Veintidós días después

1.5K 96 13
                                    

Mi mamá me llevaba la comida a la cama cada mañana y me repetía que Logan iba a volver.

No sé qué me pasaba, estaba demasiada joven para deprimirme por una persona, quizás por un primer amor. Y eso era el punto, ¿no? Pero no me daba cuenta que lo estaba llevando muy a fondo.

Me veía al espejo y sentía que esa no era yo; aquella chica del espejo tenía ojeras, sus labios estaban secos y su cuerpo adelgazaba a medida que pasaba los días. Y un remordimiento dominaba sus expresiones.

En los pasillos de Bolívar me daban paso para no chocar conmigo. En la cafetería, Hayes era el único que se sentaba en la mesa para veinte personas. Él era el único que hablaba en todo el rato, hasta que me iba de allí y lo dejaba sin decir nada, mientras él iba llegando al final de cualquier anécdota que me contaba siempre. Quizás él lo hacía por lástima, o quizás para darme entender que iba estar a mi lado todos los días de toda mi triste existencia. Pero sin más, lo dejaba.

Papá bajó de puesto en su trabajo para estar más tiempo conmigo y con mi mamá. Ellos me sacaban alguna sonrisa o a veces una lágrima cuando me decían que les contara sobre Logan.

Todo era difícil. En todos lados.

Nunca me despedí de él, pero Logan jamás dio indicios de irse... ¿o sí? No, no lo creo... No estoy segura.

Antes de sumergirme en mis pensamientos, mi celular vibró en la mesa de mi habitación.

—¿Hola?— Respondí.

—Llegaré a tu casa en diez minutos— Contestó Hayes en tono feliz.

—Bueno, yo... yo... Está bien, aquí te espero.

Y colgué.

Cuando Hayes ya estaba en mi habitación, tenía una maleta negra consigo, colgada con una tira sobre su hombro izquierdo. Se veía pesada.

—¿Qué es eso?— Pregunté.

—Encontraremos a Logan. Lo haremos, Lindsey— Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Por qué haces esto?— Cuestioné, aunque no estaba muy segura si debía hacerlo.

—Por ti. Y por Logan— Y fue lo único que dijo, para después sacar un mapamundi de la maleta, seguido de un hilo rojo con varios corchos del mismo color.

—¿Qué haces?

—Tú conoces a Logan, ¿cierto? Bueno, no importa. Logan a veces puede ser muy impredecible, pero a veces no lo es..., a veces es muy obvio con sus palabras— Dio una pequeña respiración—; Tú sabrás por dónde Logan iría aquí— Señaló el mapa. —Porque esto— ahora señaló mi corazón—, te lo dirá. Quizás no ahora, quizás necesites pensar. Pero tú vas a encontrarlo.

_____________________

Holaaaaaaaaaa, siento no haber actualizado y ni contestado ningún comentario, pero no he tenido tiempo y siento que a partir de ahora esta historia necesita ser contada bien, así que, ya saben. Lo siento.

Pero aquí está :) 


GRACIAS POR SU APOYO, LOS AMO MUCHO.

Lo que nos uníaWhere stories live. Discover now