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Narra Jimin

Salí a correr, últimamente sólo lo hacia como distracción, sólo cuando me encontraba irritado o preocupado.

-Es-espera YuNa -traté de que no entrara a su habitación- ¿podemos hablar?

-¿Tenemos qué hablar? Dime ¿tenemos algo de qué hablar?

-Yo...

-Lo imaginé, permiso -reverenció para sucesivamente entrar y cerrar la puerta.

Me detuve agitado para poder inhalar aire en mis pulmones.

-Por que... es tan... difícil... ¡ahh! -me enderece para poder tomar un poco de agua.

Eres como un cristal, cualquier mal movimiento, podría perderte...

-Jimin, las cosas cambian, las personas también.

-¡Ahhhh! -deje ir aquel grito con todas mis fuerzas.

¿Por qué?, ¿por qué debería ser así?

Narra Taehyung

-Tae ¿puedo quitarme está venda? -pregunto Yerin.

-Espera un poco ¿si? -sonreí.

-Esto da miedito...

-Te gustan las sorpresas.

-De preferencia las que pueda ver. -reí al oírla.

-Bien, ya estamos aquí ¿lista? -movió su cabeza negando, reí ante el acto- ¿Qué? Jajaja ¿no qué querías ver?

-Pues ahora no estoy lista... -me acerqué hasta la venda de sus ojoa- ¡No! ¡espera! mhmh... -daba unos pequeños saltitos en su lugar.

Eres tan adorable.

-Bien... a-ahora si... -quite aquella venda.

-Tadan~

-Este es...

-Sip -sonreí.

Narra Yerin

Su sonrisa era hermosa, por completo y estaba agradecida por tan solo poder contemplarla.

-Ven. -tomó mi mano para acercarme aquella banca- ¿Recuerdas? aquí fue donde estuvimos hace unos meses atrás, el año pasado -miró el mar.

-Si, es hermoso...

-Más si estamos nosotros dos aquí. -voltee a verlo- Tú y yo, juntos. -me miró con una ligera sonrisa- ¿No lo crees?

Bajé la mirada- Yo... Lamento tanto lo de tu abuela... Lamento no haber estado ahí para ti, apoyándote... -me sincere.

-La brisa es hermosa -sonreía.

Taehyung...

-Descuida, se que sinó lo hiciste es porque tenías tus razones. También reconocí tú sinceridad, tú querías a mí abuela y ella te adoraba. -baje la mirada- No pienso presionarte, es que ya perdí a mí abuela, ¿quién va a seguir ahora? No quiero perder a nadie más. -apreté con fuerza su mano, él sonrió con pesar, se que le es difícil hablar de ello- Aún así, respetaré tu espacio, mientras tanto... -levantó  nuestras manos enlazadas- ¿puedes sostenerte de mis manos? -su mirada se desviaba hacia la dirección del agua.

Sonreí- En medio del océano, por favor sostente de mis manos -la extendí en su dirección.

Once Again... Where stories live. Discover now