Capitulo 5

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Sarah Grey podía reconocer que no era la persona más pudorosa del mundo, pero no había visto a un hombre desnudo en vivo y en directo desde que en el instituto se coló en el vestuario de los chicos. Fue una apuesta y descubrió que los atributos masculinos de Jake Collins eran tal y como decían los rumores, enanos en comparación con su cuerpo por culpa de los esteroides que luego se supo que tomaba. Y aunque los egipcios no llevaban mucha ropa, verlos desnudos, y excitados, era otra cosa. Y realmente el faraón no tenía nada que envidiarle a otro hombre, su masculinidad dejaría a muchos acomplejados.

Sarah Grey no podía ponerse más roja de lo que ya estaba al ver al faraón Senusnet meterse en el baño. El hombre era puro músculo y ella no estaba acostumbrada. Además era la persona menos pudorosa que había visto en su vida. Rápidamente llego a la conclusión de que él no se avergonzaba de su cuerpo y no le importaba exhibirlo para su placer personal. Y el de aquellas que lo contemplasen

-¿Qué ocurre, concubina?-dijo el faraón al verla parada algo lejos de donde él se estaba bañando. A unos cuatro metros, lo suficiente para que el agua le tapase un poco. Pero no estaba lo suficientemente lejos como para no ver su forma levemente difuminada-Ven aquí.

Sarah se acercó, sintiendo su rostro enrojecer aun más de lo que había estado segundos antes. Él la miraba con un gesto divertido, como intentaba a toda costa no mirarle de cintura para abajo. El faraón le dio lo que parecía ser un paño enjabonado y ella se concentró en eso, intentando no retorcerlo entre sus manos por culpa de su nerviosismo.

-Límpiame la espalda-Sarah empezó a hacer la tarea encomendada lo más rápidamente que pudo. Después de boquear un poco y tener que soportar una irritante sensación de timidez que la embargó por completo- ¿Qué te pasa?

-Yo nunca antes ver a un hombre desnudo-dijo como pudo entre la vergüenza que la invadía por dentro. Eso estaba haciendo que su dominio del idioma fallase más que de costumbre. Se intentó concentrar a través de la gruesa capa de vergüenza que la recubría.

-¿No sabes hablar egipcio?-dijo el faraón girándose hacia ella. La miró con curiosidad, parecía como si se estuviese deleitando ante la vista de un animal extraño. A ella le estaba empezando a molestar profundamente que todo el mundo la mirase de esa manera-Ahora límpiame el pecho.

-Yo no saber antes, llevo dos meses aprendiendo la lengua. Aun no la domino del todo. Entender más de lo que poder hablar, pero sé leer y escribir en egipcio-se centró en los movimientos del paño y sus dedos en lugar de en el pecho, bien depilado, del hombre desnudo a su lado.

-¿De qué país eres?-dijo el hombre mirándola a los ojos, un esfuerzo desesperado de Sarah para no bajar la mirada hacia la entrepierna del hombre. No le estaba sirviendo de mucho, pero cualquier ayuda era bien recibida.

-Muy lejano, más allá del mar-dijo mientras sentía las manos del faraón posarse sobre sus caderas. Se intentó revolver, pero él era muy fuerte. La arrastró un poco más cerca de él. Hasta que sus caderas se sumergieron en el agua. La falda se mojó rápidamente y se convirtió en una capa protectora para su visión-Yo soy virgen, ningún hombre me ha tocado jamás.

"Eso está claro, te estás comportando como una monja, sacerdotisa. Cuanto mejor sea vuestra relación más poder tendrás, y no me refiero sólo al plano físico. Empieza a mover ese culito que los dioses te han dado, y cread un fuerte amor"

-Me gusta, quiero que mi concubina no haya sido tocada por ningún otro hombre. Esta noche te haré mía oficialmente. Después del banquete de bienvenida.

El hombre repitió el gesto que todo el mundo parecía hacer y levantó unos mechones de su cabello para verlos a la poca luz del sol que quedaba. Apoyó su mano contra la espalda de Sarah y le empujó contra su pecho húmedo. Ella puso sus manos para evitar un contacto más directo.

La novia del faraón [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora