Cerca de ti en la distancia. -Viktuury-

Capítulo XIII.

-¿Se lo dirás a Yuuri? –cuestionó quitándose los lentes de sol mostrando genuina preocupación. Él adolescente la observa y tras rascar con fastidio su cabeza, suspira y le responde.

-El cerdo confía en ti, tú le has ayudado más de lo que yo he puedo ayudar. -comenta relajando su postura-. No podría ser tan cruel contigo luego de todo lo que has hecho. Aunque realmente no entiendo como el cerdo no ve el parecido de ustedes dos, hasta las mismas entradas en sus cabellos poseen, ambos se quedaran jodidamente calvos a muy temprana edad.

-Eres un demonio... -dramatizó llorar Adele, sin importarles como algunas personas se le quedaron observando-. Jamás le digas a una mujer que será clava.

Tras unas falsas lágrimas y risas e inclusive la intervención de Yuuri, ha Adele le sorprendió el carácter del Hada Rusa, sin duda era más un guerrero que un hada, así que podría confiar en él para cuidar a Yuuri.

Abril - 2018

Nueva York - Estados Unidos.

Habían pasados dos meses desde que Yurio se había quedado con Yuuri en los Estados Unidos, las terapias parecían ir paulatinamente bien, pues Yurio inclusive había vuelto a jugar en su consola. Una de las tareas que la psiquiatra había dejado a Yurio fue dar las gracias, Yuuri trataba de no reír por los fallidos intentos en los primeros días, pues se notaba que Yurio quería arreglar un poco su ser y Yuuri se sentía orgulloso de saber que él estaba ahí para darle ánimos.

Por otra parte, al compartir departamento en esa ciudad con Adele, ambos se dieron cuenta de cómo la peli-plateada no podía hacer nada sin que su asistente le estuviera empujando a hacerlo, inclusive su propio trabajo; Yuuri rápidamente entendió la relación que esas mujeres compartían, pues a pesar de que sus actitudes eran ante el mundo totalmente profesionales, en la intimidad del apartamento que compartían, ahora cuatro personas, los pequeños besos en la frente, los sutiles toques en sus manos y aquellas miradas que hablaban por ellas, era más que suficientes para dar a entender a Yuuri la fuerza de su lazo.

Yuuri no lo iba a negar, al verlas solo podía pensar en Viktor, extrañaba a Viktor y no solo su cuerpo lo extrañaba al sentirse sexualmente frustrado, sino también su ser. Habían pasado ocho meses desde que se alejó de él y no había noche en la cual Yuuri no pensara en Viktor "¿Comerá bien? ¿Dormirá bien? ¿Saldrá con Makkachin de paseo por los mismos caminos que ellos recorrían?" el ultimo pensamiento en las noches eran para él así como el primero al levantarse, se había vuelto un hábito para Yuuri buscar a Viktor en las mañanas en la cama, "La cama es muy grande" se decía al levantarse como una especie de oración matutina, aunque su salvación de esa plegarias matutina en esas semanas había sido Yurio que dormía a su lado, no quitaba el hecho de que él lo extrañaba a cada momento del día.

Al abrir sus ojos Yuuri sonrió al verlo aferrado a uno de sus brazos y un pequeño recuerdo de la primera noche apareció, el rubio no quería dormir con él, se había puesto completamente rojo y gritaba una y otra vez que un cerdo no podía compartir cama con él, ahora poco a poco Yurio había bajado la guardia cuando estaban solos y le permitió a Yuuri llevarse más de una sorpresa en tan pequeño lapso de tiempo, pues ahora ya no estaban compitiendo como lo hicieron la primera vez que se vieron y vivieron juntos, ahora solo eran dos amigos que estaban rotos y que se apoyaban uno del otro. Esa mañana Yuuri se había levantado mucho más temprano que de costumbre, un poco cansado intento volverse a dormir más no lo consiguió, resignado decidió levantarse e ir por un vaso con agua a la cocina, al llegar cerca de la cocina escuchó como Adele hablaba por teléfono en ruso, se miraba bastante molesta, pudo entender un poco de la conversación y le sorprendió escuchar el nombre de Viktor en ella, más descartó la idea de inmediato, pues al igual que su nombre, Viktor podía ser un nombre común. Adele colgó con enfado y dio un suspiro largo, Yuuri creyó prudente acercarse a la cocina.