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—Señorita ¿se encuentra bien?— abriendo los ojos paulatinamente.

—¿Donde estoy?— llevándose una mano a la cabeza–¿mi ropa?– observando que llevaba otra que no fuera  la suya.

—Fuera de  las tierras del Duque de Essex, la encontramos desmayada cerca de un árbol y en cuanto a su ropa estaba totalmente mojada y llena de barro, no se preocupe—¿Quiere que avisemos a alguien?

—No hace falta— moviendo la mano—No tengo familia– con ojos vidriosos.

—Ya veo, hay algo que podamos hacer por usted– mirándola con ternura.

—Debo ir hacia Londres— musitó.

—Pero aún se encuentra con un poco de fiebre y la rodilla la trae bastante hinchada— inquirió la mujer.

Jane la tomó de la mano— Es urgente que vuelva, por favor socorrame.

—Tranquila–dándole palmadas en la mano—Mañana parte mi hijo hacia Londres, puede viajar con el, si no le importa viajar acompañada.

–Muchas gracias– lagrimeando.

–Ahora descanse, caso contrario no le permitiré viajar.

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El médico salió de la recámara muy serio, dirigiéndose hacia Ian.

–Excelencia, su esposa está agonizando, le di laúdano para mitigar el dolor—respirando profundamente– le sugiero que la acompañe en estos momentos.

Ian bajó la cabeza para tratar de ocultar sus lágrimas, todo este tiempo había sido un idiota y un canalla que no supo valorar lo que tenía enfrente, sin decir nada entró a la recámara; Katherine tenía los ojos llenos de dolor y desesperación, sabia que la muerte la acechaba y que no volvería a ver a sus seres queridos.

—Por favor trae a Emily— con un hilo de voz, Ian salió rápidamente y fue con la niñera para que le entregara a su hija, volviendo inmediatamente a la recámara. El Conde acercó a su pequeña para que su madre pudiera hablarle, le susurró algo en el oído que hizo que la pequeña comenzase a llorar; Alexander al escuchar el llanto entró la tomó en brazos y la sacó.

Ian se sentó a su lado–Perdóname por hacerte sufrir, fui un ciego y un estúpido que no supo valorarte. Te amo aunque es tarde para decírtelo– todo compungido.

–Me alegra escuchar eso— con una escueta sonrisa–Al final me amaste– cerrando los ojos para siempre. Ian ya no contuvo el llanto y se echó a llorar sobre el pecho de su esposa, ahora muerta.

Después de un cuarto de hora, el Conde salió ante la mirada fija de Alexander y Paul.

—Katherine, ha muerto— agitado por la angustia—Por favor, debemos avisar...– le costaba respirar.

–No te preocupes, yo me haré cargo de todo– dijo Alexander yendo hacia la biblioteca.

Por su parte, Paul cada vez entendía menos al ver la consternación del Conde sintió pena por él, estaba mostrando sentimientos auténticos para con su esposa. Movió la cabeza a los lados ¿y si estuvo equivocado todo este tiempo y juzgó mal a Samantha? Todavía quedaban muchos detalles por ser contados, lo mejor era conversar con Samantha e Ian. Sin embargo, después de que Alexander volviera todo derrotado no había visto a Samantha por ningún lado y ya  había anochecido. Suspiro, sabia de sobra que era un mal momento, pero debía hablar con él ¿y si algo malo le pasó a la muchacha? Alejó esos pensamientos y bajo hacia la biblioteca, al caminar hacia allí observó la puerta entre abierta. Era el pequeño Álex preguntando por Samantha.

—¡Papa! ¿vite a Sami?– agarrando la mano de Lucrecia.

—Debe estar en su recámara– sin darle mayor importancia.

—Disculpe excelencia, venimos de allí y lamentablemente no está, no hay rastro de ella— muy preocupada–No la hemos visto desde que usted fue a buscarla.

Alexander hizo caer la pluma y frunció el ceño –¿¡Cómo que no está allí!?—

–Como lo escucha excelencia— respondió Lucrecia.

Alexander se quedó pensativo ¿y si algo malo le había pasado? Punzandole la idea, retiro ese pensamiento sin saber que decir.

–¿Excelencia?– volvió a preguntar.

–¡No lo sé! Ya aparecerá ahora no tengo cabeza para ocuparme de Samantha​– con tono autoritario.

Álex lo miró con ojos vidriosos y jaló la falda de Lucrecia para que se fueran. Ambos sin decir nada salieron encontrándose con la mirada expectante de Paul.

–Alexander ¿Que te dijeron? Para que estés tan molesto– quedándose parado cerca la puerta.

–Que donde estaba Samantha– con pesadez.

–¿y?– mirándolo con curiosidad

–No lo sé ¡maldita sea!– dando un puñetazo al escritorio.

–Alexander, no sé lo que le dijiste y tampoco sé que te contesto, pero es necesario que hables con una persona más para que te explique el proceder de Jane– manifestó.

–¿A que te refieres?-

–Te sugiero, que leas los papeles restantes, aunque mi orgullo me impide reconocerlo creo que estuvimos equivocados con respecto a Jane quién al parecer sólo es una víctima de las circunstancias.... Te dejo— y salió.

Alexander, no dijo más nada, observó de reojo los papeles sin darle mayor importancia, ya que su amigo estaba abatido por la muerte de su mujer y no podría organizar  el funeral, suspiró y siguió haciendo lo suyo.

Con los primeros rayos del sol, Jane despertó se encontraba mejor pero​ visiblemente seguía afectada por el enfriamiento del día anterior. Se incorporó y aún sentía esa sensación de cansancio, agradeció que su ropa ya estuviese seca, se vistió  caminando hacia la salida.

– Muchas gracias por todo– mirando a la mujer poner comida sobre la mesa

—No debes agradecerme, come algo porque​ el viaje es largo– invitándola a que se siente.

Samantha asintió y obedeció a la mujer, sin embargo apenas comió  porque notó un dolor agudo en la garganta  que le impedía  tragar bocado. Llegó la hora de partir, se despidió y  subió al carruaje, al emprender el viaje su fatiga y dolor se hicieron evidentes, era todo un suplicio seguir allí; su acompañante la miró todo indignado y la falta de comunicación entre ambos no ayudaba al malestar de Samantha.

Una vez que llegaron a Londres, Samantha se despidió del muchacho y prosiguió en dirección al burdel de Leila, con cada paso que daba sus piernas las sentía más pesadas, se apoyo en una  pared para tratar de recuperar el aliento, pero fue inútil, con lo último de energía que tenía alcanzo a llamar a la puerta sin embargo, ésta se abrió súbitamente, elevó la mirada y sus ojos se posaron en el rostro de un hombre....Charles antes de caer desmayada.

Nostalgia-3ra Parte Saga Sentimientos[COMPLETA]Where stories live. Discover now