Ya no será lo mismo

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Clarke soltó una risita todavía con mi pezón en su boca, lo estiró con sus labios y lo soltó para subir a mi rostro. "Estas muy mojada Lexa y eso me encanta" Besó mi nariz, mis labios y fue descendiendo hasta que su rostro quedó entre mis piernas donde también dejó una ráfaga de besos que me hicieron temblar.


Me agarré de las sabanas lo más fuerte que pude tan pronto como sentí su lengua rozarme sobre mis pliegues una y otra vez hasta que finalmente los atrapó con su boca, succionando. Sus manos buscaron las mías y yo solté las sabanas para entrelazarlas fuertemente con las suyas; mientras sentía como introducía su lengua. Empezó a moverla dentro de mí repetidas veces. Me estaba enloqueciendo, necesitaba sentirla más. Comencé a mover las caderas contra su lengua y a gemir constantemente.


Dejó de jugar con su lengua y besó mi inflamado clítoris para luego atraparlo entre sus labios, succionándolo repetidas veces con dulzura. De repente, sentí como comenzó a penetrarme suavemente con sus dedos, intensificando el ritmo cada vez más mientras su boca seguía haciendo aquel buen trabajo en mi clítoris.


Los gemidos que salían de mi inundaron la habitación de Clarke. Su nombre salía de mis labios, y entre gemidos, le pedía que no se detuviera. La mente se me nubló y en ese momento empecé a temblar anunciando la llegada de mi orgasmo. Exploté aún con Clarke entre mis piernas. Ella detuvo los movimientos de su mano, sacándola de mí y comenzó a lamer mis pliegues, mi clítoris, mis muslos sin dejar rastro de aquellos fluidos provenientes de mi orgasmo.


Ella gateó sobre la cama y se dejó caer a mi lado, mirándome jadear intensamente. Esperó a que me recuperara un poco y se acercó a mis labios susurrando "Sabes delicioso, Lexa" Lamió la comisura de mis labios para después entrar completamente en mi boca, su lengua, sus dientes... comiéndome la boca.


Un rato después, dejamos de besarnos, Clarke entrelazó sus piernas con las mías y tiró una mano sobre mis pechos, acariciando y haciendo círculos con sus dedos en mis pezones. Mis parpados iban cayendo poco a poco por la sensación de sus caricias. Habíamos estado haciendo esto... por horas. De eso estaba segura, sin detenernos un solo segundo. Me sentía cansada, como si me hubieran golpeado y la boca la tenía seca; no entendía como Clarke seguía como si nada, aun tocándome. Su energía estaba a mil.


La miré, seguía haciendo círculos en mis pezones pero ahora tenía los ojos cerrados. Con suavidad zafé sus piernas de las mías, quité su mano de mi pecho y comencé a salir de la cama pero su mano en mi brazo me detuvo y volteé a mirarla de nuevo.


"¿A dónde vas?" Preguntó, noté preocupación en sus ojos.


"A la cocina, necesito tomar algo ¿Tú... quieres una bebida?".


Me quedó mirando por unos segundos, asintió y fue soltándome lentamente. Me levanté de la cama y de su closet saqué una de sus batas de baño para ponérmela, todo bajo su mirada. La miré de nuevo cuando ya estaba saliendo de su habitación y me regaló una sonrisa que nuevamente me dejó aturdida. Esas sonrisas hacían que mi corazón latiera sin control. Le guiñé un ojo y desaparecí de su habitación.


Bajo la oscuridad del pasillo y las escaleras, logré bajar el último escalón y me dirigí a la cocina, abrí el refrigerador; había cantidad de bebidas pero necesitaba una que me levantara. Tomé una lata de red bull, la abrí, cerré el refrigerador y le di un sorbo a la bebida, disfrutando de como refrescaba mi boca, mi garganta y de como acaba con la resequedad. Miré la hora: 4 am. Wow... Cuatro horas de actividad y el tiempo se había pasado tan rápido.

[CLEXA] BABY I'AM BE YOUR GIRLFRIEND / AdaptaciónWhere stories live. Discover now