar por la puerta trasera entonces mejor te vuelvo a dejar como mi empleada a la que me follo y nada más.

Sé que he arruinado todo en cuanto su rostro se descompone, y en un abrir y cerrar de ojos Thea se baja del auto azotando la puerta en mi cara.

Maldigo abriendo la puerta empleando excesiva fuerza al cerrarla. Veo su cuerpo alejarse con paso apresurado en dirección a la parte trasera del castillo, la sigo dispuesto a echarla sobre mi hombro y llevarla a nuestra habitación para enseñarle que a mi no me podía hacer esos berrinches.

Pero entonces me detengo, aquí el rey era yo, y como rey no tenía que andar persiguiendo a una mujer que se echaba a correr esperando que la detuviera.

Giro sobre mi eje, regresando a los escalones que daban a la entrada principal del castillo, al entrar veo a Enzo que después de hacer una reverencia frunce ligeramente su ceja al notar que Thea no venía conmigo.

-En cuanto ponga un pie dentro del castillo avísame, estaré en mi despacho. -Le ordeno y él asiente.

-Como ordene, su majestad. -Y con eso se retira.

Voy directamente a mi despacho, esperando a que Thea se digne a aparecer.

Pero los minutos pasaron, y ella nunca apreció.

Hola, hola. ¡Pero que capítulo! Justo cuando celebro que todo está bien entre Shea, algo pasa y lo arruina, maldita escritora que nos hace sufrir. Like y le partimos la cara, ah, no, eso no, haha. ¿Ya vieron mi nueva fic Shiall? Ese era un proyecto que había tenido en mente desde el año pasado, pero no me había animado a compartirlo, hasta ahora. Si shippean Shiall con su alma tanto como yo y quieren leer pecados hermosos, bueno, esa es su historia. Los amo. ⚡️