Capitulo 4: ¿Cuál es la rata que camina con dos patas?

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-        Entonces te gustan las chicas que sean seguras de sí mismas antes que las que son femeninas – concluyo Taylor

-        Pues sí, lo femenino no creo que me llame mucho la atención, es mejor una chica que sea ruda y cosas así, puedes tener más en común con alguien así que con una que sea femenina.

-        Pero son más rudas, es más difícil coquetear con ellas.

-        ¿y a quién le gusta las cosas fáciles?

-        ¿enserio? A ver, intenta coquetearme – me reto Taylor y se acomodo el cabello, estirándolo hasta que se le viera más largo, después hizo una voz de mujer, muy femenina - ¿crees poder?

-        ¿Taylor?… - le pregunté asustado.

-        Intenta romper el hielo – me dijo con su voz femenina.

-        Amm… bueno… una adivinanza, eso siempre funciona – le dije feliz.

 

Taylor…

Pero ¿quién rompe el hielo con una adivinanza? Si no es graciosa, olvídalo, estas frito. Cuando me dijo que intentaría una adivinanza me puse atenta y lo escuche.

-        ¿Cuál es la rata que camina con dos patas? – me preguntó y comencé a reírme, no de la adivinanza, sino de su cara tan graciosa que ponía.

-        No sé – le dije con una sonrisa.

-        Pues Mickey Mouse – me dijo riéndose.

-        Eso sonó muy tonto – le dije haciendo mi voz femenina que antes tenía.

-        Bueno, otra. Amm… ¿Cuál es el pato que camina con dos patas? – me volvió a preguntar con la misma sonrisa idiota. Lógicamente tenía que arruinarle el chiste y la respuesta era obvia.

-        El Pato Donald – le respondí con una sonrisa de satisfacción, pues ya sabía que le había arruinada su adivinanza.

-        No, todos los patos caminan el dos patas – me respondió riéndose y yo estaba con mi cara de asombro, pero qué estúpida soy, ¡es verdad! Después comencé a reírme.

-        Bueno, tal parece que si podría romper el hielo, hasta con una chica ruda. Basta de descanso. Vamos a practicar – me dijo feliz y me dio una nalgada. Así es, me golpeo el trasero a propósito mientras se reía.

-        ¿Pero qué chingados te pasa? – dije enojada y le di una cachetada y él se asusto.

-        Tranquilízate, Taylor – me dijo asustado.

-        ¡no me vuelvas a faltar el respeto! – le dije furiosa.

-        Perdón, no volveré a hacer algo así – me dijo avergonzado.

 

El resto de la tarde sólo estábamos entrenando, sin decirnos nada, era notorio que estaba furiosa y ni Harry quería hablarme. Cuando terminamos de practicar me fui a mi casa y él me acompañó, pero no en el camino nos dirigimos la palabra.

Cuando salí de tomar un baño me quede acostada en mi cama, me puse a pensar en lo que había pasado hoy, no, no me refiero a la nalgada, eso lo quiero olvidar lo más pronto posible. Me quedaba pensando en lo que me decía, dijo que le gustaban las chicas de cabello corto ¿será una indirecta para mí? Digo es obvio que mi cabello es corto, pero… ¿le gustó?

Tenemos una semana de conocernos y sin duda ya somos muy unidos, seguramente no han de sobrar los chismes en la escuela diciendo que que estamos saliendo. Claro, por algo son chismes. Enserio que los chismes me divierten, me entero de tantas cosas que ni sabía que había hecho.

 

 El celular de Taylor sonó, era un SMS, ella lo miró para ver qué era. Se lo había envidado Harry y él le preguntaba algo:

Mañana a la escuela, el entrenador acaba de hablarme y me dijo que quiere ver cómo juegas.

 Taylor le respondió un simple “ok”  y se quedo profundamente dormida… esperando la mañana siguiente.

Harry…

Taylor ya tiene 15 minutos de retraso y eso ya hizo que el entrenador se enojará. Estuve hablando con él y le decía que yo mismo lo entrené que enserio Taylor es muy bueno. Cuando por fin llego Taylor de disculpo y dijo que había mucho tráfico que lo disculparán el entrenador sólo dijo que quería verlo jugar, se dirigió hacia mí y me dijo que iba a jugar contra mí.

Me fui rápido a los vestidores y me cambie, Taylor tenía allí su maleta, solo le di un vistazo pero había algo que llamo mi atención, vi algo que tenia estampados de leopardo, se me hizo raro y abrí su maleta… era ropa interior. Me asuste mucho, ¿por qué Taylor tendría ropa interior de mujer en su maleta? Era obvio que me estaba tardando, así que comencé a cambiarme y llego Taylor, él se asusto y me pidió disculpas:

-        Perdón, es que te estabas tardando – dijo él y se dio media vuelta para irse, pero lo sujeté del brazo, lo miré y le pregunte algo

-        Taylor ¿por qué tienes ropa interior de mujer con estampados de leopardo?

-        ¿qué? – se ruborizo por completo y continuo – no debes de estar viendo mi maleta, tarado – me dijo enojado.

Tomo su maleta y se fue. Después de eso ya estaba listo para tener una partida con Taylor. Jugamos muy bien. Taylor estaba enojado conmigo y eso hizo que él diera buenos golpes. El entrenador le dijo que estaría en el torneo, pero aun así quería que practicará más, pues su puesto no esta tan asegurado, si él ve que Gwen es mejor que él, ella le quitaría el puesto

Soy una ChicaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz