Capitulo XI

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Febrero 2018

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Febrero 2018. Pieonchang - Corea del Sur

9:00 A.M

Escucho tocar la puerta, más la ignoro rotundamente ¿Que más querían de él? Ya había asistido a todas las entrevistas, ya había respuesta todas las malditas preguntas que le hacían sobre él, ya estaba harto y cansado de esa situación, ya no quería sonreír, ya no quería decir que su Yuuri "¡estaba bien!" cuando ni siquiera sabía en donde estaba. Solo quería regresar a casa y verlo, que él le sonriera con amor, que dijera su nombre con aquel asentó tan particular de él, que le llamara tonto u olvidadizo, que le gritara que se comportara cuando aun estaban a fuera de la casa, que le dijera cuando lo amaba cuando creyera que él estaba dormido, Viktor solo quería a su Yuuri de regreso.

-Con un demonio, maldito anciano ¡Abre la puerta! –escuchó gritar a Yurio tras está, mientras golpeaba la puerta de su habitación, con fastidio se levantó pues solo si era Yurio podía dejar que lo viera con esa patética expresión que poseía en ese momento. Al hacer lo que él otro pedía, un fuerte olor a alcohol invadió de golpe la nariz del menor causando que este se cubriera la nariz para evitar que el olor penetrara más en su olfato.

-Es raro que Yurio venga a verme sin... -comentó con sarcasmo mientras se apoyaba en el marco de la puerta.

-Si, lo que sea... -le interrumpió mientras lo empujo un poco para poder pasar a dentro del cuarto, no le sorprendió tropezar al dar un par de pasos en la habitación con una botella de vodka vacía-. Yakov me mando a buscarte. Que hayas pasado el control de drogas no quiere decir que puedes embriagarte hasta perder el conocimiento.

-Te he reconocido a ti, no es así. -bromeo cerrando la puerta y acercándose al adolecente-. Además eso solo fue de anoche. –trato de sonreír, más ese gesto parecía ante los ojos del adolecente, una mueca demasiado forzada.

-No tienes que fingir ser fuerte ante mí, lo sabes muy bien. –menciono luego de chasquear su lengua, dándole la espalda a Viktor, este se sorprendió ante las palabras del joven que relajando su postura metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta deportiva.

-Es verdad... -se dijo más a si mismo que para el adolecente, mientras se recostaba nuevamente en la cama boca arriba-. Dime Yurio ¿Dónde crees que estará él ahora? ¿Comerá bien? ¿Habrá vuelto a ser el cerdito de antes? ¿Pensara en nosotros antes de dormir? ¿Nos habrá olvidado? –Yurio no responde, pues él mismo al no recibir más noticia de él luego de su alta en el hospital, llego a pensar lo mismo.

-La temporada terminara pronto... -Viktor sintió un peso extra en la cama y como alguien se desplomaba a su lado, giro su cabeza para ver mejor al adolecente a su lado-. No se tu qué piensas, pero yo iré a buscarlo. –Yurio sonrió mientras giraba la cabeza para encontrarse con Viktor-. Ganare una medalla de oro en los juegos olímpicos y se lo iré a restregar en la cara cuando lo vea.

-No si yo la gano primera. –Viktor sonrió por primera vez desde que Yuuri no estaba, genuinamente. Luego de que la risa se detuvo, el silencio que vino parecía no importarles a ninguno, era como decirse "Te apoyo" sin abrir sus bocas.

Cerca de ti en la distancia. -Viktuury-Where stories live. Discover now