Capítulo 16: Hasta el final.

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-Estoy aquí papa, solo tienes que aguantar un poco más, que lo vamos a conseguir, estamos picando como locos, y ya escuchamos a los serbios ahí al lado.-Le sonrió Denver, sin querer aceptar que el tiempo de su padre se acababa mientras este rodeado por sus compañeros, sus amigos, su familia.

-Claro que si, tu tranquilo.-Musitó apenas audible Moscu, un hilo de voz.

-Papa, aquello que te dije, de que te odiaba. A mi eso no me sale contigo, no me sale odiarte, ¿Vale?.

-Vale, tranquilo.

-Hiciste lo que tenias que hacer con mama, y a mi odiarte no me sale.-Soltó Denver conteniendose el llanto, entonces Moscu sonriendole antes de llamar a Monica.

-Te doy 300 millones si te lo quedas. Este tío es un trasto.-Murmuró haciéndolos reír.-Te lo traje aquí, pero, ahora me voy a ir de vacaciones. Cuidalo.

-Claro que si.-Asintió Monica, como a todos, siendole difícil contener el llanto.

-Señores...-Esta vez habló para todos, sus ojos apenas manteniéndose abiertos.-...Que no me he presentado, Agustín Ramos, y a sido un placer.-Entonces miró a su hijo, llorando a más no poder.-Te quiero.

-Yo tambien te quiero, papa, mucho. Y no voy a dejar que te vayas, Rio trae todos los explosivos que tengamos que voy a explotar ese túnel como sea.

-No.-Lo detuvo Moscu, negando con la cabeza ya casi sin fuerzas.-Si revientas el tunel, los entierras a todos. Hay que seguir pa lante, y acuérdate, sin retrovisores.

-Me acuerdo. Pero no se si voy a poder.

-Te quiero.

-Yo a ti también.-Musitó Denver, y fue lo último que Moscu pudo escuchar antes de que sus ojos se cerraran, y la vida se fuera de su cuerpo, y entre el silencio y los sollozos de sus compañeros, Denver le canto aquella canción que cantaron juntos en Toledo, en el momento más feliz y en paz de su vida, los vitores y los aplausos olvidados, ya solo quedando las lágrimas.

Cuando el profesor escuchó la noticia de parte de Berlín, por que Samara no volvió a hablar, ni a hacer nada más que llorar, las lágrimas también cayeron en su rostro, por que en un plan perfecto no habian afectos, no habia cariño, y habian fallado desde el principio, por que se querían unos a otros, y la pérdida, estaba doliendo más que nada.

Su plan perfecto jamás lo fue, y todo el tiempo no estuvieron más que jugando con la suerte, una que esperaba no terminara antes de poder sacarlos de ese lugar. Aun así, tomaron el tiempo necesario para despedirse de Oslo, y Moscu, Denver, poniendo sus cuerpo en cajones para un último adiós, Denver diciendo sus oraciones, antes de tener que dejarlos atrás.

Un par de horas más tarde, el túnel fue terminado, y el profesor entró en la fábrica de moneda y timbre, dando un cálido abrazo a Berlin, y uno a Samara, quienes fueron los primeros en recibirlo junto a Nairobi, y fue entonces cuando el pudo ver su plan en la realidad, más que un sueño distante, siendo una verdad en sus manos, y lloraron, se abrazaron, y se repusieron, antes de tener que volver a la libertad.

Ninguno descanso en transportar el dinero, quedándose sin tiempo casi cuando el profesor les informó que habian enviado unidades de asalto, iban a entrar a la fuerza, y ellos tenian que asegurarse de haber sacado el dinero, y haber salido antes de que eso pasara.

-¿Cómo está tu brazo?.-Preguntó Berlín al acercarse, cuando no hubo ningún rehén cerca, y dejando otro montón de dinero en sus manos, ella suspiró, volviendo a hablar por primera vez desde que habian perdido a Moscu.

-No puedo quejarme, no tenemos tiempo.-Respondió tomando otro, apenas haciendo una mueca, manteniéndose tan firme como podía en permanecer impasible, posando sus ojos azules en el.

Play with fire. [La Casa de Papel].Where stories live. Discover now