Normalidad.

1.3K 148 43
                                    

Los ensayos en la iglesia son exigentes. Nada de bromas.

Por más increíble que parezca, todos en el lugar se toman en serio lo del "entretenimiento" así que se juntan, por lo menos tres veces a la semana después de sus actividades cotidianas, para repasar lo que se presentará el domingo frente a los asistentes.

Contra todo pronóstico, Momo logró adaptarse rápidamente al lugar, y sus rutinas de baile le dieron al acto un aspecto más "profesional" del que cualquier otra persona pudiera haberle dado.

Dahyun sigue haciendo de las suyas, es innato. Dentro del grupo, el par está encargado de las rutinas de baile, mientras que otros cinco chicos forman una "banda" de música y tocan los instrumentos con absoluta dedicación. Los gestos, y la pasión, es posible observar cuánto aman aquello que hacen. Son talentosos. Momo se pregunta si ellos e incluso Kim jamás pensarían en debutar como artistas o los comúnmente llamados "ídolos" en su país. Lo harían excelente.

La química entre Dahyun y Momo no podría pasar desapercibida por nadie. Incluso cuando eran dos seres tan diferentes, y Momo se reía del "eagle dance" de Dahyun y molestaba diciendo cosas como: "Dahyun-ah ¿No estás muy grande ya para ese tipo de bailes?" era innegable que las dos habían hecho buenas migas en tan poco tiempo.

Kim negaba con su cabeza y soltaba un "Unnie, que tú estés vieja no significa que haya que quitarle la diversión a todo el mundo" para tener a Momo con su mano sobre el pecho, fingiendo sentir indignación, cuando por dentro, muy en el fondo, el baile seguía pareciéndole la cosa más extraña (pero adorable) en el mundo entero.

Cada tarde estaba llena de bailes, sudor y Kim Dahyun.

Las sonrisas de Kim Dahyun, y el perfume de Kim Dahyun, lo que Kim Dahyun estaba usando el día de hoy y la forma en que Kim Dahyun se mueve y le arrebata todo a Hirai Momo.

Era tan incierto, y nuevo, y sinceramente, no quería hacer ni el más mínimo esfuerzo por evitar el cúmulo de emociones que la joven comenzaba a despertar sobre sí misma.

-Unnie, ¿Me ayudas con esta coreografía, por favor?

Cuando quedaba algo de tiempo libre, o en los días donde no estaban preparando cosas para la iglesia, Momo era la "tutora personal" de Dahyun. Habían dominado algunas coreografías juntas, y era sorprendente. Lo rápido que Kim asimilaba incluso lo más complicado de cada pieza y su compromiso aún si a simple vista Dahyun se veía como una chica que bromeaba con cada aspecto de su vida. Una que no podía tomarse en serio las cosas, aunque la situación así lo ameritara.

Momo había ayudado a perfeccionar la técnica de Dahyun en el baile y ella, a cambio, enseñaba a Momo a ser más espontánea, a confiar más en sus propias habilidades.

Kim había comprendido pronto que, para Momo, todo se reducía a nada en muchas ocasiones y esa confianza tan carente era el resultado de un millón de críticas que, si bien tenían el objetivo de desarrollar el potencial de Hirai, habían destruido su autoestima.

Y sí, Momo al final había aprendido el eagle dance sólo porque hacerlo al lado de Dahyun era una de las cosas más divertidas que podrían existir en el mundo. Estar con Dahyun era volver a ser un niño, encapsularse sin preocupaciones o necesidades a ser resueltas inmediatamente, porque la única necesidad que sentía cuando estaba con ella era ser feliz y hacer feliz a Kim Dahyun.

La menor, por su parte, sentía una especie de admiración y cariño por Momo, uno que se supone los hobbaes pueden llegar a sentir por sus sunbaes y no sobrepasa el límite de la amistad. Uno que se supone jamás ha sentido por alguien anteriormente, y tomando en cuenta que ella misma estaba rodeada de gente mayor todo el tiempo, de chicos atractivos (algunos bastante directos) no explica como es que en una habitación llena de personas que deberían captar su atención por completo, ella sólo tiene ojos para Hirai Momo.

Y cuando sus manos se rozan ligeramente en la práctica, o cuando Momo sostiene su meñique contra el suyo mientras caminan a la parada de buses ¡Cristo! Su palidez se transforma en un rojo vivo y todo en ella late tan rápido que tiene miedo de que algún día Hirai entienda lo que le causa.

Pero no es como si ella mismo lo entendiera, porque de pronto todos los discursos y las creencias y todas esas ocasiones donde su familia y el mundo había recalcado lo "mal" que funcionaban ciertas cosas en el mundo, y lo malo que aparentemente era el amor entre dos seres que no le hacían daño a nadie comenzaban a tornarse confusos, borrosos.

Porque de pronto todas las oraciones, los cantos y las virtudes dejaron de tener sentido y lo único real era una chica varios años mayor que ella, con la que reía, y bailaba y se sentía jodidamente bien.

De todos modos, no es como si Momo pudiera tener la misma clase de sentimientos acerca de eso que habían entablado . Como si lo que había creado en su mente, fuera recíproco. Cuando se encontraba pensando en esto, recordaba también, que era posible, el estar atravezando "una etapa". Lo había escuchado, el término anteriormente, de la boca de muchos del círculo cercano. Pronto terminaría y se le permitiría regresar a la normalidad. Le daba risa lo absurdo que se escuchaba.

Y es que no le había crecido una oreja extra o una extremidad adicional. No estaba deforme y no se sentía como un extraterrestre por el único hecho de gustar de quien no debería, en teoría.

Pero normal o no, era imposible.

"Momo era imposible, y no llegaría ella a refutar nunca lo contrario."

-


-¿Hola...?

-¿Hay alguien aquí?

-¿Dahyun?

Momo acude esa tarde al ensayo programado para el equipo de baile y la banda. Observa el reloj de mano, mientras se toma la nunca ligeramente confundida. Está segura de haber llegado incluso diez minutos antes de la hora señalada, pero no hay señales de una sola alma viva por el sitio.

El silencio comienza a ser aterrador, y si es acompañado de oscuridad (que sea la iglesia lo hace peor) resulta como una pesadilla.

Unas manos se posan sobre sus ojos y una voz que conoce bien calma su sentido de alerta.

-¿Quién soy?

-¿Un duende enano que ha venido a secuestrarme?

-¡Yah! Eres una grosera, unnie-Dahyun la suelta fingiendo indignación y su cara hace un gesto tan tierno que Momo sonríe por inercia.

-¿Dónde están los demás?

-Han tenido actividades extras en el instituto.

-Entonces...

-Sólo somos tú y yo por hoy, unnie~

"Demonios"

Un Trago (DahMo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora