ocho

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    -Tienen suerte- dijo Calum reprimiendo una risa después de haber escuchado toda la historia
-Compramos más comida- Replicó y nos entregó dos bolsas de papel.

-Lo lamento chicos- no sé en qué estaba pensando, les repondré los gastos.

-Tú tranquila, sabemos que todo es culpa de Lucas, siempre- dijo Michael y me abrazó acariciando mi cabello.

Bromeamos todos un rato y decidimos sentarnos a comer en la acera de la calle y al terminar, subimos a los respectivos autos para regresar a casa.

-¿Quieres poner música?- Luke se acomodó en su asiento al entrar al auto.

-"Lo que tú desees"- dije haciendo una mala imitación de su voz en el momento con Jessica.

Comezó a reírse y sacó algo del bolsillo de su chamarra de cuero negra. Me entregó su móvil. Lo miré extrañada y lo desbloquee. De pronto, una notificación de mensaje entró.

Arzaylea: Te extraño. Necesito verte.

Ignoré el mensaje que probablemente era de alguna de sus conquistas, o de su novia, si es que eso era posible.
Entré a la aplicación de música y vagué un rato por sus listas indecisa. Al final decidí poner Crazy de Aerosmith.

"Come here, baby"

La melodía comenzó a sonar y ambos cantamos entre carcajadas y a todo pulmón con micrófonos imaginarios.

-...It kinda gets like feelin' bad looks good, yeah, that kinda lovin' sends a man right to his grave...

De pronto mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón, Taylor estaba llamándome... me había olvidado por completo de ella y Madison.

Rápidamente bajé el volumen.

    -I go cra... ¡Oye!

Deslicé mi dedo sobre la pantalla para contestar.

    -Shhhh- puse mi mano sobre la boca de Luke en un intento por callarlo. Inmediatamente la quitó y me miró mal.

    -¿Hola?

    -Hola, oye ¿dónde están todos? ¿No has visto los mil mensajes que te mandé?

    -Mmm... decidimos salir a comer para matar el tiempo en lo que ustedes terminaban, he olvidado avisarles, lo siento- dije y me mordí el labio, ni siquiera me había dado por revisar el celular

   -¡No importa! La verdad Madison estaba molesta, lo de siempre, pero pedimos sushi a domicilio y se calmó, además descubrí el spa... adivina qué, ¡hay una increíble cabina aromática de lavanda! y tienes que probarla.

   -Suena bien- dije en un bostezo mientras jugaba con mi cabello- De hecho ya estamos cerca. Llegaremos en unos diez minutos.

-Esta bien, aquí los vemos.

Me despedí y al colgar el teléfono una sensación de extrañeza me invadió. Esta tarde había sido tan diferente a lo que estoy acostumbrada, maquillaje, ropa, citas y esta llamada me lo había recordado...

-¿Cabinas de lavanda?- Luke interrumpió mis pensamientos.

-¿Sabías que existe algo llamado privacidad?- dije sarcásticamente- y consiste en no escuchar conversaciones ajenas.

-Quitaste la música por tu llamada, además estoy a medio metro de ti ¿Supones que no escucharía eso?- enarcó una ceja riendo y le devolvió el volumen a la canción que ya estaba a punto de terminar.

   -Eres muy fastidioso- contesté simulando enojo.

Sé que al principio Luke parecía un completo dolor de trasero, pero en realidad era agradable, en cierto modo.

Minutos mas tarde llegamos a casa y me dirigí a mi habitación. Me puse pijama, me desmaquillé y por último lavé mi cara y mis dientes.
Se suponía que después de eso iría con los demás, sin embargo lo único que me apetecía en ese momento era ir directo a mi cama. Y eso hice. Rápidamente el sueño me invadió y no supe más. Ni siquiera de la "increíble" cabina en el spa.

Talk fast «l.h»Where stories live. Discover now