El hijo de la muerte (Nico di Angelo)

Capítulo 15: Rachel

Rachel me cuenta cosas sobre Percy, puesto que ellos se llevan muy bien y han pasado muchas cosas juntos.

- ¡Le lanzaste un cepillo de pelo en el ojo al titan Cronos! - grito.

Ella se ríe y asiente - Esque no tenia nada más a mano.

- Percy debió de alucinar.

- Deberías haberle visto la cara. Era para foto.

- Ojala.

Me sonríe y me cuenta todo. Acaba su relato y todos - me acabo de dar cuenta de que aún siguen aquí - la miramos boquiabiertos.

- Alucinante - dice James mirándola fijamente.

- Rachel - la llama Piper algo preocupada - Daisy no tiene profecía ¿verdad?

- Claro que tiene - dice Rachel - pero aún no es el momento de decirsela.

La observo con los ojos como platos y no despego mi vista de ella ni cuando Piper me arrastra a la fuerza fuera de la cueva.

- ¿Porque no puede decirmela? - la pregunto.

- Las profecías solo se dicen antes de una misión y cuando van a ocurrir. - explica - Cuando te otorguen una misión (si es que lo hacen) Rachel te recitará tu profecía.

- ¿Y tengo que esperar tanto?

- Yo si fuera tu me alegraría - me reprende Piper - las profecías no suelen ser buenas ni agradables.

Me estremezco visiblemente.

Oímos un grito y me giro a tiempo de ver a Percy correr hacia nosotras.

- Rachel ha venido - dicen a la vez Piper y Él.

Se miran sorprendidos y luego se ríen.

Mi hermano se gira hacia mí.

- ¿Ya la has conocido? -me pregunta un poco incomodo.

Puedo entender el porque, aunque ahora esté con Annabeth, sigue poniéndole incomodo un poco todo el tema de Rachel.

- Si - digo con una sonrisa malévola - me ha contado muchas cosas interesantes sobre ti.

Me observa sorprendido.

- ¿Como qué? - pregunta con cautela.

- Oh, muchas cosas.

Percy empieza a retroceder y hecha a correr hacia la cueva de Rachel, gritando cosas sin sentido.

- ¿Que crees que la hará? - pregunto divertida.

- Nada - contesta Piper - Rachel puede cuidarse sola, de eso estoy segura.

James y Nick asienten de acuerdo y nosotras nos giramos hacia ellos.

- Bueno chicos - dice Piper juntando las manos - hay una serie de cosas que debéis saber.

Nos sentamos en la arena que bordea al lago para escuchar todo lo que Piper tenga que decir.

- Ya sabréis que sois hijos de un dios y un mortal. - Ellos asienten - Cada una de las cabañas representa a un dios, y los hijos de este dios viven en la cabaña de su progenitor.

- Pero nosotros no sabemos quienes son nuestros padres - se queja James.

- Lo sé. Los campistas que no han sido reconocidos van a la cabaña de Hermes hasta que les reconocen. Luego se trasladan a su cabaña.

- Pero hay cabañas vacías - esta vez es Nick quien habla.

- Si. Hace mucho tiempo, en la época de la segunda guerra mundial, los tres grandes; Zeus, Poseidón y Hades prometieron no tener más hijos, para evitar el peligro que representan.