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Dos meses después...

Jane se sentó cerca de la ventana para sentir la brisa de la mañana, su cuerpo aún estaba adolorido por la última golpiza que le dió Charles.

Traía un dolor de cabeza insoportable sumado a la falta de visibilidad de un ojo que seguía inflamado,  quiso abrirlo pero sintió una punzada que la obligó a dejar de intentarlo.  Con esta vez, ya iban cinco veces que la golpeaba y  una era peor que la anterior. Jane apretó los puños de rabia ni en sus peores días  en el Hospicio la habían tratado así, todo porque había tratado de escapar aunque claro ese era motivo suficiente para que Charles se comportara como un verdadero cobarde y la golpeara como lo había hecho. 

En cada una de sus recuperaciones Jane rememoró su niñez, sus padres y con lágrimas en los ojos a sus dos grandes amores Ian y Alexander.   Exactamente, no sabía cuánto tiempo había pasado pero suponía que su cautiverio llegaba al mes o incluso más, se frotó suavemente la cabeza y se dirigió hacia la cama, al momento en que  la puerta  sonaba y se abría entrando Charles con una flor.

-No deberías estar levantada.

Jane giró lentamente la cabeza y con los ojos entrecerrados por los moretones visualizo su figura "Eres un cínico" pensó, recorriendo las sábanas para meterse a la cama.

-Sé que la última vez se me pasó la mano, mi intención no era dejarte en ese estado-  caminando hacia ella y sentándose a su lado. Charles extendió su mano con la intención de tocar sus mejillas. Jane no tenía fuerzas para alejar esa asquerosa mano, simplemente no se inmutó pero su lenguaje corporal decía lo contrario.

-Me tienes miedo y lo entiendo- dando un suspiro-Por eso te traigo esta rosa en señal de mi sincero arrepentimiento- dejándola en la mesita de noche.

-¿Que es lo que quieres?- con un hilo de voz.

-Te quiero a ti.

-Pero ya me tienes....Soy tu prisionera- con la voz entrecortada.

-Pero no así- manteniendo su mano en el rostro de Jane – Quiero que seas mi esposa, quiero que camines a mi lado ¡maldita sea! Quiero restregarle a Ian lo que no pudo hacer.

"Ian" sonaba tan lejano ese nombre que sólo en el último tiempo pudieron perdonarse. Jane no respondió a las insinuaciones de Charles hasta que éste manifestó algo que la hizo temblar.

–Estado investigando dónde estuviste este último tiempo, no creo que quieras que le pase algo a tu pequeño pupilo o ¿si?–con tono malicioso.

-¡No serías capaz!

-¡Claro que si!–sosteniendo ahora sus muñecas con fuerza -Te dejaré sola para que lo pienses, volveré a medio día y espero una respuesta afirmativa- se acercó y le propinó un beso en la mejilla.

Cuando Charles dejaba la habitación,
Jane dio un grito ahogado, tal vez si no  se hubiera marchado de forma tan imprudente  a lo mejor Alexander la hubiera perdonado, pero rápidamente esos pensamientos fueron abandonados, el Duque no la quería y  con su desprecio e insultos  le había dejado más que  claro sus sentimientos hacia ella. Por otro lado, estaba Ian quién a estas alturas estaría ya feliz con su esposa, lo que de alguna forma le traía alegría​.

Ian, abandono la residencia del Duque poco después del entierro de Katherine, para recluirse en su residencia campestre; después de la confesión que le hizo a Alexander no veía por conveniente seguir allí, además de que su corazón todavía guardaba desasosiego, si bien le había dejado el camino libre a su mejor amigo, todavía no estaba preparado para ver a Jane del brazo de otro, se frotó la cabeza y se sirvió una copa de whisky, bebió un poco sin embargo, lo dejó minutos después en el escritorio.

Cuando estaba de espaldas escucho el sonido de la puerta  para su disgusto, girándose de mala gana. Era su mayordomo que traía un mensaje.

–Excelencia, disculpe que lo moleste pero llegó está nota de Londres que pide su presencia.

–¿De quién se trata?- extendiendo la mano para recibir la nota.

Ian la leyó  y  vio que se trataba de Weston quién no aceptaría un no por respuesta.

-¿Que hará su excelencia?

-Asistir- dando un suspiro, todavía faltaban dos semanas que le daba tiempo para tratar de mejorar su estado de ánimo.

Bajaron del carruaje y Álex no sé volteó a ver a su padre, se metió a la casa apresuradamente pensando que Samantha podría estar en la casa, corrió hacia su recámara, abrió la puerta y se encontró con la cama vacía, no dispuesto a rendirse bajo hacía la sala de música con la esperanza de que Samantha estuviera tocando el piano, sin embargo,  no había rastro de ella. Alexander fue detrás de su hijo y éste traía los ojos vidriosos.

-¡Te odio!- corriendo al jardín.

El Duque apretó los puños de impotencia, volvió a Londres para buscarla en vista de que Manson no tuvo éxito, todo deprimido se fue hacia su escritorio y observó una serie de invitaciones, no tenía la intención de asistir a ninguna velada.Sin embargo, quedarse recluido ya había levantado murmuraciones.

Jane fue despertada por Charles.

-Vengo por tu respuesta

-Esta bien- con un hilo de voz

-Esplendido- con voz de triunfo-Pediré una licencia especial para casarnos, en cuanto a tu rostro.... Tendremos que esperar unos días no queremos habladurías. Dentro de un momento subirán la comida, por favor no la tires...No me obligues a golpearte en otros lugares- guiñándole un ojo.

Jane se quedó estupefacta, aquel hombre era un demonio, lamentablemente ahora comía vigilada ya que había intentado suicidarse en más de una ocasión con los cubiertos que le proporcionaron.
Su vida  era un infierno, daba gracias de que Charles no había intentado tocarla porque  cómo él mismo dijo "no le agradaba ver un cuerpo  magullado".
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Hola muchas gracias por seguir leyendo ¿Que les parece el capítulo? ¿esta bien que Jane acepte casarse?

Nostalgia-3ra Parte Saga Sentimientos[COMPLETA]Where stories live. Discover now