El primero.... [Rubelangel] {Editando}

🖤64🖤

64. Fuiste el primero que llego borracho a casa.

Esa misma noche llegaste borracho y entonces supe que el daño que te había causado no podía ser perdonado.

Ese día después de llorar por más de una hora, decidí que era mejor intentar recuperar nuestra amistad, evitar el tema e intentar hacer como si nada hubiera pasado. Otro error.

Limpie mi habitación, quite el polvo, tiré la basura acumulada, lave mis sabanas, arregle mi escritorio, al terminar me bañe, coloque la pijama e hice de comer.

La tarde paso rápido, pues después de casi un mes sin conectarme a redes decidí ver que había pasado o que se había dicho.

Muchas notificaciones me llegaron, como siempre unas buenas y otras malas:

Rubelangel no es real, lloro.

Son tan lindos juntos.

Que suerte tiene la chica.

Yo quiero ser ella.

Mi niño está creciendo.

Sabía que no podías ser un estúpido gay.

Ese es un hombre.

No podía leer más, pues todo me ponía mal, así que decidí tuitear:

"Hola criaturitas, ha pasado casi un mes, siento haberme ido así, pero tuve un gran problema.

No se preocupen, pronto volveré. :D"

Cerré la aplicación y me tumbe en la cama.

Era tan difícil imaginarte como mi amigo, eras lo mejor que me había pasado y te había perdido.

Mi mente no dejaba de torturarme con los besos, abrazos, caricias, lindas, cariñosas y hermosas palabras que me brindabas.

Mis ojos empezaron a arder y a pesar mucho, poco a poco los cerré.

El sonido de mi celular me hizo despertar. Lo tomé, miré la hora, eran la una de la mañana y me habían llegado muchas notificaciones de Twitter.

Pero la última era una foto, al abrirla te vi, estabas besando a una chica y muchos decían que si eras tú, otros que no, el punto era que uno de los suscriptores te había visto, te tomo la foto y la subió.

Suspire, mis ojos se cristalizaron y avente el celular.

-Lo merezco. - Susurre.

45 minutos pasaron, escuche la puerta siendo abierta, me levante y ahí estabas junto a una chica de cabello negro, de tu estatura, ojos café, piel pálida, vestida con una falda muy corta, una blusa muy pegada y el pelo suelto.

Estabas borracho pues ni caminar bien podías, cerraste la puerta, empezaron a caminar mientras se besaban, chocaron con un sofá, empezaron a reír y siguieron caminando hacía tu habitación, encendí la luz del pasillo, me viste y una sonrisa burlona se formo en tu cara.

Una lagrima recorrió mi mejilla, la limpie y cerré la puerta.

Lo único que pensaba era que eso era lo que me merecía.