15

3.8K 557 9
                                    

Paul siguió a Alexander hacia la biblioteca casi al finalizar la velada quién se había encerrado. Llamó a la puerta y encontró a su viejo amigo de espaldas al escritorio, estaba sosteniendo una pequeña caja que la guardo rápidamente para que no la viera Paul.

—Tienes otro semblante— arqueando una ceja.

—¿Tu crees?— sentándose en un sillón cerca de la ventana.

—Es por esa mujer Samantha ¿no es verdad?

—Pensé que te agradaba— con un tono de desconcierto.

—Tal vez antes... creo que no conocemos su verdadera naturaleza y si bien antes me alegré de que estuvieras enamorado ahora tengo que objetar—refunfuño, acercándose al ventanal

—No entiendo tu cambio repentino de opinión— aspirando aire.

—Es que antes de que comience la recepción....— mordiéndose la lengua porque fue interrumpido por Alexander quién sacó una pequeña caja que contenía un anillo e hizo que Paul abriera los ojos como platos.

—¿Que piensas hacer?— con preocupación.

—No crees que es obvio— esbozando una sonrisa— pienso casarme con ella.

—¡Pero apenas la conoces!

—Creo que la conozco lo suficiente para darme cuenta que es una dama muy dulce.

—Hmmm deberías esperar un tiempo— sorbiendo un trago— tengo la impresión de que se oculta detrás de una máscara— susurró.

—¿Dijiste algo?

—Que deberíamos ir a descansar, es algo tarde— con nerviosismo.

La luna estaba en su apogeo y una brisa fría la hizo temblar, finalmente volvieron a su Mansion para su satisfacción, bajaron del Carruaje y entró  sin esperar a su marido.

–Kat...espera–

—No necesitas de mi ayuda para caminar— girando para encarar a su marido.

Ian meditó unos minutos antes de responder—¿Porque debes reaccionar así, acaso he faltado a mis votos matrimoniales?— acercándose para sujetarla de la cintura.

—Eres un cínico, sueltame— bajando los brazos para deshacer su agarre—No soporto que me toques— con lágrimas en los ojos— Estoy cansada de que me lastimes— apretando los dientes— ¡No debes fingir más! sé que no me quieres— espetó.

—¡Katherine! Claro que te quiero— llevándose  la mano a la sien— Eres la madre de mi hija  y mi compañera.

—Describes a una amiga no a la mujer de tu vida— a voz de grito.

—¡No entiendes nada!— aproximándose peligrosamente.

—¡Claro que lo entiendo! Si necesitas compañía ve detrás de tu amante— masculló entre dientes.  Antes de que se retirase le propinó  a un beso y por un momento fue pasional y profundo hasta que se alejó violentamente —¡¿Crees que con esa muestra de afecto, olvidaré todo lo sucedido?! ¡Estás equivocado!— mirándolo con rabia— Buenas noches.

Ian, pasó la mano sobre sus cabellos y los sacudió fuertemente —¡Ajjj maldita sea! Dando un portazo al entrar a su habitación.

Conforme a lo convenido, Katherine e Ian decidieron emprender viaje hacia Hampshire apenas se levantaron de la cama. Durante el recorrido apenas y cruzaron palabra porque Katherine prefirió hablar con la niñera sobre los cuidados que debía brindarle a Emily.

Hacia un tiempo magnífico. El viento soplaba levemente pero a ratos parecía que quería desatarse. El sol de la mañana lucía imponente en un cielo donde no se veía ni una nube.

El Duque y sus acompañantes iniciaron el viaje con lentitud, porque Alexander quería disfrutar de la charla y de las ocurrencias de su pequeño hijo quién se mostraba bastante inquieto.

Samantha trató de mantenerse en silencio debido a la mirada acusatoria que le lanzaba Paul de rato en rato.

Bajo la viva luz del sol, veiase brillar la vegetación y ese cambio de paisaje que tanto gustaba Alexander.

—Se siente tanta pureza en el aire— manifestó.

—Lastima que no pueda encontrarse en todos lados— añadió Paul con sus ojos posados en Samantha quién sintió un pinchazo en su espina.

A medida que avanzaban se podía sentir la tensión en el aire. Sin embargo, el Duque estaba ausente, seguía disfrutado del camino y las pendientes que se divisaban.

Cuando llegaron a su destino, Samantha visualizo el carruaje de Lord Lincoln que se aproximaba hacia la Mansión, respiró profundamente en señal de resignación, como se dijo antes y todavía lo sostenía ya no había nada que perder, un leve escalofrío le recorrió la espalda, así como un dolor en la rodilla que le impedía dar un paso hacia adentro. Finalmente pudo avanzar y llevó a Álex al interior de la Mansión, al subir las escaleras se encontraron con Lucrecia quién fue recibida con un fuerte abrazo dado por el infante.

—Luquecia— abrazando su cintura.

—Mi pequeño ¿como estás?

—Cansado—separándose lentamente para frotarse los ojos.

—Ven conmigo— guiñando el ojo a Samantha para que se retirase a su habitación. La ojiazul saludo y brindó una escueta sonrisa, el dolor que sentía le impedía ofrecer ese rostro tan risueño que la caracterizaba.

Lucrecia la observó por unos minutos, sospechaba que algo había pasado en Londres y por eso se mostraba cabizbaja.

Por otro lado, Ian bajo del carruaje siendo recibido con un apretón de manos por parte de Alexander quién se quedó afuera para recibir a sus invitados, Katherine sonrió tímidamente y pidió que se la conduzca a una de las habitaciones. Paul también saludo al Conde, pero no quiso mantener palabra con él y se fue con uno de los sirvientes hacia su recámara.

Sin embargo, lo que no contaban los invitados es que otro carruaje se aproximaba y precisamente llevaba noticias que no beneficiaban a ciertos personajes, la verdad pronto saldría a la luz.

Nostalgia-3ra Parte Saga Sentimientos[COMPLETA]Where stories live. Discover now