Un año

65 4 1
                                    

Margaret nos ofreció un baño y comida antes de platicar. Charlotte no quería hacer ninguna de las dos hasta que los demás fueran despertados. Margaret mando a sus sirvientes a hacerlo, pero nosotras teníamos que salir de la habitación. Charlotte no quería acceder, sin embargo yo accedí. No habría diferencia en quedarme en la habitación o salir de ella. Apenas tenia fuerza para caminar y ella me estaba ofreciendo comida y un baño. Tenia que reponerme lo antes posible para poder salir de ahí, ella me esta dando las herramientas para hacerlo. Obligue a Charlotte a salir de la habitación, era una mocosa no tan inteligente por el momento. 

Comí antes de bañarme, de qué me serviría un baño sin energía. Charlotte comió todo ese tiempo con furia, apenas y veía el plato. Por un momento sentí su ira, era como si no fuese solamente de ella sino parte de mí. Tomamos un baño, nos brindaron ropa y en ningún momento Charlotte se alejó de mí. Estaba renovada, lista para salir de ese lugar que no me agradaba en lo mas mínimo.

Margaret nos estaba esperando en la sala de estar. Cuando llegamos nos ofreció té. Charlotte se sentó a mi lado en aquel sofá. Una mesa nos separaba de Margaret, la cual vestía muy elegante. Parecía de la alta sociedad. 

-¿Azúcar?-preguntó Margaret.

-Sí-respondí sin siquiera pensarlo.

-Bueno como verán llevan mucho tiempo dormidos y han estado bajo mi custodia todo este tiempo. Mis sirvientes han sido muy cuidadosos ya que tenerlos aquí ha sido un privilegio.

-¿Cuánto tiempo levamos aquí?-la interrumpió Charlotte.

-Hemos considerado tenerlos como huéspedes dos días mas hasta que se recuperen por completo- siguió hablando como si Charlotte no hubiera dicho nada-. La verdad me preocupa que salgan del lugar así tan-nos miró de arriba a abajo- desnutridos.

-¿Cuánto tiempo llevamos aquí?-cuestioné. 

-No mucho- respondió.

-¿Cuánto?- insistí.

-Un año, mas o menos- respondió sin darle mucha importancia.

¿Un año? Debía estar loca si pasaba otro día en este lugar. Teníamos que salir de ahí. Hemos estado un año dormidos y no por cuenta propia, sino que ellos nos estuvieron durmiendo todo este tiempo. 

-¿Qué hicieron con nosotros en todo ese tiempo?- pregunte un poco alterada.

-Nada fuera de lo común. Les administrábamos algunas sustancias para ver como reaccionaban y tomábamos nota de nuestras investigaciones. ¿Es eso lo que quieres oír?- dijo sarcástica-.La verdad no les hicimos nada. Solo estaban dormidos. Tuvimos que sedar y amarrar a Jake debido a que se levantaba e iba directo a tu habitación. La mayoría del tiempo se quedaba ahí de pie sin hacer nada, solo permanecía ahí. Creímos que era sonámbulo así que lo amarramos. Nuestro propósito fue calmar las cosas. Nos pidieron que los desapareciéramos por un tiempo hasta que se calmaran las cosas.

Esto no tiene mucho sentido.

-¿Qué quiere decir con eso?-cuestionó Charlotte-.Nos encierran con el propósito de calmar los clanes, sin nuestro consentimiento. Ahora será mejor que nos diga los detalles de todo esto porque su explicación me parece bastante vaga- exige Charlotte.

-Ya veo el porqué los querían dormidos-dijo Margaret-. Verán luego de que el consejo decidiera que habría que cazar al Padre las cosas no salieron como ellos esperaban. Los clanes que apoyan al Padre, los Katil, hicieron una revuelta en la cual se vio envuelto el clan Storni de los Okuhle. 

Los clanes que apoyan al Padre son agrupados como Katil. Los siete clanes que incluyen al clan Storni son agrupados como los Okuhle.

-¿Los Storni?-me levanté de golpe- ¿Qué le pasó al clan?- Margaret se quedó callada y volteo la mirada-. ¡Responda!-golpee la mesa con la palma de mi mano. El sonido de las tazas inundó la habitación y su silencio. 

-Lamentablemente, no hubieron muchos sobrevivientes. Mínimo, cien; máximo, doscientos. 

Me sudaban las manos. Mis hermanas, era lo único en lo que pensaba. Deline, Alex... Me sentí vacía, ya no tenia lugar al cual regresar. Estaba perdida. No había razón para que siguiera en el juego. Ganar. ¿Qué es eso? Ya no hay recompensa, no hay nada. ¿El Padre? Ya no me importa, pensé. 

Como un cuerpo sin alma me senté nuevamente sobre el sofá. No estaba enojada, irritada, desesperada, ni feliz de que se llevaran a esos magos infelices que me hicieron sufrir por tantos años. Estaba triste y no tenia remedio. Todo lo que amaba se esfumó para siempre, ya no había vuelta atrás. Tomé la taza de té que me habían ofrecido en un principio y tome un poco. Estaba cálido y era una sensación que no quería experimentar en ese momento. Pero actué como si no me hubiera afectado en lo mas mínimo. 

-Me temo que el territorio Storni es ahora territorio de los Katil. Algunos sobrevivientes se quedaron como sus prisioneros, algunos se unieron a la causa así que puedes ir restando números si deseas-dijo Margaret.

-Atenea.

Charlotte me tomo del brazo como si me viera totalmente mal.

-Estoy bien- dije para no preocuparla. Me levante del sofá y di pasos débiles-. Necesito descansar mas- apenas pronuncie. Con esas palabras mi vista se nubló y caí. Lo ultimo que recuerdo fue a Charlotte gritar mi nombre. 







Los Siete Pecados CapitalesWhere stories live. Discover now