Consolidando.

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La iglesia cuenta con un pequeño piano que se usa comúnmente para acompañar los cantos. Dahyun se acerca hasta él, seguida de una Momo ligeramente confundida. Toman asiento, mientras Dahyun estira sus dedos y los posiciona sobre las teclas, repasando notas y escalas en la mente.

Momo, absorta en sus propias cavilaciones despierta conforme la melodía se extiende a través de la habitación y...Dahyun está acariciando el piano con tanta sutileza que Momo cierra sus ojos, como si fuera ella misma la que recibe dicha caricia.

-No sabía que tocabas el piano.

-Aprendí por mi cuenta. Una persona toca aquí cuando hay eucaristía, yo lo veía y el sonido que salía de esto simplemente me fascinó.

-¿En serio aprendiste sola?

-Sí, bueno...realmente me apasiona muchísimo, el asunto de la música y eso.

-¿Aprendiste a bailar sola también?

-Lo hice-A Momo nadie podía ya parecerle mejor que la chica sentada a su lado en ese momento.

-¿Es difícil?

-¿Qué cosa?

Momo tintinea con duda sobre una de las teclas negras del preciado objeto de Dahyun. Ha visto antes uno de esos en el estudio, pero nunca le había interesado lo suficiente como para saber siquiera cómo funciona.

-El piano...entonar.

-Oh...pues, un poco. Es cuestión de práctica.

-¿Me enseñas?

Momo se lo pide de una forma tan dulce que no puede negarse a ese rostro. Realmente no se negaría a nada que esa chica le pidiera.

-Pues...a ver-Sus ojos se hacen invisibles por segundos. Esta sonriendo. Hermoso. -¿Por dónde debería comenzar?

-¿Cuántas teclas tiene?

-Ochenta y ocho. Aunque la mayoría de pianos tiene sesenta y uno. Pero este es de ochenta y ocho, tenemos...-Cuenta con su mano izquierda las piezas, una por una. Momo la mira divertida-treinta y seis negras y cincuenta y dos blancas.

-Suena interesante. ¿Qué hay sobre las notas?

-Nuestro sistema de notas está compuesto por siete notas, de Do a Si.

-Espera.. -Momo sostiene su barbilla, como intentando entender toda la información que Kim le está entregando en ese momento. -Si son siete notas ¿Por qué hay ochenta y ocho teclas?

-El sistema de notas es simplemente una forma de clasificar la escala. Cada tecla aquí es un sonido diferente, pero, para poder usarlo y clasificarlo de alguna manera, tienes siete notas. Lo que vez aquí son bloques de notas, y hay siete notas por cada bloque. -Dahyun mira a los ojos a Momo, mientras continúa su explicación. -Entre el Do de la izquierda y el Do de la derecha que viene después de las otras seis notas, hay una distancia de una octava. Las teclas blancas representan una nota cada una, por ejemplo-Posiciona su dedo sobre una de las piezas blancas del piano. -Esta es Do-Y la tecla negra-Coloca su dedo sobre la mencionada-Es una nota intermedia, y mide la distancia que hay entre una nota y otra.

Exhala y prosigue.

-Son semitonos, por ejemplo, ésta de aquí que está entre Fa y Sol se puede llamar Fa sostenida o Sol bemol, ambas son la misma nota. Entre Si y Do no hay semitonos, tampoco entre Mi y Fa, por eso-Toma la mano de Momo y la lleva por sobre el teclado para que la contraria pueda tener completa certeza sobre sus palabras-Aquí no hay ninguna tecla negra...-Suave. La piel de Momo se siente suave. Quiere acariciar más de esa piel. Es una lástima que la explicación sobre el piano esté a punto de terminar y no tenga otra excusa barata para llevar a cabo su cometido.

-Okey, demasiada información para mi cerebro-Momo se toma la cabeza con ambas manos y parece como si acabara de salir de una explicación sobre cómo funciona la NASA y no un simple instrumento musical-Dahyun-ah, de verdad eres muy buena con el piano. -Dahyun la mira con una de esas expresiones que, según Momo, son raras de descifrar, a pesar de ser Dahyun una chica supremamente expresiva con su rostro. Quisiera saber que está pensando en ese preciso momento.

-Entonces... ¿Esta es Do? -Momo entona la nota y espera por el juicio de su, ahora, maestra.

-No, esa es Re.

-¿Mi?

-Sol.

-¿Fa?

-Si

-¡Fa sostenida!

-¡Unnie, ese ni siquiera es un semitono!

-¿Cómo no?

-¡No lo es! ¡Los semitonos son las teclas negras! N e g r a s. Tú estás tocando una blanca-Momo explota en risas, simplemente ha querido fastidiar un poco a su menor y claro que lo ha logrado. Lo ha logrado de sobra.

Dahyun comprende que ha sido el flanco perfecto de la broma de Hirai y se contagia de las risas de esta. La empuja ligeramente con su hombro y...podría ser su oportunidad. La de ambas.

-Tonta-De nuevo sostiene con cuidado su mano y la coloca al inicio del piano. Aquí está. Eso es. Lo que han estado buscando.

-Do...-Sus dedos debajo de los de la contraria son capaces de percibir la calidez que trasmiten

-Re... -La frialdad de las teclas abandonan pronto la extremidad de Momo.

-Mi...-Dahyun la mira con intensidad, lo sabe a pesar de tener su vista completamente enfocada en las teclas que sus largas falanges repasan.

-Fa...-¿Está Dahyun cerca de ella en ese preciso instante, o sólo es otro de sus ridículos e imposibles sueños?

-Sol...-Huele tan bien que eso no puede ser simplemente un producto de su imaginación.

-La...-Los ojos de Momo encuentran a sus compañeros a través de una larga y sonora travesía. Y Dahyun realmente está ahí, susurrando notas musicales para ella, con sus dedos entrelazados apenas, sobre el piano de la iglesia

-Si...-Sus labios son gruesos, e incluso su respiración le parece absurdamente deliciosa. Quiere besarla. Quiere besarla al final de ésta lección, por si no existe otra.

A la mierda, si su destino es el infierno, que sea por cometer el mejor de los pecados. Que sea por haberse enamorado de uno de los inmaculados ángeles de Dios. De una intocable.

Su mano libre acaricia con cuidado la mejilla de una sonrojada Dahyun. Tiene miedo de romperla, no porque crea que Dahyun es una persona débil, más bien porque sabe que lo que está a punto de hacer las lleva a un camino lleno de tortuosas piedras, que asumen la forma de palabras cargadas de desprecio y otros sentimientos irracionales y desmedidos.

No soporta la idea de ver a Dahyun siendo lastimada por algo que no ha elegido voluntariamente. Porque no quiere que su corazón puro sea ensuciado y mancillado por la ignorancia del mundo que les rodea.

Pero quiere hacerlo, ella realmente quiere besar a Dahyun y Dahyun quiere besarla a ella y su cerebro se desconecta ligeramente (como siempre pasa cuando está con Kim) cuando ha sido ella misma la que ha terminado totalmente con la distancia que las separaba.

Un beso que sabe a gloria, y a cerezas. El bálsamo labial de Dahyun. Planea preguntar dónde lo consigue, para regalárselo, y que nunca deje de usarlo porque, de ahora en adelante, ese será su sabor preferido de entre todos los sabores existentes en el mundo. En su mundo.

Un Trago (DahMo)Where stories live. Discover now