xxii. No te vayas

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—Lo siento Yūgi... —no, no, no, no puede.

—Pero, Yami...

—No... no quiero escucharte.

No puedo ser paciente.

Se despertó, tembloroso y envuelto o sudor, Yūgi había tenido una pesadilla, pero después de todo, ¿quién podría culparlo? A lo que él concierne Yami seguía sin hablarle.

La muerte y el juicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora