Nostalgia-3ra Parte Saga Sentimientos[COMPLETA]

16

Caminó lentamente por aquellos senderos que Alexander le enseñó, no quería quedarse en la Mansión, en realidad no quería estar en ningún lado quería que la tragara la tierra, no podía entender porque su vida acarreaba tantas desgracias y ahora tenía a dos hombres peleándose por ella y aún no tenía  claro sus sentimientos por ambos. Miró al cielo y observó como lentamente las nubes se volvían oscuras —Seguramente caería una tormenta— susurró, no le importó y siguió caminando, lo que no contaba era que Ian la estaba siguiendo con la intención  de hablar y aclarar las cosas, sin embargo,  Katherine también salió detrás de su marido aunque fingía que no le importaba  a los celos la carcomían  o por eso debía vigilarlo.

Samantha se detuvo y encogió los hombros, había llegado a esa vieja cabaña llena de recuerdos, se sentó afuera en unas pequeñas gradas para esperar que llegase la tormenta, apoyando sus brazos y cabeza en su regazo. De pronto escucho unos pasos que se acercaban subió la mirada y vio al Conde.

—Ian ¿Que haces aquí?— suspiró de resignación.

—No es obvio, quiero hablar contigo— acercándose para sentarse junto a ella.

—No tenemos nada de que hablar— levantándose. Ian rápidamente la sujetó de la muñeca.

—Por favor no te vayas— con tristeza por su rechazo

Samantha giro y suspiro en señal de resignación — sentándose a su lado otra vez — ¿Que es lo que quieres?— ofuscada

—Quiero que nos marchemos e iniciemos una nueva vida.

—¡Estas loco! Tienes una esposa e hija— haciendo que abra los ojos como platos

—Te prometo que no les faltara nada, ya no quiero seguir mi vida sin ti— con melancolía en sus palabras

—¡No sabes lo que dices! tu esposa te ama, ¿como crees que la pasará si la abandonas? No seas insensato

Ian se mantuvo callado, Jane tenía razón, estaba siendo tan impulsivo que jamás se detuvo a pensar en las consecuencias. Además que no podía negarlo, antes de que Jane volviera a su vida, él vivía tranquilo y era feliz a su manera ¿Acaso quería a su esposa?y no se había dado cuenta por la obsesión que tenía por esa mujer que estaba frente a sus ojos.

—¿Porque te quedas callado?

Ian no supo que responder —No digas tonterías, yo velaré por ellas — con cierto enfado.

—No son tonterías— musitó—  Ian yo sufrí mucho no hubo un día en que no pensara en tí, jamás te odie  pero me aleje para que  puedas continuar con tu  vida— con ojos vidriosos— sabe Dios cuanto deseaba ser tu esposa y la madre de tus hijos, pero al parecer no estábamos predestinados a seguir juntos— Olvídame y busca la felicidad  que a nosotros se nos fue negada.

—No digas nada— se acercó lentamente y la besó.

Katherine se llevó una mano a la boca para tapar su llanto, lo había visto todo, Ian estaba enamorado de la niñera del hijo de su mejor amigo.  Esa mujer era la misma  de aquella noche la que se estaba besando con el Duque, era una sinvergüenza arribista,  pero eso no se quedaría así,  salio de su escondite y con paso firme fue hasta donde ellos, dándole​ un golpe en el hombro.

—¡Así te quería ver!—  arqueando una ceja. Ian y Samantha se separaron violentamente.

Ian giró para ver de quién se trataba cuando se percató de que era su  mujer sus ojos se volcaron—¡Katherine!—

—¡¿Contento de verme?!— espetó, se acercó a Samantha dándole tremenda bofetada haciendo que ésta retroceda y se cubra con la mano el lugar del golpe.

—¡Maldita mujerzuela!  ¡Eres una sinvergüenza! ¡Esta casado! ¿no  lo entiendes?— estaba determinada a arrancarle los cabellos

—Espera— sujetándola de las muñecas.

—¡Dejame tu eres igual o peor que ella!  ¡Te odio!— con los ojos llorosos.

—Espere milady, déjeme explicarle— con un hilo de voz —No es lo que parece.

Katherine seguía sujetada por Ian moviéndose como loca para tratar de zafarse—¡Que es lo que vas a explicar! ¡Si los vi!— a voz de grito.

—Este fue un error que no debió suceder— temblando de nervios—Tiene derecho a insultarme, pero por favor permitame que le explique—

Katherine echo tremenda carcajada—Me vas a decir que ese beso era de hermanos— con tono irónico.

—Basta, Katherine todo tiene una explicación... Te soltaré para que hablemos—  con tono de preocupación, cuando la soltó, su esposa lo miro con amargura y desazón.

— ¡Quieres quedarte con ella...Pues hazlo!— huyendo de allí con las primeras gotas de lluvia que caían.

—¡Espera!— tratando de volver a sujetarla, sin embargo esta vez no pudo y observó como desaparecía ante sus ojos.

—Debes ir tras de ella— dijo Jane con tono conciliador.

—No puedo irme, no quiero perderte.

—Ya no nos pertenecemos querido Ian— acercando una mano a su mejilla— Te deseo lo mejor, jamás olvidaré el amor que te tuve— brindándole una sonrisa.

— No me digas eso, no ves cuanto sufro— con desasosiego.

—Te ame tanto que dolió  hacerlo— respirando—Ella te dio la familia que yo no pude darte— llevándose la mano a la cabeza— Estás dejando escapar la felicidad, una que no tendrás conmigo.

Ian,  la miro con desconcierto abriendo finalmente  los ojos, comprendió que Jane se había enamorado de otro hombre.... Su mejor amigo, demasiado tarde vislumbró su amor por Katherine, había estado tan cegado por la ilusión que le daba Jane comportándose como un  necio y sobretodo egoísta.

Ian la abrazo— Perdóname— corriendo detrás de su esposa.

A Jane le recorrió una lágrima, había dejado ir a su gran amor pero sonrió porque un gran peso se disipaba.

Ahora debía ir con el Duque y confesarle todo, porque ella lo amaba. Sin embargo, la lluvia comenzaba a caer más fuerte impidiendo que vaya con dirección a la Mansión.

Manson estaba en el vestíbulo cuando salió Alexander a recibirlo

—Buenas tardes, que alegría verlo— estrechando las manos —¿Que noticias me tienes?— con impaciencia

— Excelencia,  temo que las noticias que traigo no le agradararan.

Alexander se tensó y miro con nerviosismo a  los lados hasta encontrase con Paul quién se mantuvo impertérrito ante las palabras de Manson.

—Por favor vayamos a la biblioteca. Tanto Manson como Paul asintieron, caminando detrás del Duque