Ya no será lo mismo

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Después de terminar la bebida, me apoyé con ambas manos sobre la encimera de la cocina, cerré los ojos por un momento, respiré profundo pero se cortó cuando sentí unas manos envolverse en mi cintura, unos pechos contra mi espalda y un aroma a fresas mezclada con olor a orgasmos que invadió mis fosas nasales de inmediato.


Una de sus manos se quedó apretando mi cintura mientras la otra viajaba por mi brazo, mi hombro, mi nuca. Al llegar allí, alejó mi cabello y sentí como su respiración me golpeaba y luego como sus labios me acariciaban, dándome un escalofrió por todo el cuerpo y emitiendo un pequeño e imperceptible jadeo.


"¿Por qué tardas tanto?" Me preguntó y comenzó a picotearme.


Me estaba haciendo cosquillas y no pude responder. Me volteó hacia ella y su rostro quedó a centimetros del mío. A la luz de la cocina pude ver claramente sus mejillas sonrosadas y sus labios hinchados que la hacían ver absolutamente sexy.


"Lexa, quiero seguir" murmuró acercándose más, haciendo que nuestros pechos se rozaran. Nos miramos directo a los ojos mientras ella iba cortando la distancia, su nariz rozó la mía y juntó su frente con la mía. El silencio reinó en la cocina. No había necesidad de decir nada... de palabaras... de hablar. Sus labios rozaron los míos suavemente y no lo pude soportar. La ataqué, inicié el beso... esta vez lento. Necesitaba sentirla. Clarke soltó un gemido y recargó todo su peso sobre mí, profundizando el beso. Cuando sentí su lengua entrando en mi boca, me volví a humedecer y mi cuerpo empezó a calentarse de nuevo.


Dejamos el beso, Clarke se alejó un poco y se quitó la sabana, dejándola caer al suelo. Demonios, sus pezones estaban de nuevo erectos... se veían extremadamente duros, implorando ser acariciados, chupados... comidos. Sonrió al ver que mordí los labios y alargó la mano hacia mi bata, la desató y la abrió un poco para acariciar con sus dedos entre mis pechos. Su toque hizo que mis pezones se hicieran sensibles y empezarán a ponerse duros.


Jugueteó con la curva de mis pechos y finalmente atrapó uno de mis pechos con toda su mano. Cerré los ojos mientras sentia su lengua en mi cuello. Diablos... "Clarke detente, estamos en la cocina" Mi voz sonó entre-cortada.


"Shhh" Susurró en mi cuello y puso un dedo en mi boca "no rompas este momento... Te debo algunos orgasmos" Siguió recorriendo mi cuello, fue bajando por el espacio entre mis pechos y por último atrapó mi pezón con su lengua; mientras su otra mano seguía jugueteando con mi otro pecho. Mi respiración se entrecortaba y mi excitación se hacía más fuerte.


Me quitó la bata mientras su boca soltaba mi pezón y bajó por mi abdomen dejando besos húmedos, se inclinó hacia mis piernas y fue besuqueándolas poco a poco... subiendo lentamente por mis mulos. Yo lo deseaba con todas mis fuerzas...deseaba que llegará con su lengua a mi coño.


Finalmente lo hizo, y me dio una lamida. Su delicioso toque me hizo perder de nuevo la noción y abrí las piernas, sintiendo como introducía su lengua entre mis pliegues. Se arrodilló por completo y se aferró a mis glúteos para empezar a penetrarme de nuevo.


Me sostuve fuerte de la encimera y agarré un pedazo de su cabello. Esto era demasiado para mí. La lengua de Clarke trabajaba tan bien que no lo podía soportar. La cocina se inundó de mis gemidos acompañados de sus pequeños y no tan fuerte quejidos. Atrapó mi clítoris con sus labios y sentí sus dedos dentro de mí, entrando y saliendo constantemente. El éxtasis me envolvió, comencé a temblar hasta que finalmente exploté y perdí la fuerza en mis piernas. Clarke de inmediato se puso de pie, me sostuvo de las caderas y tiró mis manos a su cuello, jadeando... suspirando.


Ella me sostuvo por un rato hasta que logré recuperarme, y la poca fuerza que me quedaba volvía. Recogió la bata del suelo, me la puso por los hombros y me llevó hasta uno de los asientos del comedor. Me quedé mirándola mientras recogía su sabana del suelo, se la puso, abrió el refrigerador y sacó más latas de red bull.


Nuevamente se acercó a mí, se inclinó para darme un pico y tomó mi mano. "Vámonos, Lexa" Cada vez que me llamaba, su voz sonaba llena de dulzura.


"¿A dónde vamos?" Pregunté. Sonó como un susurro. Ya ni tenía voz. No dijo nada y me jaló sacándome de la cocina. Cuando estábamos a punto de subir las escaleras, se volteó para mirarme y habló "Creo que es mejor si seguimos en otro lado..."


Me dejé llevar por ella y volvimos a entrar a su habitación. Me tumbó a la cama y... me resigné, cuatro horas no eran suficientes para ésta chica. sin duda, esto duraría el resto de la mañana.


...

[CLEXA] BABY I'AM BE YOUR GIRLFRIEND / AdaptaciónWhere stories live. Discover now