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El reencuentro.
ARIA.
Peiné mi cabello por última vez y me miré nuevamente al espejo.
-Ya eres estupenda, no necesitas arreglarte tanto. -Shawn habló detrás de mi, estaba acostado en mi cama.
-Es que estoy nerviosa.
-Todo saldrá bien. -levantó sus pulgares. -¿y a que hora llega el abandona hogares?
Lo miré negado divertida. Desde que supo sobre el regreso de mi padre no ha dejado de ponerle apodos. El de verdad está molesto. Y mi madre también lo está, aunque lo niegue.
-Si ya tardó nueve años en regresar unos minutos no es nada. -mi madre apoyó a Shawn, ella también estaba acostada en la cama comiendo cheetos. -Te ves hermosa hija.
-No se porque lo haces. Si mi padre lo hubiese hecho, jamás volvería a saber de mi.
-No lo hago por él. Lo hago por mi, finalmente es mi padre y aunque quisiera no puedo odiarlo. -suspiré.
-Eres grande Aria. -Shawn aplaudió.
-Mándalo al diablo por mi. -mi mamá metió cheetos a su boca, le dio un golpe a la mano de Shawn al intentar quitarle cheetos.
La puerta de un auto cerrarse de escucho, me asomé por la ventana y efectivamente, un auto azul marino estaba aparcado frente mi casa. Un hombre que obviamente era mi padre bajó de este. Vestía un traje azul, mi corazón de aceleró y mis nervios aumentaron.
El timbre de la casa resonó, miré a mi madre quién rodó los ojos, dejando su bolsa de cheetos en la cama para bajar a abrir. Shawn aprovechó y se llevó unos a la boca. Se levantó tendiéndome su mano, entrelacé mis dedos con los suyos, me dio un ligero apretón y bajamos.
-Támara. -era la voz de mi padre. -Cuanto tiempo...
-Desde la vez que nos abandonaste, sí, ha pasado un tiempo. No eres bienvenido en mi casa pero mi hija quiere verte por alguna extraña razón. Así que, como sea, pasa.
Shawn miraba divertido la escena de mi madre cruzada de brazos mirando molesta a mi padre y a mi padre confundido por la actitud de ella.
-Papá.-murmuré.
-Aria, hija. -sonrió a medias. -Estas, estas muy grande.
-¿Y que esperabas? Han pasado nueve años. Creció excelentemente sin tu ayuda, claro.
-Mamá. -advertí divertida. Ella jamás iba a perdonarlo.
-¿Tu...tuviste otro hijo?
-No. -dijo mi madre. -Pero me dijeron que tu no perdiste el tiempo para hacerlos, ¿si te quedaste con ellos o los abandonaste también?
-Jamás vas a perdonarme ¿cierto?
-¿Qué comes que adivinas?-mi madre era muy resentida. -No es mi hijo, se Shawn.
-Oh, el diablillo de enfrente. -mi papá sonrió recordando. -Creí que serías un vago pero...veo que te ves decente.
-Y nosotras creímos que serias un buen padre, y ya ves. -defendió a Shawn.
Sí, no te metas con el yerno de mi madre.
-Shawn es mi novio. -hablé.
-Mucho gusto, señor. -se dieron un apretón de manos.
-Me alegro hija. -sonrió hacia mi. -¿Nos vamos?
Asentí. Me volteé para despedirme de mi madre, no sin antes decirle que la amaba, ya que el tema de salir con mi padre después de lo que nos hizo la tenía nerviosa y muy molesta.
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𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 | s.m
Fanfiction"-¡Apaga la maldita canción, Mendes!-grité desde mi ventana. Acto seguido, mi vecino subió más el volumen de la dicha canción. No me molestaba en lo absoluto la canción, el problema era que mi vecino tiene el gusto de escuchar canciones ¡a las 2...
