Capítulo 16: Hasta el final.

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Cada segundo, de cada hora que fue pasando, fue tortuoso, y aun así, la muchacha se aferró a cada uno, sin alejarse de Moscu, manteniendolo con ellos tanto como fuera posible, temiendo marcharse, y perderlo, consciente de que su corazon doleria demasiado si lo hacia.

-Quiero decirte algo Samara.-Murmuró Moscu, y cuando ella se inclinó mas cerca para escuchar su voz débil, el acarició su mejilla.-Me contaste todas las cosas malas, ¿Recuerdas?.

-Si, lo recuerdo. 

-Ya, pero no me dejaste responder ese día, si incluso después de saber todo lo malo, seguía estando orgulloso de ti, y a pesar de lo que me contaste, no veo a alguien malo, no eres solo los errores, yo veo a alguien que daria todo por quienes ama, y eso, todavía me hace sentir orgulloso de ti.-Le sonrió al decir, y las lágrimas terminaron cayendo por las mejillas de la muchacha al pensar en aquello como una dolorosa despedida.

-Eres el mejor padre que pude tener en toda mi vida, Moscu, no solo estos cinco meses, y sigo pensando lo mismo, Denver tiene mucha suerte de tenerte.-Musitó apenas audible, sonriendole con la tristeza aferrándose a sus ojos.-Pero por favor, no comiences a despedirte de mi, que saldremos de aquí juntos, y te pondrás bien.

-Vamos, que tu eres médico, sabes que no voy a sobrevivir a estos tres tiros, que ya he perdido mucha sangre, y no creo que haya mucho que hacerle.-Le dijo, y ella negó con la cabeza, sin querer escuchar sus palabras.

-No, no lo se.

-Lo sabes, pequeña.-La interrumpió mientras seguía negando con la cabeza.

-No quiero que mueras, Moscu.

-Ya no hay nada que hacer.-Repitió, y eso terminó de destrozarla, sin poder contener el llanto un segundo más, comanzando a llorar en silencio mientras seguía aferrándose a su mano, y Tokio tomaba el lugar contrario junto al hombre herido, de pronto escuchando sus palabras al mirar a la muchacha, toda su atención yendo entonces a ella.-Se lo he contado al chaval.

-¿El que?.-Preguntó Tokio confusa, aun así dedicándole una débil sonrisa, entonces Samara dándose cuenta del efecto de la morfina, y la perdida de sangre en Moscu.

-Lo que te hice. Que te abandoné en aquella rotonda de Martorell, he vuelto a ir por que soñé que estabas limpiando parabrisas, cogi el coche y conduje. Horas y horas. Por que quería solucionar mi error.-Comenzó a decir, lágrimas en sus ojos, y aunque Tokio le pidió que descansara, el continuó hablando.-Le mostré tu foto a todo el mundo que pasaba por allí, y ahora tu hijo me ha dicho que me odia.

-No, tu hijo te adora.-Le aseguró la castaña.-Da igual lo que diga en un calentón. Yo se que no te odia.

-Pero me lo merezco. Le quite a su madre.

-No, no, lo hiciste muy bien.-Negó Tokio, lágrimas inundando también su mirada.-Tienes un hijo maravilloso, fuerte, noble, y si es así, es gracias a ti.

-Hice lo que pude, cariño.-Sollozo Moscu, y ambas muchachas tuvieron que tomar una profunda respiración para contener el llanto mientras seguía hablando, con las últimas fuerzas .-Nunca he sido tan feliz, como el día que te conocí, si ahora tengo que ir a algún sitio, quisiera que fuera allí, a la fiesta del pueblo. y bailar contigo, juntos. Con la luna, bajo las luces de colores. Te amo, perdón, perdóname. Lo siento.

-Yo lo siento, yo.-Soltó Tokio entre lágrimas mientras Moscu sostenía su mejilla, y la pelinegra dejó ir la mano de Moscu.-Yo lo siento. Mucho.

-No hay tiempo.-Murmuró la muchacha al darse la vuelta, al verla Berlín acercándose, las manos de la pelinegra aferrándose a el al llorar desconsoladamente en su hombro, sosteniendose a el para no caer, entonces aceptando que era ese el momento de despedirse de Moscu, todos yendo a su lado para el último adiós, Denver acercándose a el junto a Monica, la única que habia podido convencerlo de subir.

Play with fire. [La Casa de Papel].Where stories live. Discover now