𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 | s.m

21.-Ebria.

Ebria.

[Un mes después]

De acuerdo.

No sé como llegué a este punto y realmente no encuentro una explicación.

Y sé los explicaré:

Desde aquel día en el que la lluvia me mojó, tuve un severo caso de gripa. No dejaba de estornudar. Mi madre cuidó de mi los siguientes tres días que estuve en casa.

Mi trimestre en la Universidad estaba por terminar, una semana para ser exacta. Así que estaba lista para otro mes de vacaciones.

Douglas me hablaba por skype los sábados.

Y Shawn.

No había salido de nuevo con él desde la última vez que fuimos atrapados por la lluvia en una parada de autobús. En cierto punto me molestaba que no viniera y me hiciera compañía. ¿Cómo se supone que deba intentar algo con él sino pone de su parte?

Y con esa frustración me iba a la cama todos los días.

Hasta hoy.

Decidí hablar con él.

Y no de la manera que hubiera querido, hice lo más estúpido en mi vida.

Beber.

¿Y como terminé bebiendo?

Mis compañeros de clase decidieron festejar que pasamos los últimos exámenes y no me negué. Y así yo, Aria P. Dawson terminé borracha y frente a la casa de Shawn.

Tocando su puerta.

Por favor que no abra.

Y abrió.

-Aria. -saludó.

-Miserable cucarachaaaaa. -arrastré las palabras.

Shawn frunció el ceño y me tomó entre sus brazos al ver que no tenía tanto equilibrio.

-¿Estás bien?

-Bieeeen. -canturreé. -No...no to-queesss, Shhh. -lo alejé.

-Aria. -rió. -¿Bebiste?

Me acerqué a él, pero no llegaba a su oreja. Porque el era una maldita jirafa y yo un enano. Le pedí con señas que bajara su cabeza para poder susurrarle en el oído.

-Tal vez.-reí. -Oye ¿porque eres tan alto?

Shawn negó riendo y me arrastró hasta su habitación.

-oye, oye...no me voy a acostar contigo.

-No pretendo que lo hagas.

-No podrás conmigo, tigre. -me tiré en la cama. -Tu pequeño pene no...

Shawn se estaba riendo. -Aria, basta.

-Oye...

-¿Si?

-Ven. -pedí. -Ven...-el estaba parado frente a mi. -Que vengas te digo.

Se tiró a mi lado, me moví y me subí sobre su regazo, coloqué mis manos a los lados de su cabeza.

-No me violes. -pidió.

Eructé en su cara. -Upsi. -llevé mi mano a mi boca cubriéndola. -Estoy segura que tus chicas no hacen esto. -comenzaba a llorar. -Ellas son tan femeninas y yo soy medio hombre. -lloré. -¿Es por eso que no me quieres?

-Aria, no. No digas eso. -acarició mi brazo.

-Maldito Shawn, ¿quién se cree ese pendejo? -otro eructo. -Mirenme soy Shawn, tengo un cuerpo de muerte, soy muy alto y huelo bien todo el día...y me llaman Marisol con un ojo miro al mar y con otro al sol.