cuatro

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Después de la charla con los chicos y del extraño encuentro con Luke, decidimos ir a elegir alguna habitación que estuviera disponible.

     —Dios mío, ¿lo viste?— preguntó Taylor asombrada mientras subíamos las escaleras.

—¿A quién?— pregunté, sabiendo que hablaba de Luke.

—Al señor sexy— Taylor abrió la puerta de una recámara.

— No es mi tipo— arrugué la nariz.

—Eso no le quita lo sexy— dijo pícara y tiró sus cosas en la cama.

Sinceramente Taylor estaba en lo cierto, es irresistiblemente atractivo. Sin embargo, no pretendía involucrarme con nadie. Y mucho menos con alguien como él; que lucía como un chico con aires de realeza, que cree que todos mueren por él y obtiene todo lo que quiere. Siempre.

Vaya, Luke resultó ser todo un cliché.

    —Como sea, iré a buscar mi habitación— dije.

    —Sí, yo iré a buscar a Madison.

Vagué por el largo corredor buscando mi estancia. Al llegar al fondo, encontré una habitación vacía y entré.

Era grande, con mucha luz, el piso era de madera clara, había una cama matrimonial al centro y muchas decoraciones con plantas.
También las paredes eran ventanales enormes que dejaban ver el mar y el cielo azul. Afuera había una terraza con un jacuzzi y sillones. 

   —Que aburrido, nuestras habitaciones son iguales, creí que Zack había redecorado— se quejó Madison irrumpiendo en la recámara mientras bebía una botella de agua.

    —¡La encontré!— dijo Taylor detrás de ella.

    —Nunca nos mencionaste que habrían otras personas en la casa— me quejé al verla entrar.

Madison dió un largo suspiro y se dejó caer en mi cama.

—No es para tanto— dijo Madison.

    —Sí, sí lo es. Creí que estaríamos solas este verano.

    —¿Y crees que yo no?- rápidamente Madison se levantó de la cama— ¿¡______ por qué no puedes dejar de quejarte un segundo?! ¡Ellos cancelaron un viaje para quedarse con nosotras!

Me mordí el labio. Iba a contestarle que no importaba porque para mí eran desconocidos, que estaba harta de sus decisiones espontáneas, que lo único que quería este verano era estar con mis mejores amigas lejos de todo. Iba decir tantas cosas pero antes de eso Taylor intervino.

   —Estoy segura que todos nos llevaremos bien— nos miró con una sonrisa que intentaba liberar tensión.

La verdad era que ellos habían sido muy amables conmigo y claramente no eran culpables de nada.
Respiré hondo.

   —Sí, parecen... muy agradables— me  limité a decir.

Taylor nos dió una mirada triste y se acercó para abrazarnos.

—Bueno, si vamos a estar conviviendo mucho tiempo con ellos,  deberíamos empezar a  acostumbrarnos, ¿vamos con ellos?

Talk fast «l.h»Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin