Dos días después [Final]

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Sentía que mi corazón se aceleraba a medida que seguía mirando el azul de los ojos de Logan. Él aún sonreía y me acariciaba mi mejilla.

—Tus ojos verdes me recuerdan a un lugar muy especial— Repitió con dulzura.

—Dime dónde estás— Pude mencionar, tomándole la mano la cual tocaba mi mejilla.

—En todas partes— Respondió, casi en un susurro.

Se acercó a mí y sus labios casi se juntaban con los míos, hasta que desperté porque alguien tocaba mi puerta.

—¿Si?— Dije, algo molesta.

Estaba apunto de besar a Logan. Lo sentí tan real.

—Hayes está aquí— Anunció mi mamá.

—¡Pero hoy es sábado!— Grité, poniendo los ojos en blanco.

—Dile eso tú— Dijo antes de volver abajo.

Me paré y fui a al baño para lavarme la cara y cepillarme. Cuando terminé, abrí la puerta y Hayes estaba parado frente a mí.

—Siento venir tan temprano... y en sábado, pero tenemos que encontrar a Logan— Sonó como desesperado.

—¡Oh, cierto! Logan estuvo aquí— Susurré.

—¿Qué?

—Pero no lo vi. Es decir, me dejó estos sobres— Me dirigí hasta mi escritorio y se las pasé. Él los unió y los leyó. —Logan dejó una pista. Podemos encontrarlo— Y sin querer, casi estaba llorando.

—¿Tus ojos verdes me recuerdan a un lugar muy especial? ¿Qué clase de pista es esa?— Inquirió, con el ceño fruncido.

—No lo sé— Respondí. —Pero necesito encontrarlo.

—¿Es muy importante Logan para ti?— Preguntó, y entonces encontré un dolor en su voz.

Bajé la vista. Sabía que esto iba a ocurrir a algún momento.

—Sí, lo es. Pero tú también lo eres para mí. Logan es como un mejor amigo, y pues no podemos vivir sin nuestros mejores amigos, ¿o sí?— Él negó y sentí una sensación de culpa por mentirle, porque sentía que Logan y yo no estábamos destinados a ser mejores amigos, sino más que eso.

Hayes sonrió y juntó los sobres de nuevo en la cama.

—Un lugar muy especial— Susurró. —Un lugar especial...

—No sé a qué se refiere— confesé. —No entiendo.

—¿Tú y Logan no tienen un lugar especial?— Inquirió, mirándome con atención.

—No.

—¿O él tiene un lugar especial?

—No... ¡Espera! ¡Sí, sí lo tiene! ¡Carajo, no lo recordaba!— Grité con emoción.

Mi corazón se aceleró. Me cambié a tiempo récord y Hayes sólo me miraba sentado en la cama, con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Tengo que ir yo sola, Hayes— Musité. —Lo sabes, ¿verdad?

—Claro que sí, Lindsey— Asintió. —Ve con Logan, rápido— Susurró.

Y sin pensarlo dos veces, corrí hasta salir de la casa.

Me monté en el carro y busqué con velocidad la llave abajo del asiento de piloto. Es el único escondite descente de mi mamá para que no lo encuentre. Pero ya lo sabía desde hace tiempo.

Arranqué y me dirigí hasta el lugar de Logan.

Mi corazón no podía dejar de latir y mi sonrisa no se quitaba de mi rostro.

Iba a ver a Logan. Iba a abrazarlo y quizás besarlo. Logan estaba aquí.

Él ya iba a estar conmigo.

__________

Me bajé del auto y corrí hasta entrar al lugar en el que Logan y yo nos uníamos más. Recuerdo la primera vez que Logan me enseñó a fumar, y en vez de eso, sólo estuve ahogandome un par de minutos.

También recuerdo cuando nos metimos al lago. Quería besar a Logan ahí, pero nunca lo mencioné. Creo que fue aquí donde Logan me conquistó. Y aquellas pláticas que teníamos él en su ventana y yo en el balcón.

Caminé lentamente por el lugar, observé las canoas que flotaban a la orilla del lago, las ardillas que rodeaban los árboles y los pájaros que volaban a lo largo del lugar. El sonido del agua se escuchaba lejano y eso me relajaba y hacía que mis nervios no fueran tan intensos.

Hasta que lo vi.

Sentí una descarga eléctrica en todo mi cuerpo. Respiré profundamente y caminé hasta él.

Logan estaba sentado, apoyado en un árbol, con vista al lago. El gorro de su abrigo lo tenía puesto, por lo cual no divisaba su rostro.

El humo de un cigarrillo flotaba en el aire. Sonreí.

Él realmente estaba frente a mí.

Cuando llegué a su lado, susurré:

—Logan, estoy aquí.

Pero no respondió. No había cambiado.

—Logan— Dije más fuerte.

Seguía sin responder.

Me puse frente a él, pero Logan tenía los ojos cerrados. El cigarrillo estaba tirado a un lado de su mano.

Logan estaba frío y pálido. Sus labios no tenían color, sus párpados cerraban el azul de sus pupilas.

—¿Logan?— Moví su cuerpo con brusquedad. —Logan por favor, despierta. Logan, todo está bien. Estoy aquí.

Pero Logan no despertaba.

Comencé a llorar, sentía que me desvanecía en ese momento. No sabía qué hacer. Mis sollozos se apoderaban del silencio y Logan seguía sin moverse.

Él no respiraba.

Él ya no estaba ahí, sólo su cadáver.

Logan estaba muerto.

Grité sin poder evitarlo, todo este tiempo Logan que estuvo ausente, fue sólo para prepararme para lo que venía, para lo que él tenía preparado. 

Logan ya no estaba ahí, realmente ya no. Y todas esas fantasías que había creado con él,  desaparecieron en ese momento.

Y supe en ese momento, que Logan fue una aventura. Él había hecho sin querer una, una muy hermosa, una que jamás olvidaré, porque de eso se trataba desde el principio... Y Logan pudo dármela. 

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FALTA EL EPÍLOGO :')

Lo que nos uníaWhere stories live. Discover now