Soy una Chica

Capitulo 2: Harry ¿dónde están los vestidores de chicas?

¿Qué puedo contar del resto de la noche? Desde ese momento todo el camino había sido marchado con el pie izquierdo. Nunca había sentido tanta humillación, pero era humillación de mi misma, me siento una estúpida, ¿cómo me pude imaginar a él vestido de príncipe y saber que yo no era su princesa? Pero qué imbécil soy, siento tanto coraje, en especial porque tantos años enamorada de él, ¿qué acaso no se da cuenta? Usé una estúpida falda por él, para que usé un vestido, una falda, tacones, o alguna prenda muy femenina para un chico… eso es muy difícil, enserio que el amor vuelve a alguien loco… lo mejor será que preparé las cosas para mañana… será un nuevo día en mi nueva escuela.

 

Todos en el aula 18 estaban haciendo mucho ruido, hasta que llega el profesor y les dice que se callen; una vez que todos ya estaban quietos el profesor continuo hablando:

-        Chicos, se cancela el examen sorpresa que les pongo todos los lunes – toda la clase se río después que dejaron de reír continuo – pero esta su motivo, llega alguien al salón… se llama Taylor… pasa Taylor – dijo el profesor mirando hacia la puerta.

Todo el salón miraba con atención a Taylor, el profesor le dijo a ella.

-        Está bien, Taylor, dinos que te gusta, digo… para que tus compañeros sepan algo de ti

-        Estem… mi grupo favorito es The Beatles, me gusta ver 1000 ways to die y… no me gusta usar faldas – al terminar de decir lo ultimo todos se echaron a reír.

-        Ahora habrá comediante, chicos – dijo el profesor – ya no sufrirán con mis chistes, bueno, Taylor, ¿ves al chico rubio de allá?… se llama Harry, siéntate a su lado, por favor.

-        Ajá – dijo Taylor.

-        Me sacaste una risa, amigo – dijo Harry, cuando Taylor había tomado asiento.

-        ¿”amigo”? – preguntó ella confundida.

-        Si, ahora seré tu amigo, me agradaste – dijo él sonriendo.

-        Ahh… - dijo Taylor pensando otra cosa.

Harry, al igual que la mayoría del grupo piensa que Taylor en realidad es hombre, pues usa el uniforme de los chicos, no tiene voz femenina… no tiene nada femenino que la respalde.

-        Taylor, ven – dijo Harry, cuando sonó el timbre del descanso – vamos a comprar algo.

-        Ajá – dijo ella – Harry – decía mientras caminaban juntos hacia la cafetería – ¿no te acuerdas de mí? – preguntó ella, pues era el mismo Harry que la había atendido en la tienda de zapatos.

-        Amm… la verdad no, si ya me conocías, perdón, hermano, pero suelo ser muy despistado, nunca recuerdo a la gente – dijo él.

-        Ahh… bueno, no hay problema

 

 

 

Harry…

Esté tal “Taylor” es gracioso, me cae bien, me agrada sentir que le di la bienvenida a la escuela, tenemos mucho en común.

-        Taylor, estamos de suerte – le dije feliz.

-        ¿por qué? – me preguntó.

-        El profesor se enfermo y se tuvo que ir de clases, nos dijeron que podríamos quedarnos en el salón o los que estamos en deportes podemos ir a practicar – le dije una vez que me dieron la noticia.

-        El problema está en que yo no practico ningún deporte – dijo él, pero qué raro, es un chico y es algo delicado, tendré que enseñarlo a ser hombre.

-        Para tu suerte soy el mejor en tenis, así que vamos, allá hay uniformes para practicar.

-        Nunca he jugado tenis.

-        Yo te enseño, ven, no seas nena.

Puso cara de confundido y me siguió. Cuando llegamos a los vestidores me preguntó algo que me sorprendió:

-        Harry ¿dónde están los vestidores de chicas?

-        Taylor… - le decía tan pausadamente y asustado – no seas un jodido pervertido.

-        ¿”pervertido”? – me preguntó.

-        Taylor, no entrarás a ese vestidor, entrarás conmigo al de chicos – le aclaré.

-        Y según tu yo soy el pervertido – me dijo insultado.

-        Ahh… es eso – dije aliviado, por un momento pensé que se creía chica -  tranquilízate, no te haré nada, ven, no perdamos tiempo.

Hasta que al fin entro. Le arroje un uniforme y lo primero que me dijo fue…

-        Harry, a mi no me gusta enseñar mis piernas, son flaquitas y me da pena, por eso uso pantalón – dijo Taylor… enserio este chico es raro, usa pantalón, porque es el uniforme de los chicos, ni modo que lo dejarán usar falda.

-        Taylor… pero que necedad la tuya… mira o tomas ese short o la falda que usan las chicas… dijiste que no te gusta usar faldas.

-        Está bien – dijo disgustado y se fue a cambiar a una distancia tan lejos de mí, como si le fuera a hacer algo.

Cuando estaba listo me fui a la cancha y me quede esperando a Taylor, al fin salió y lo primero que hice fue mirar sus piernas… pues ¿por qué tanta pena? Si, es verdad eran piernas flaquitas pero eso no fue lo que me asusto:

-        Taylor… ¿por qué no tienes pelos en las piernas? Eres… Amm… ¿cómo se dice? ¿lampiño? – le pregunte, pues no recordaba la pregunta.

-        Pues sí, un poco, pero no tanto, lo que pasa es que me depilo las piernas – mucha gente hubiera muerto de la risa al ver mi cara de asombro.

-        Pero… eso no es normal – le dije.

-        Todas las chicas lo hacen, si más no recuerdo… además es por higiene.

-        Ignoraré lo de las chicas, enserio es mucha tu rareza, Taylor, pero bueno en fin deja te explico cómo se juega esto.

 

Le estuve explicando cómo era el juego y en qué consistía, no era tan torpe, lo mejor es que me dijo que le gustaría jugar esto de nuevo. Se ve que es un buen amigo, es muy raro, pero es bueno.