Where's my love? [Reylo A.U.] [Lemon/Smut]

17

Cuando llegó la hora Rey fue hasta su habitación, sin darse cuenta dejó salir al conejo negro que corrió de inmediato a las plantas. Kylo  ya se estaba terminando de vestir cuando vio la extraña criatura negra, quee por la impresión lo hizo caer de nuevo en el sillón pegando un leve grito.
Rey se asomó  desde su habitación para ver qué ocurría,  dejo escapar una leve risa de burla al ver como ese enorme hombre era asustado por un animal tan chiquito.
-¿Qué es eso?-  preguntó aún en el sillón.
-Un conejo, es mi amigo.- respondió ella  regresando.
Él negó con la cabeza,  se puso de pie y fue a la cocina para servirse un vaso con agua.  Al verlo el conejito corrió saltando hasta él y se lanzó a morder las suelas de sus zapatos, el hombre se agachó para hacerlo a un lado y  camino hasta el estudio de Rey, admiro sus nuevos cuadros entre ellos se encontró un retrato del conejo, la pintura aún estaba fresca; miro un par más y encontró un retrato suyo, lo miro un largo momento. Parece una fotografía, pensó.
Cuando se dio la vuelta se encontró de nuevo con el conejo que no le quitaba los ojos de encima. ¿Como te llamarás?,  se pregunto, debe ser algo cursi como pelusa o black, se volvió agachar para acariciarlo y en cuanto le puso la mano encima el dientudo animalito lo mordió provocándole una pequeña herida. Antes de que Ren le pudiera hacer algo el animal, este  huyó saltando de un lado al otro dentro del estudio.
-Hump…-  soltó mientras inspeccionaba su herida-… debes acostumbrarte a compartirla-  dijo en voz baja.
El conejito seguía dando vueltas en la habitación, mordía la madera de los marcos para los lienzos, mientras jugueteaba encontró un tubo de pintura y lo comenzó a masticar sin que Ren se diera cuenta.
Rey entró a la habitación y en cuanto vio lo que hacía el conejito gritó preocupada.
-¡Kylo! ¡No!.
- Pero si yo no he hecho nada.- ella entró a la habitación y fue directo hasta donde estaba el conejo.
-Tu no, el conejo.
-No le hice nada al conejo.
-Llévame, por favor. Debe verlo un médico.- Rey tomó una de sus franelas y comenzó a quitarle los restos de pintura de su diminuta boca mientras caminaba en dirección a la puerta.
Kylo no objetó, sólo pasó a la sala a recoger sus llaves para poderla llevar. El estado del conejito comenzó a empeorar, vomitaba restos de pintura con parte de hojas de lechuga. El rostro de Rey se veía preocupado al ver a su mascota sufrir.
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No pasaron más de diez minutos antes de que llegará a la clínica veterinaria más cercana. En cuanto llegaron el médico comenzó a atender al conejito.
-¿Qué le ocurrió?- preguntó mientras tocaba el estómago de animalito.
-Entró a mi estudio y se comió la mayor parte de uno de mis tubos de pintura.
- Muy bien, sólo debemos lavarle el estómago.- Respondió el médico mientras comenzaba a llenar un documento con los datos. -¿Cómo se llama?- Rey miró un poco avergonzada a su acompañante y después habló en voz baja.
-Kylo…
-Dime.- Respondió Ren.
- No tú. El nombre del conejo es Kylo.- Rey agachó la mirada para no ver la reacción confundida del hombre. El médico sólo sonreía ante tal escena, fingía ignorarlos pero le parecía gracioso ver una pareja tan inusual.
-Eso es todo por ahora,- dijo el médico mientras pasaba una mano por el pelaje del conejo Kylo- Salgan un momento y cuando termine los llamaré.
La castaña asintió, aún estaba preocupada por su amiguito peludo, Kylo le colocó una mano en el hombro para darle un poco de consuelo. Aun no olvidaba que debía reclamar el que le haya  puesto su nombre al conejo. Pero sería cuando estuviera bien,  cuando el médico veterinario le haya dado de alta.
Mientras esperaban Rey se apartó y llamó por teléfono a Pashma para avisar que se retrasará.
-Rey, discúlpame. Entiendo la situación pero debes terminar la producción de hoy. Todos te es tan esperando.- dijo la rubia a través del teléfono.
-Lo sé.- Respondió ella preocupada.
-Puedes pedir que lo cuiden ¿no? Que te informen cuando esté mejor y por la noche pasar a recogerlo.
- Eso intentaré.- contestó pensativa, por ningún motivo quería dejar al pequeño Kylo sólo. -Diles a mis Pintores que terminen el fondo como les indique. Estaré ahí lo antes posible.- presionó el botón rojo que indicaba el fin de la llamada. Se mordía la uña de su dedo  pulgar pensativa en que hacer, parecía que lo que le había sugerido Pashma era la mejor idea.
Regresó con Kylo, debía pedirle que la llevara de vuelta a la empresa. Lo miró sentado en una de las bancas, se quedó admirándolo por unos segundos hasta que sus miradas se cruzaron. Se puso de pie y caminó hasta ella.
-Debo regresar, necesito terminar el trabajo de esta tarde.
-Te llevaré.- no fue necesario que le pidiera llevarla. Ahora sólo debía hablar con la recepcionista para que cuidara de su amiguito hasta que volviera por él en la noche.
Se dirigió a la mujer, era de baja estatura. Debía verla hacía abajo.
-Disculpe, quiero pagar la consulta de mi amiguito.
-Por supuesto. En cuanto el doctor terminé se le hará el cobro.
-Necesito ir a mi trabajo, quisiera saber si puede cuidarlo hasta que vuelva. Claro… pagaré lo justo por eso.
- No es necesario, Rey.- interrumpió Kylo te l levaré a la empresa, después volveré por el conejo y lo llevaré a tu casa.
-¿en serio?
-Si, así que vámonos.
Rey agradeció a la recepcionista y salió junto con Kylo. Él la llevó a la empresa, que no estaba lejos, sin despedirse y recibiendo la llaves de Rey se dio la vuelta y regreso a la clínica.
Cuando entró, Ya lo estaban esperando, El conejito estaba en una jaula. Ya había comenzado a ser el mismo inquieto.
-Sólo debe beber agua hoy, -dijo el médico- su estomago está delicado, así que esta será su dieta un par de días.
Ren recibió una hoja con instrucciones precisas sobre los cuidados del conejito.  Agradeció, pagó la cuenta y se marchó con el animal entre los brazos. Un forcejeo con sus patas de atrás casi hacía que lo dejará caer antes de llegar al auto.
-Tranquilo,- le dijo Ren -Si te portas bien te prometo que te pondré vídeos de Lola Bunny.
El conejillo lo miro ante tal proposición. Al subirlo en el asiento trasero del auto comenzó a brincotear en busca de algo que masticar. 
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En cuanto Ren dejó libre a Kylo en el departamento de Rey, se puso a buscar las plantas para masticar, cuando  el hombre se dio cuenta puso las macetas en alto, haciendo que el conejo se enfurecida.
-Compórtate, criatura. Ó le diré a tu dueña que te has portado mal para, que te venda a un restaurante o algún lugar donde coman conejo.
Al escuchar eso el conejo fue directo a su cama, no sin antes pasar a beber un poco  de agua. Kylo se sentó de nuevo en el sofá, encendió la tv, comenzó a cambiar de canal hasta que llegó a uno donde transmitían aquella película en la que mezclan animación y actuación, Space Jam, al escuchar las animadas voces el conejo se acomodó junto a él y se acostó a su lado. Ambos vieron la película hasta quedarse dormidos.