Prematuro.

934 132 13
                                    

Oficialmente, eran novias. 


Después de ese beso, tuvieron unas cuantas salidas más y Momo con todo el ahínco y la valentía que conocía, había pedido a Dahyun que fuera su novia de una forma tan cursi, que Kim realmente apreció. 


Ya casi nadie se da el tiempo de ser romántico en estas eras.


Si algo cambió en la relación de Momo y Dahyun durante los seis meses que llevaban saliendo como algo más que el dúo insuperable de baile por el que eran conocidas, nunca nadie fue lo suficientemente observador como para notarlo. Y en ese tiempo Momo había conseguido entablar una buena relación con los padres de Dahyun, que casualmente eran una especie de fundadores principales de la iglesia donde bailaba.


Dahyun también conocía a la familia de Hirai, y debido a que Momo no tuvo la necesidad de ocultar algo frente a la gente que quiere, Kim entró como lo que era a casa de la mayor. Como su novia.


Momo no teme tomarla de la mano en la calle, ni besar su mejilla cuando dan un paseo por los lugares favoritos de ambas. Dahyun se muestra en un inicio recia al contacto físico excesivo, pero poco a poco demuestra la plenitud de lo que Momo causa en ella. Espera un día donde no le importe tanto lo que piensen los demás de su persona. Superar los complejos no es sencillo, pero cuando hay una razón poderosa para hacerlo, la lucha promete una dulce recompensa.


No comunicaron nada a los amigos de Dahyun, si por amigos (realmente amigos) se contaba únicamente a Chaeyoung, porque era quien había estado con Kim desde que eran niñas. Momo entendía lo que todo aquello suponía para Dahyun, incomodarla no estaba en sus planes. No con apenas seis meses de relación y, probablemente, una vida por delante juntas.


Como toda pareja, conformada por una adolescente bastante hiperactiva y una joven que se comportaba aún como una adolescente en ocasiones, tuvieron problemas que, afortunadamente, terminaban con una reconciliación amena entre ambas partes. Momo siempre lo recordaría, porque era ella la que terminaba en el cuarto de Dahyun a media noche, con una disculpa honesta en una mano y su flor favorita en la otra, aún si el subir hasta el segundo piso de la casa de Kim supusiera una misión prácticamente suicida.


Kim no podía estar más feliz por acabar en los brazos de una persona como Hirai Momo. Sus sentimientos eran tan sinceros y ella era ella misma prácticamente el noventa y nueve por ciento de las ocasiones, que los sermones de la iglesia donde le anunciaban su próspera condena dejaron de surtirle efecto en absoluto, como si estuviera dopada. Dopada por amor. Ella quería hacer lo que fuera necesario, quería hacer cualquier cosa por defender a esa chica, y lo que esa chica sentía por ella.


Pero a veces, preguntas agobiaban. No era fácil dejar de pensar en ¿Ella haría lo que fuera? ¿Si Momo le dijera que quiere dar el siguiente paso, ella iría a su lado? ¿Podría enfrentar a sus padres, y renunciar a todo lo que conoce en sus diecisiete años de vida? Porque otros lo han hecho antes. ¿Ella también podría?


Y, de hecho, todo esto la golpea con fuerza cuando Momo la tarde en que van a celebrar el séptimo mes de su noviazgo, le ha puesto un anillo en la mesa y la mira como sólo podría mirarse a una persona una vez en la vida.


Hirai se ha puesto extremadamente nerviosa. ¿No es demasiado pronto para esto?

Un Trago (DahMo)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن