Baby Boy ©JB+12

🍼Capítulo Dieciséis.

❝ ¡Apuesto Veinte a Dennis! ❞

#DespiertenLectorasFantasmas.
Amores, muchas de ustedes se van sin siquiera dejar un voto o un comentario, ya conocí a varias lectoras fantasmas y me hice muy amiga de ellas, las invito a platicar conmigo, no tengan pena de dejar un comentario en cualquier párrafo que les haya gustado o donde quieran opinar, si les gusto el capítulo regalenme un voto, ¡es gratis! Y no les toma tiempo. 💕

Aun así: ¡¡Las Amo!!. ❤

Justin's POV.

Veamos el lado bueno. Ya solo quedan once chicos contándome a mi.
No puedo estar más contento por esto, siento que los últimos cinco que ya había mencionado me darán problemas.
Ya quiero que todos se vayan y me dejen aquí con Karenka.

Hablando de Karenka, yo ya había despertado hace unas dos horas. Ese tiempo fue el mismo en el que yo estuve observándola dormir. Se a convertido en una de mis cosas favoritas el observarla mientras ella dormía como un hermoso ángel a mi lado.

Lentamente se empezó a mover dándome a entender que ya se estaba despertando.

Abrió los ojos y se que lo primero que miro fue a mi. Me encantaría que esto fuera así todos los días, después hasta podríamos follar un poco.

—Hola —me saluda con su voz algo rasposa.

—Buenos días —susurro.

—¿Cuánto tiempo llevas despierto? —me pregunta.

—Como dos horas —respondo simplemente y ella abre los ojos sorprendida.

—¿¡Por que no me despertaste!? —me reclama levantándose.

—Te veías tan hermosa dormida... No pude despertarte —confieso.

—Ya es tarde, odio la impuntualidad —dice al ver la hora en su celular.

Hablando de eso. Karenka es la única que tiene celular aquí. No nos dejan tener uno mientras estemos en el concurso. Cuando ya sea elegido el chico, ella le comprara todo lo que necesite, digo, tampoco estará incomunicado con otras personas.

—Lo siento —las clases de actuación que tome en el instituto me han servido mucho.

—Ay no bebé Jay —dice y se sienta en la cama a mi lado.

Comenzó a acariciar mi mejilla y de repente, me envolvió en un abrazo. Amo cuando hace eso.

—Perdón —hice mi voz más aguda, parecida a la de alguien pequeño—, yo no quería que Mommy se enojara conmigo —mis ojos se pusieron llorosos e hice una mueca triste indicándole que iba a comenzar a llorar.

—No bebé —me habla dulce—, yo no estoy enojada contigo —besa mi mejilla—, es solo que hay más bebés que ya están en el comedor hace veinte minutos y yo odio la impuntualidad. Además se supone que yo debería preocuparme por ti —me habla tan dulce que creó que moriré al escuchar sus palabras.