El primero.... [Rubelangel] {Editando}

🖤89🖤

89. Fuiste el primero en decir "acepto."

El gran día había llegado.

Estaba parado junto a Lanita, Samuel, Alex, Celo y Willy.

Mis nervios aumentaban a cada minuto, volteaba a ver a todos y tenían una sonrisa.

-No estés nervioso Rub. - Dijo Lanita abrasándome.

-No seas una payasa. - Celopan me abrazo.

-Rubius, pringado que este día es muy especial. - Dijo Willy.

-Tranquilo, dudo que Mangel salga corriendo. - Empezó a reí Samuel.

Alex me abrazo. -Tranquilo Rub. -

Sonreí. -Son los mejores del mundo, pero no puedo evitar estar nervioso, es muy importante esto y les agradezco mucho que estén aquí. -

Nos unimos en un abrazo grupal.

Nos separamos cuando tocaron la puerta.

-¿Puedo pasar? - Era la tú madre.

Asentí, nuestros amigos pidieron permiso y se retiraron.

Tú madre me miro y sonrió. -Imagino que estas muy nervioso. -

-Y no se imagina mal. - Me mire en el espejo.

-Este es un gran día, Miguel y tú se juraran amor eterno. -

-Si, claro es solo que. -Toque mi reflejo en el espejo. -No entiendo porque se quedo conmigo. -

-Por que eres maravilloso, mi hijo nunca había hablado tan bien de alguien, ni de sus novias, pero cuando apareciste tú, todo cambio en el. - Me tomo de las manos. -Su humor era mejor, cada día llegaba corriendo de la escuela para hablar y jugar contigo. -Suspiro, acomodo mi cabello y me miro a los ojos, esos negros y profundos como los tuyos. - Cambiaste a Miguel, me atrevería a decir que lo enamoraste desde que te conoció y se que lo haces feliz, se que lo amas, se que lo cuidarás y se que eres el indicado para pasar el resto de su vida a tu lado. -

No pude evitar soltar un sollozo y sin pensarlo la abrace, ella recibió el abrazo, empezó a acariciar mi espalda e intentar calmarme.

-Tengo miedo de no ser lo suficiente para el. - Susurre sin separarme.

-Eres lo suficiente y necesario para que sea feliz. -

Nos separamos, sonreímos, acomodo nuevamente mi cabello y deposito un beso en mi mejilla.

-Desde ahora, eres como un hijo para mi. -

-Gracias. -

Sonreímos. El sonido de la puerta nos interrumpió, era mi madre.

Nuestras madres de sonrieron, la mía se quedo y la tuya salió.

Suspire y mire a mi madre.

-¿Todo bien cariño? -

-Si, sólo estoy nervioso. -

-Lo imagino. - Me abrazo. -Todo saldrá bien y ten por seguro que ese chico te ama más que a nada. -

-¿Cómo lo sabes? -

-Si supieras lo que me dijo, sólo puedo decir que son el uno para el otro. -

-Gracias mamá. -

El padrino toco la puerta, volteamos, nos miro y se unió al abrazo junto a mi pequeña hermana.

Nos separamos con los ojos cristalizados y una sonrisa.

-Ya nos tenemos que ir. - Asentí y salí junto a mi familia.

Camine por los pasillos de la gran casa que habíamos rentado para la boda.