Mentiras y osos

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Me recosté nuevamente del árbol, apoyé mi cabeza en éste mirando la copa de los árboles y suspiré. Suspiré del cansancio, dolor, frustración y no obviemos el frío infernal que hace aquí. Deline hacia portales para regresar sus ataques. A todo esto, siempre llega un tipo mas fuerte. Podría decirse que podía mover las raíces de los arboles o simplemente controlarlos. No lo sé, pero una raíz atrapó la pierna de mi hermana y la abalanzó contra un árbol. Su grito de dolor se escuchó por toda la montaña, al igual que los disparos por parte de Jake.

Como si la situación no pudiera empeorar la palabra "avalancha" fue la gota que colmó la copa. Salí corriendo con la mochila en mano como loca. ¿Cobertura? ¿Qué es eso? ¿Se come? En ese momento mi trasero podía haberse llenado de plomo, pero no pasó porque todos estaban demasiado ocupados salvando sus traseros. Apresuraba mi transformación mientras corría, pero me sentí como el encendedor de mi hermana. Sí, el que no encendió el cigarro. De la nada, apareció un oso polar y justo antes de que la nieve cubriera mi cuerpo, me abrazó. Me protegió del impacto y no tardó mucho en sacarme de la nieve. ¡Fue hermoso! Amo los osos polares.

¡¿Cuando me iban a decir que teníamos mascota?!

El oso sacó a mi hermana de la nieve. Deline se veía recelosa con el oso, pero yo solo sigo pensando que es adorable. O sea, el oso, al caso mi hermana.

Otra vez comenzaron a salir las raíces del suelo. Aquí vamos otra vez. Traté de transformar, aunque sea, mi piel en escamas para no resultar tan herida. Esta vez vi rayos laser y no es chiste. Había un tipo que ponía sus manos en forma de pistola y ya estabas dentro de una película de Star Wars. Solo le hacía falta el sonido y Darth Vader.

Una raíz me tomó del tobillo y me alzó en el aire. Gracias a Dios que no traía falda porque iban a ver mis pantaletas. Se me resbaló la mochila y Deline hizo un portal al tiempo que la mochila cayó y la sostuvo. Bien hecho. Pensé. Y luego vi a Deline escaparse con la mochila.

-¡Eso no te sirve sin mí!- le grité-. ¡Ayúdame!

-Eres el mago mas fuerte-respondió-. Puedes con esto- me mostro un pulgar arriba como si un like fuera a ayudarme.

-¡Eso es mentira! – chillé. Ella siguió corriendo junto con mis esperanzas de vida.

Maldita.

Han Solo intentó dispararme con sus rayos y mis escamas los detuvieron. Uff. De algo tenían que servir. Solté una risa malévola como las brujas malvadas de Disney.

- ¡Me siento poderosa! ¡Acabaré contigo-lo señalé- mortal! – añadí.

En ese preciso instante la raíz controlada por el Hada del bosque me golpeó con casi la mayoría de los árboles que había en el lugar y luego me lanzó montaña abajo. Grité mientras "volaba" y aterricé justo encima de mi hermana. Me quejé como bebé mientras quitaba mi cuerpo de encima de mi hermana.

-¿Y se supone que eres la más fuerte? – preguntó Deline adolorida.

- ¡Oye! - llamé su atención-. Yo no escribí el mito- dije achicando los ojos y negando con la cabeza.

Un oso pardo se paró en dos patas cerca de nosotras.

- ¿Ese también es mascota? - señalé acercándome.

-No lo creo- dijo ella con los ojos bien abiertos.

-Pff. No veo por qué no- levanté mis hombros y el oso me dio una cachetada tan fuerte que me llevo más abajo de la montaña. Por suerte, no me golpee con alguna roca o árbol en el trayecto, bueno, me corté con algunas ramas. Mi transformación estaba a medias, mis escamas ya no me protegían.

-A este paso moriré antes de que le de cáncer a Deline en los pulmones- dije levantándome.

Miré hacia un costado y como por arte de magia, había una M16 esperando que le gastara hasta la ultima bala. Una sonrisa se coló por mis labios. Intenté activar una vez mas mi transformación, no para ser dragón, sino para agilizar mis sentidos. Mi vista es bastante buena cuando soy dragón, así que proseguí. Pude ver a Jake detrás de un árbol cubriendo su pellejo de Han Solo. Podía disparar desde donde estaba y lo hice. Cuando vi a Han Solo caer fue como revivir la película a excepción de que yo no quedo nada departe de él.

Bien. Uno menos.

Froté mis ojos y soplé aire caliente en mis manos para luego hacer fricción con ellas. El frío me iba a matar. Agarré el arma otra vez y cuando apunté mi hermana estaba corriendo como damisela en peligro hacia mi dirección.

No. Ese maldito oso pardo otra vez no.

Le apunté al oso, tan solo unos cuantos metros nos separaban. Halé el gatillo y se trancó el arma.

- ¡No puede ser! - grité exasperada-. ¡Maldita porquería! - chillé tirando el arma contra el suelo.

Deline me agarró del brazo mientras corría ya que si me quedaba ahí literalmente iba a volar. Corrí como pude, me faltaba el aliento y estaba cansada hasta los huesos. Nos encontramos frente una laguna congelada y dudamos al verla, pero no había otra salida. De ahí en adelante solo había hielo.

Luego de segundos de muerte, corrimos como perras por el hielo. Con el temor de que se rompiera y muriéramos ahogadas en agua que posiblemente está cerca de los diez grados Celsius. Teníamos al oso pardo justo detrás y como si la suerte nos estuviera saludando, apareció al oso polar al rescate. Ambos osos se peleaban, mientras volteaba a mirar me tropecé con mis pies y resbalé por el hielo con Deline quien cayó junto a mí. Me acosté bocarriba en el hielo luego de caer.

-Cinco minutos- logré articular. Si no padecía de asma, lo estoy padeciendo. Sentía que se me iba el aire.

-Hay que ayudar al oso- apenas logró decir Deline acostada junto a mí. Levanté un poco la cabeza y seguían peleando.

-Nah- hice un mohín -. Estará bien- me recosté otra vez y le resté importancia.

- ¿Tú crees? - preguntó tragando saliva para luego seguir respirando agitada.

-El oso polar es el oso mas grande del mundo- le aseguré-. Estará bien.

Escuchamos el hielo romperse y vimos cómo ambos osos se hundían en el agua. Mi boca se abrió en una gran "O" mientras veía la escena.

- ¿Decías? - dijo Deline molesta.

-También son buenos nadadores- hice una sonrisa forzada. 

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