Capitulo 24

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Sarah miró con preocupación a Anippe mientras terminaba un bordado en una de las ropitas de Amenophis. Las chicas se habían ofrecido a hacerlo, pero ella quería hacerlo por su cuenta, después de todo seguía siendo su bebé. Pero Anippe la estaba asustando bastante. Había llegado hacía unas dos horas se había tumbado en el diván y llevaba ahí tirada sin hablar desde entonces. Tenía los ojos levemente entreabiertos pero parecía dormida.

Femi se acercó y la tocó en el hombro.

-¿Princesa Anippe, se encuentra bien?

Anippe se enderezó de pronto y miró alrededor con un gesto de extrañeza. Parecía tan confundida y perdida.

-¿Cuándo he llegado yo aquí?-dijo en un tono totalmente adormilado. Parecía tan desaliñada y tenía unas enormes ojeras en sus ojos. Como si su maquillaje se hubiese corrido-¿Y cuánto tiempo llevo aquí?

-Unas dos horas, suma sacerdotisa-dijo Sarah, para disimular delante de las chicas- Y creo que intentaba llegar a su dormitorio cuando entró en el mío por error, los guardias de la puerta la dejaron entrar.

Anippe se enderezó y bostezó. Se estiró totalmente y recolocó sus brazaletes.

-Con tantas ceremonias últimamente no duermo demasiado-dijo Anippe. Luego la miró- Y no sólo son las normales por la crecida del Nilo, sino que ahora tengo que hacer las ceremonias en agradecimiento de que los dioses nos hayan entregado un heredero. Y con un sumo sacerdote inexperto, estoy cargando con más ceremonias de las que me corresponden.

-Trabajas demasiado-dijo Sarah. Mirándola con esos ojos de madre que estaba aprendiendo a perfeccionar- ¿No podrías pasarles parte de tus responsabilidades a los sacerdotes menores?

-Es que no me sentiría bien si no lo hiciese todo yo misma-dijo Anippe con gesto culpable-Pero por suerte ahora ya se ha acabado. Y sobreviví.

Tenía una expresión de orgullo en su rostro mientras lo decía. Parecía tan ilusionada. Tan contenta de que todo ese trabajo por fin se hubiese acabado. No quería romper ese pequeño momento de felicidad.

-Hasta que llegue el momento de la siembra y las ceremonias para pedir grandes cosechas-dijo Femi, haciendo que Anippe pareciera más cansada aun que antes. Sarah y el resto la miraron casi sin pestañear-Pero aún queda mucho para eso... ¡No se deprima, por favor princesa!

Anippe de pronto alzó la cabeza y miró alrededor, dándose cuenta de las nuevas chicas que había en el dormitorio. Como si no hubiese reparado en ellas anteriormente, lo que era posible porque estaba totalmente acostumbrada a tener servicio atendiéndola, y jóvenes sacerdotisas a su alrededor.

-Me gustaría hablar a solas con vuestra señora ¿Podríais salir fuera de la habitación unos minutos?-dijo con una sonrisa dulce y cansada a partes iguales.

Las chicas se despidieron y salieron rápidamente de la habitación dejándolas a solas. Sarah se levantó y miró a Anippe mientras la veía servirse una copa de vino endulzado con miel.

-Me gustan tus nuevas criadas, antes no tenías categoría suficiente como para tener más que esclavas o comunes como doncellas, y ahora son de la nobleza. Y una de ellas de la línea real. Los privilegios de ser la madre del futuro faraón.

-Gracias, son encantadoras. Aunque no sustituyen a Asenath y Sefora. Pero son estupendas-dijo Sarah- ¿Tu no eras totalmente contraria a beber vino?

-Los tiempos cambian, necesito energía extra. Ví a tu primogénito durante los días que estuviste inconsciente. Es precioso. Lamento no haber podido venir antes a verte, con todo lo que tenías encima necesitabas a una amiga.

La novia del faraón [Terminada]Where stories live. Discover now