Midgar (Thorki)

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- ¿Viernes?... ¿Me podrías decir donde se encuentra mi hermano por favor? - Los ojos azules de Thor se dirigían al cielo, en donde inconscientemente todos miraban cada vez que hablaban con la IA.
Se detuvo en frente del elevador, esperando pacientemente a que la IA le respondiera, como todo un soldado con sus manos en la espalda y una sonrisita coqueta en los labios, gracias a los pensamientos que le cruzaban la mente al dueño del corazón del Dios del Engaño.
- El.. el.. el... Se-se-se-seño-ño-ño-ñor lo lo lo lo essssspeeera-ra-ra-ra en en la la Azotea Se-Se-Señor Thor - Thor intento no reír por la extraña manera en la que la IA le hablaba ahora que estaba descompuesta.
- Gracias viernes, espero que Tony te pueda reparar pronto - El intercomunicador dió un gracias y Thor subió al elevador con camino a la azotea de la torre Stark.
A Loki le gustaba ese lugar, decía que desde allí podía ver todo el reino de Midgar.
Thor no se detenía a explicar que a pesar de que ese reino pertenecía a sus nueve reinos, no era suyo, sino de los midgardianos, le permitía sentir su poderío como príncipe de los nueve reinos​, era algo que Loki necesitaba y no se lo negaría, así como no era capaz de negarle prácticamente nada.

- Es muy hermoso - Thor se quedó de pie a unos metros de Loki, él pelinegro llevaba sus largos cabellos azabache sueltos, la luz del día hacia brillar la pálida piel del Dios, su estilizada figura cubierta por un simple jeans azul claro y una camiseta blanca lo hacía ver jodidamente deseable.
Thor trago duro, tubo que parpadear un par de veces para lograr concentrar su atención en los ojos verdes que ahora se perdían en el horizonte y alejar su mente de esos pensamientos pecaminosos que lo embargaban
- Midgar posee bellos paisajes - Thor avanzo el par de pasos que los separaban, se ubicó tras el delicado Dios al que amaba con su ser entero.
- No me refería al paisaje - Loki no era inmune al aliento de su amado hermano pegando contra su oído, cada terminal nerviosa respondía a los estímulos de aquel canalla
- Sigo enfadado contigo - Pero no lo revelaría al grandote, aún así no se separó cuando las manos de Thor se ajustaron a su vientre y un beso tierno se poso en su pálida mejilla
- Dime ¿qué puedo hacer para conseguir tu perdón? - Loki sintió el sonrojo cubriendo sus pálidas mejilas, los pensamientos que cruzaron su traviesa mente fueron más rápidos que él mismo, no le concedería tan sencillo el perdón... Pero encendía tantos sentimientos en su interior
- Deberás pensar mejor tus actos - Thor apretó sus manos en el vientre de su amor, Loki suspiro con ese toque lleno de delicadeza mezclado con la tímida fuerza guardada en el hombre al que manejaba con el dedo meñique - Thor... - Ese suspiro involuntario conteniendo el nombre de su hermano le saco una sonrisa al gran Dios
- Te amo - Loki cerro los ojos disfrutando el suave beso en su largo cuello de cisne, apretó los labios y sintió los deseos irrefrenables de morder los, imaginando que mordía la boca de su amado hermano.
- Eso no te impide ser un idiota - La risa estruendosa le calentó el alma al menor, su propia sonrisa fue lo que le iluminó el mundo al mayor.
- ¿Me amas? - Loki se giró para quedar de frente a Thor, la pálida mano se poso en la dorada piel del rostro de su amado Thor, juguetero un segundo con la incipiente barba cubriendo la mitad de su hermosa rostro.
- ¿Lo dudas? - Un corto beso sobre sus finos labios rosados, lo obligó a sonreír
- Quiero escucharlo - Loki ronroneó, escondiendo su rostro en el hombro del más alto, escondiendo su respingada nariz en la cueva del cuello del mayor, aspiro el aroma a tabaco y café que desprendía Thor.
- Te amo como se aman a las flores y las bestias - Loki pasaba sus manos por de bajo de la holgada tela de la camiseta de Thor, regosijandose con la suavidad de la piel cálida de su hermano, siempre en contraste con la propia tan fría.
Se volvió a acurrucar contra el hombro de Thor, dedico suaves besos a la garganta​ del mayor provocando un leve cosquilleo en Thor.
- ¿Como sería eso? - Pregunto solo por complacer a su amor, sabía cuanto amaba ese hermoso ser mágico explicar todo con manzanas a su torpe hermano mayor.
- Con fiereza y delicadamente - Así se sentía Loki, siendo fiero con su amado Thor y derritiéndose con su calor.
- Te amo - Una brazo poderoso amarro por la cintura hasta la estrecha espalda de Loki, mientras la otra acunaba el delicado rostro fino de su amado, poso sus labios gruesos y rojos sobre los finos y rosados labios, sintiendo que bebía ambrosía pura de su amado.
- Te amo gran idiota - La risa estruendosa los lleno
Thor levanto al menor del suelo y lo hizo girar obligando a Loki a engancharse en los hombros y caderas de Thor - Bruto - Le retó entre risas, esa risa que amaba con el alma y le hacía pensar que estaba en el Valhalla
- Adoras que sea así de Bruto - Una fuerte nalgada dió de lleno en las redondas cumbres del Dios, Loki gruñó, lo amaba sí, pero eso no quería decir que no delieran las poco delicadas formas de demostrar amor que tenía el mayor
- Pervertido, estoy seguro de que sueñas con ponerme en tus rodillas y desquitar tu lujuria con mi pobre piel - Thor gruño pero esta vez de deseo
- Si quisiera hacer lo que dices y aplicarte algo de exquisita disciplina hermano, ya tendrías dificultades para sentar esas bellas y redondas nalgas sobre cualquier superficie, por acolchada que está fuera - Loki se sonrojo furiosamente,.
Sin caer en su asombro vio como el mundo volvía a girar, para esta vez quedar sobre las rodillas del Dios.
El aliento escapó de sus pulmones, por instinto llevó su mano a sujetar su peso en el suelo y otra a agarrar con furia la pierna de Thor
- ¡Thor! espera - Indefenso frente a la bestia que lo desvestía sin dificultad bajando la cinturilla de su pantalón, revelando a la luz del día su pálida piel nórdica.
- Solo dos - Loki se tenzo esperando a que cada prometida nalgada lo golpeara, pero en vez de recibir un fuerte bofetón como le había prometido, fue la enorme mano de Thor azotando tan caliente y adorablente su pálida piel, sin dejar ninguna otra marca que la de la gran mano apretando la redonda nalga de su amado
- Thor - El deseo lo golpeó, su virilidad creció en un instante, haciéndolo sufrir por estar atrapada en la parte delantera de su pantalón que aún permanecía atorada en sus caderas.
- Falta una - Con ganas de hacerlo esperar separó su pesada mano provocando un nudo de anticipación en el vientre del menor.
- Thor... por... favor - Una sonrisa de gloria lleno el rostro del amado Dios
- Pídelo - Sin aliento... atrapado en esa incómoda situación Loki se rindió. Estiró su cuerpo hasta poder girar su rostro recubierto por sus negros cabellos y clavar su mirada verdosa llena de deseo en las lagunas azules de su hermano
- Thor... Por favor... - Ese jadeo pervertido fue suficiente, esta vez el azote fue poderoso, cinco dedos vivamente marcados en rojo carmesí arrancaron un grito de la garganta de Loki, el pálido cuerpo temblaba de anticipación, cuanto amaba ese bruto haciendo demostración de su poderío
- Eres un niño malo - Ese susurro directo en su oído le envío un golpe eléctrico a la espina dorsal, ofreciéndose se arqueo hasta quedar a completar disposición de Thor, el Dios chasqueo la lengua y lo trajo de vuelta a sus caderas, montando a Loki sobre él, abrazando con lujuria el delicado y fibroso cuerpo del menor
- Soy tu niño malo - Thor mordió el cuello de Loki, obligándolo a chillar
- Mío, esa es la clave - Lo levanto con suma facilidad, obligando al pálido Dios a amarrar sus finos brazos del cuello de Thor para no caer, aún que sabía que eso era imposible. Thor jamás lo dejaría caer.
Devorando de a poco al más joven, Thor paseaba sus labios por la garganta expuesta del delicado Dios
- Hoy te haré mío tantas veces, que apenas si sabrás, cómo se ve el mundo fuera de nuestra cama - Loki dió vueltas junto a Thor hasta topar con las puertas abiertas del elevador.
Se subieron con Thor cargando a Loki, Thor entro besando sus suaves labios, empujándolos hasta que la espalda del más joven dió con la pared del fondo.
Loki mordía los labios de Thor ronroneando su nombre, serpenteando sobre él, agitando sus caderas en movimientos demenciales que le subieron la sangre a la cabeza.
- ¡Cuidado! - Al salir del elevador, ya en su piso, casi caen cuando Thor lo elevo nuevamente para separar su fina espalda de la fría pared metálica
- Es lo último que tendré - Con esa promesa la risa de Loki resonó en el amplio lugar
- Bruto, idiota... Grandísimo idiota - Se corrigió a sí mismo mientras se reía, con Thor guiando sus cuerpos deseosos hasta su habitación.
En la cama depósito lentamente el fibroso cuerpo y se deleitó con la visión que le daba el pálido Dios del engaño.
- ¿Thor? - Loki temblaba de anticipación... Jadeaba su nombre lleno de deseos
Thor gruñó con malicia al ver en esos ojos verdes el duelo entre el deseo y el miedo.
Era una visión hermosa, esos labios rosados finamente entreabiertos lo invitaron a pecar.
Sin mayor​ miramiento se despojo de su propia ropa, obligando a Loki a mirar el cuerpo trabajado en batalla, repleto de pequeñas cicatrices, dorado por el viento y el sol, hermoso y perfecto.
- ¿Estás listo para esto hermanito? - Loki subió y bajo su recta mandíbula en un claro asentimiento a su petición
- Thor... Por favor - Sin pensárselo el mayor arrastro a Loki hasta dejarlo de rodillas junto enfrente...
- Eres tan hermoso - Devoró los finos labios con gula, luego se dedicó a desgarrar la ropa del menor, sin miramientos lo tomo, lo hizo toda la noche, besándolo, amándolo, cuidando de que Loki gozará de igual forma que él.
Fue tanta la lujuria entre ambos, Thor lo embestía con furia, Loki rogaba por más en esa posición en la que le encantaba estar, encadenado a Thor

El mayor tenía la mania de abrazarlo con cada extremidad y acallar sus gemidos con besos salvajes y demandantes.
La noche transcurrió entre jadeos de íntimo deseo, amor a raudales y fuertes orgasmos que los desplomaban solo para darle espacio a caricias cuidadosas sobre los aperlados cuerpos rociados por el sudor, hasta que la energía en ambos se exponía y un beso tímido se transformaba en uno salvaje dándole cabida a una sesión más, de ese sexo salvaje y ardiente que solo un par de Dioses como ellos podían tener.

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