Nada es lo que parece

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Bajamos al comedor, el cual no fue difícil de ubicar, y vimos a envidia y a otra chica.

-¡Hola!-nos saludó amistosa la morena.

-Hola-dije sonriéndole.

-Podían quedarse a descansar. No era necesario que bajaran ahora aunque la comida esta preparada y si gustan les puedo servir.

-Sí, por favor-le dije amablemente.

-Yo también quiero-dijo la otra chica que desconocía.

-Gula, ya comiste. Vas a acabar con la comida antes del alba-se quejó envidia.

-Agh. Moriré de hambre.

-Pues muérete. Es imposible que mueras de hambre.

-Observa cómo muero-dijo a punto de levantarse de su silla.

-Ten-le pasó envidia un plato de comida-. La próxima te mueres-dijo amenazante.

Envidia es todo un amor, pero hacerla enojar no suena conveniente.

Jake y yo tomamos asiento y envidia nos trajo comida. La cual se veía muy bien. Para ser exacta ni yo podría competir contra eso.

-Que bien sabe. ¿Cogias clases de artes culinarias? Porque esta buenísimo-elogie.

-Jaja. No, pero gracias-respondió envidia.

-Vaya reunión-dijo un rubio de camiseta negra.

Mire a su dirección y me quede observando el chico. Analizando y tratando de averiguar cual era su pecado.

-¡Pereza! Al fin viniste a comer-exclamó envidia.

-Hola, soy pereza-dijo con dejadez.

-Un placer- saludó Jake.

Solo me quedé observando a aquel chico que decía ser pereza. Mientras ellos se presentaban y envidia chillaba de alegría porque estábamos casi todos juntos.

-Así que lujuria e ira dormirán en la misma habitación. Mmm. Pero que tentación. ¿Es cierto que eres un experto en la cama?- le pregunta gula a Jake.

-Soy un experto en lo que sea-dijo Jake con tono seductor. Seguí comiendo aunque de mala gana. De alguna forma me dan ganas de pegarle.

-Así que eres un experto en todo-dice coqueta gula.

-Podrían dejar de hablar como si no hubiera nadie más-se quejó pereza-. No nos interesa que tan buenos sean en la cama. Nos interesa que tan bien pueden pelear.

-Pero que aburrido eres pereza. Era una broma, pero si hace hambre  él es lo primero que me voy a comer-dijo coqueta gula.

-¡Suficiente!-exclamó una voz al fondo. A la cual todos giramos a ver. Era un chico; alto, azabache, ojos negros como la noche, podía absorberte si quisiera. De alguna forma su postura fue lo único que me dijo su pecado, orgullo.

-¿Cuando llegó ira y lujuria?-preguntó el chico.

-Llegaron hace una hora. Pensé que sabías que estaban aquí-contestó envidia.

-No lo sabía. Estaba revisando el área. Se escucharon disparos y fui a investigar con avaricia. Ahora bien, muestren el símbolo que nos deja saber si son fenómenos-ordenó el chico.

- ¿Para qué? Puedes matarme cuando quieras si te miento-dijo Jake.

-Eso es cierto-dijo el chico. En ese mismo instante se aproximó transformando uno de sus brazos rápidamente hacia Jake. No tocó a Jake gracias a que yo había escupido fuego hacia su brazo. El chico se alejó tan pronto lo hice. Pude sentir la hoguera en mi como nunca antes. Quería seguir con el acto, pero me detuve cuando me percaté de que envidia, gula y pereza estaban a punto de atacarme también. Jake solo estudiaba la situación desde su posición y yo buscando opciones. Gula, pereza, envidia y orgullo, son cuatro contra dos. La tensión cada vez crecía más con el silencio y cada segundo que pasaba.

-No buscamos problemas-anuncié-. Tenemos un mismo objetivo y pelearnos no es la solución.

Esas palabras fueron suficientes como para que se calmaran un poco. Orgullo por su parte no había desaparecido su transformación en lo absoluto. A pesar de solo haber transformado su brazo. Mis huesos crujieron un poco, pues estaba tan alerta que casi despliego mis alas, me transformo y destruyo la cabaña.

-Mostraré mi símbolo, pero todos también lo harán-ordené-. Yo debería desconfiar más de ustedes que ustedes de mí. En este momento no hace falta que les muestre mi símbolo. 

  Los mire a cada uno con una mirada furiosa. Podía sentir como mi piel humana se desvanecía, en mis brazos se podían ver destellos de aquella piel que anhelaba se apoderara de mí. Volví mi mirada a orgullo y lo enfrenté. Giré mi cuerpo para que pudiera ver el símbolo. Tengo un traje sin mangas, de manera que le sería mas sencillo ver el símbolo. El solo asintió y levantó un poco su camiseta para que yo pudiera ver el símbolo que lo identificaba como fenómeno. El símbolo estaba en el lado izquierdo de su bien formada "V".

  Asentí en cuanto vi su símbolo. Busqué la dirección de pereza y nos mostró su omóplato derecho, ahí se encontraba dicho símbolo. Gula bajó un poco su camiseta, el símbolo se encontraba entre su clavícula y seno derecho. Envidia por su parte se levantó la falda y mostró su muslo izquierdo, por ultimo miré a Jake de reojo y éste ya tenia su mano al aire. Mostrando aquel símbolo que nos unía de alguna forma. De esta forma todos habíamos mostrado nuestra "identidad". 

  Me calmé un poco cuando orgullo deshizo su transformación. Mi piel dejó de lanzar destellos, pero seguía hirviendo como si la ira me fuese a consumir. Todos quedamos en silencio absoluto hasta que se asomó una chica de cabello castaño y no tan adolescente al comedor. 

-Uy. ¿Por qué todos están tan tensos?-preguntó la castaña.

-Avaricia, ¿dónde te habías metido?-le pregunta orgullo.

-Esa es una excelente pregunta y la excelente respuesta es que me perdí. Te estaba siguiendo, estoy segura de que así fue, pero luego vi una flor muy bonita y me la quise llevar. Luego pensé que se iba a morir si la arrancaba y si la dejaba iba a vivir, pero entonces no sería mía. Así que le tiré una foto para recordar lo bonita que era, pero justo cuando me iba a ir me puse a pensar si de verdad yo solamente quería la foto y me quede como unos cinco minutos pensando en ello y-

-Podrías hacernos el cuento mas corto-interrumpe pereza.

-Oh sí. Bueno, al final arranque la flor y la puse dentro de un libro-dice sonriente.

-Pero dentro de el libro no va a estar tan bonita-dijo envidia preocupada.

-Es cierto, pero ahora ella será mi marcador de libros. Ademas siempre quise tratar de hacer lo que hacen en las películas. Siempre estaba el cliché de la flor dentro del libro y ahora yo lo quiero tener. Por cierto, ¿quienes son ellos?-preguntó señalando a Jake y a mí.

-Son lujuria e ira-dice gula-. Y yo ya estoy cansada, así que me voy a mi habitación-anunció.

-¡Que bien! Llego ira-dijo corriendo hacia nosotros-. ¿Quien de los dos es ira?-pregunta entusiasmada la chica.

-La pelirroja-le contesta pereza-. Avaricia no empieces ahora. Escucharte es muy pesado.

-¿Es verdad que casi quemas a uno de los líderes del clan Storni y que te encadenaron tres días por eso? Ademas, de que te dieron diez latigazos por ciertos rumores de que planeabas traicionar a tu clan y supuestamente escaparte.

  Me quede callada, ni siquiera parpadee. Sentía cómo los del resto de la habitación me clavaban la mirada. Aquella chica que se hacia llamar avaricia me inspeccionaba por completo. La primera impresión que me dio fue adorable, pero si ella quiere morir esta empezando a cavar su tumba. Fruncí el ceño y me enderecé. 

-Sí. Es cierto que me encadenaron por casi agredir a alguien, pero los diez latigazos no fueron por traicionar al clan. Con permiso-dije y me retire. 

  No necesitaba que aquella niña me recordara el porqué Casio estaba ahí. Tampoco necesitaba que me recordara que no puedo escapar de quien soy aunque ese día quería simplemente huir de mi destino y de lo que soy. Estuve a punto de ir a la habitación y hundirme en la cama, pero no podría hacerlo, la ira que quería consumirme cuando orgullo atacó a Jake seguía ahí y aunque ya era de noche tenia calor. Avaricia solo reactivó ese sentimiento. 


Los Siete Pecados CapitalesWhere stories live. Discover now