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Samantha, se apoyo un momento en el árbol, mientras veía alejarse a Álex, aún estaba atontada por haber dado tantas vueltas, cuando se alisaba la falda, sintió un fuerte agarre en el abrazo, que la estaba llevando entre unos arbustos.

—--Suelteme—-- gritó, tratando de zafarse de su agarre. El hombre, la soltó imprevistamente, mientras ella giraba para ver quién se atrevió a sujetarla de esa manera. Los rayos del sol, la cegaron por un momento, pero cuando reconoció la figura del hombre, sus ojos se pusieron en blanco y sus piernas comenzaron a temblar. Era Ian, quién la había encontrado, con lo poco de fuerzas que le quedaba, dió unos pasos atrás hasta tropezar y golpearse contra unas maderas.

—--¡¿Que haces aquí?!— dijo con tono nervioso.

—--Pensé que te daría gusto verme—-- arqueando una ceja.

—--Creo que la última vez que nos vimos dejamos las cosas claras—-- tratando de contener el llanto.

—--No dejamos nada claro—-- inquirió —-- te advertí que la próxima vez que nos viéramos, no dejaría que te marches—-- suspirando. Avanzó unos pasos tratando de abrazarla, sin embargo, Samantha se mostraba reticente ante su tacto, el tenerlo allí le dolía, por lo que no iba a permitirle que la estreche entre sus brazos.

Cuando repentinamente, se escuchó una voz, era Álexander, quién miraba extrañado la escena.

—--¡¿Que es lo que está pasando aquí!?—-- manifestó con cierto enojo.

—-- Lo que pasa, es que vi a través de la ventana... que la señorita tropezó y cayó, y como el caballero que soy vine a socorrerla—---

Alexander, dudaba de esas palabras, verlos tan juntos le mostraba otra situación, parecía más un encuentro de amantes, lo que hizo que su sangre le hirviera de celos, pasó al lado de Ian y se aproximó a Samantha.

—--Estas bien—--- tocándole el hombro.

—--Si—--- asintiendo con la cabeza. Ian, miraba como su amigo la tocaba y apretó los puños tratando de no armar un espectáculo.

—--¡Papá! ¡papà! ¿bajaste a jugar?—-- gritaba mientras corría en dirección a éste. Cuando estuvo cerca de su padre, lo tomó de la mano y lo llevó por delante —-- Ven, quiero mostrarte algo—-- jalandolo con dirección al estanque. Samantha, quiso aprovechar la situación, caminando apresuradamente para ponerse al lado del Duque, cuando pensaba que lo conseguiría una mano la jaló hacia atrás y escuchó un susurro.

—--No intentes escapar, porque ahora tengo la forma de encontrarte—-- la soltó y Samantha se giró, observándolo con ojos vidriosos e hizo una mueca de súplica. Ian no se inmutó, más al contrario fue al lado de su amigo con intención de acompañarlo hacia el estanque.

Samantha, se tapó el rostro mientras las lágrimas caían, ya no había dónde escapar —-- Debí hacerlo el día que lo vi—-- pensó. Hizo un mohín y caminó lentamente hasta donde estaban los caballeros, Alexander se percató del estado en el que se encontraba,  se hallaba pálida y con los ojos hinchados.

—--Lo mejor es que te retires, ve a descansar, yo me quedaré con Álex—-- le dijo en un tono serio.

—Gracias—-- manifestó con tono tembloroso.

—--Si señorita, a propósito no se su nombre—-- dijo Ian con un tono cínico.

—--Es la señorita Samantha Palm—--se apresuró a contestar Alexander.

—--Un placer—-- haciendo una reverencia y brindándole una mueca maliciosa.

—Un gusto— respondió nerviosamente, cuando un escalofrío recorrió su espalda. Siguió caminando lentamente hasta perderse en la cocina —--¡Donde fue mi maldita confianza!—-- murmuró—-- ¿En que momento me volví tan insignificante?—-- se preguntó, desapareciendo por los pasillos de la casa.

—--Con que se llama Samantha—-- tocándose la barbilla.

—-- Sí, ¿algún problema?—-- preguntó Álexander.

—--No ninguno, me preguntaba si quisiera ir por casa y ayudar a Katherine con la bebé—-- dijo maliciosamente.

—--Puedo hablar con ella, y de cuando aquí tanto interés por la dama— con cierta desconfianza.

—-- Vamos hombre, ideas tuyas—-- sus pensamientos dejaron aún lado a Katherine, ya que había encontrado a la mujer que amaba, intuía que cualquier proposición que le hiciera la rechazaría, pero si una vez la conquistó, podía hacerlo de nuevo con mucha confianza en sí mismo.

Samantha se echó a llorar —--Seguramente iría a la biblioteca y le contaría todo sobre su pasado—-- pensó; el Duque, posiblemente la echaría y ya no tendría dónde ir, aunque su última opción era recurrir a Leila, pero también la invadia el temor de encontrarse con Charles, el hombre que la encerró en el Hospicio y al cual debe su cojera, porque si había un culpable era él.

Alexander e Ian, fueron a la biblioteca después  de que Álex les mostrará unas ranas.

—--Tu hijo es un niño muy perspicaz —-- sujetando la copa de whisky.

—--Si—-- suspiro—--Ahora que estamos sin interrupciones, que era lo que te tenía tan acongojado—--

—-- Olvídalo, problemas maritales, nunca faltan—-- sorbiendo de su trago—-- Dime algo, cuando​ planeas volver a Hampshire—--

—Dentro de una semana—-- aspirando aire—-- te gustaría venir con nosotros—---

—-- Estaría encantado, hace años que no voy y a Katherine le encantará—-- aunque sabía que su esposa quería marcharse y de alguna forma eso lo entristecía. Sin embargo, las cosas no  estaban resultando tan fáciles para Katherine,  su padre, había ido a visitarla en ausencia de Ian, mostrándose molesto, por la repentina decisión que le manifestaba en la nota —--  huir  no es la solución—-- le dijo. Además, no permitiría  que hiciera tal cosa, si ella se marchaba comenzarían las habladurías y se mancillaria el apellido familiar, situación que era impensable ; ella debía ser fuerte y hacer prevalecer sus derechos de esposa sin importar que; Katherine protestó cuanto pudo, pero no había excusa para su padre. Con cierta resignación se sentó en el sillón y lamentó vivir en una sociedad donde claramente, la mujer estaba en desventaja, debía mostrarse dócil y sumisa  y de ser necesario aguantar las infidelidades de su esposo.

Nostalgia-3ra Parte Saga Sentimientos[COMPLETA]Where stories live. Discover now