La vida no siempre es cruel, a veces por callar cometemos los más grandes errores.
Yuuri había vivido en un sueño por 10 meses, meses que guarda en lo más profundo de su corazón; la vida le enseño a ser fuerte luego de que aquel bello sueño termina...
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Septiembre 2017 -San Petersburgo - Rusia.
—Lo repetiré una vez más para que te quede claro, Yakov. -habló Yurio, tratando de no gritar-. No iré a Canadá, me quedare con el cerdo hasta que despierte.
—¿Y que se supone que diré? - recalcó lo más serio que pudo, mientras sonaba las sienes de su cabeza-. Que tuvieron un problema en el vuelo, que se enfermaron -expresó con furia contenida ante tal situación-. Te recuerdo que son el primero y segundo lugar en el campeonato mundial de la temporada pasada. La federación no aceptara esas escusas.
—Pues ya lo he dicho. -sentenció sentándose en una de las bancas del pasillo de espera-. No me iré de aquí hasta que, Yuuri, despierte.
—Por lo mismo no le he hablado a Viktor. -contesta derrotado-. Pues seguramente estaría en el mismo plan en el que estas ahora.
—Estas competencias no son importantes todavía. -le dijo ya más calmado-. Las eliminatorias para el Grand Prix de este año son hasta octubre.
—Otabek. -le habló al joven que estaba sentado al lado de, Yurio, sin decir palabra alguna en la discusión-. Habla con él por favor, hazlo entrar en razón.
—Lo siento entrenador, Yakov. -dijo mientras hacia una pequeña inclinación de cabeza-. Pero de igual modo yo me quedare.
—Déjalos, Yakov. -interrumpió Lilian, quien traía consigo cuatro vasos de café, Otabek, se para de la silla y tomando los vasos los repartió a cada uno de los presentes-. Ellos tienen razón sobre esta competencia. Además, si logras que vayan no estarán concentrados al cien por ciento.
Yakov, entendió a cabalidad el punto de Lilian, así que resignado acepto que ambos se quedaran bajo el cuidado de Lilian, que se haría responsable de los dos y respondería ante los médicos por Yuuri. Yurio, a duras penas durmió una hora en los brazos de Otabek, el sueño ya no era un descanso para el porque aún en su estado de inconciencia la imagen de, Yuuri, en el suelo lo seguía y le producía un inmenso dolor. Yuuri, despertó en la madrugada, dos días después de su operación sin entender muy bien todo, pues el dolor le recorría por todo el cuerpo.
—Tranquilízate, Katsuki. -le habló Lilian, al ver como, Yuuri, se intentaba quitar la máscara de oxígeno que poseía-. Has sufrido un accidente, te hemos traído al hospital y ahora estas en una de las habitaciones de este recinto. -Yuuri, intentó hablar pero al intentarlo solo consigue toser, sintió un dolor punzante en su costado-. Has sufrido diversas fracturas, por favor mantén la calma para que no te hagas más daño.
—... ¿Yurio? ... -dijo con voz desgarrada.
—Él está con Altin, ellos te trajeron a este lugar.
—... ¿Día? ...
—22 de septiembre; has dormido casi dos días por la anestesia, deberías descansar más.
