El primero.... [Rubelangel] {Editando}

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38. Fuiste el primero en aceptar que nos besáramos en frente de muchas personas.

Amábamos las fiestas, era algo que no podíamos negar, pero en especial yo.

Estábamos junto a Samuel y Fargan, platicábamos y bebíamos cervezas.

-¿Cómo va su relación? - Pregunto Miguel.

Samuel sonrío y tomo de la mano a David, le dio un beso en la mejilla y sonrío.

-Mejor que nunca. - Fargan se sonrojo un poco y asintió.

-Este ser hermoso tiene toda la razón. - Ahora hablo David, quien imito la acción de su novio.

Fargan tomo de la cintura a Samuel y le dio un beso.

-Son tan lindos. - Dijo Lanita saltando un poco en su asiento.

Todos reímos, ellos se separaron y sonrieron.

-Voy al baño. - Dijiste.

-¿Le pasa algo a Mangel? - Pregunto Willy curioso.

-Voy a ver. - Dije mientras te buscaba con la mirada.

Empecé a caminar entre la gente, llegué al baño y entre.

Estaban vacíos, me quede parado frente al espejo.

-¿Por qué soy tan cobarde? - Susurre.

Sentí que alguien me abrazaba por la espalda, me sobresalte y en reflejo del espejo te vi.

-No eres cobarde. - Sentí mis ojos aguarse.

-Claro que si, no puedo ni decirle a nuestros amigos de nuestra relación. - Mi voz sonó algo rota.

-Te esperaré el tiempo que necesites. - Besaste mi mejilla.

Sonreímos, me diste la vuelta delicadamente, quedamos cara a cara, tus ojos brillaban, tu sonrisa era única, tus labios hacían que quisiera besarlos todo el día, sin aguantarme más tome tus mejillas y unimos nuestros labios en un tierno beso.

La noche continuo, menos tierna y romántica, empezaba a marearme y reírme de todo, el alcohol empezaba  a causar efecto en mi organismo.

Luzu se acerco a nosotros con una gran sonrisa.

-Chicos, quiero retarlos a algo. - Paso sus brazos por nuestros hombros, el olor a alcohol nos invadió, estaba igual que nosotros.

Reí y te mire, diciéndote con aquella acción que tú respondieras.

-¿A qué Luzu? - Preguntaste con una sonrisa.

-Bien, quiero que se den un beso frente a todos. - Miraste hacía una especie de balcón hasta arriba del bar, donde todo se veía, todo.

-¿Qué? - Pregunte.

-Por que no. - Respondió Miguel.

Sabía que para ti era importante, sabía que sería fácil decir que estaba muy borracho y no me acordaba, así que acepte, quería hacerte feliz.

Estaba muy incómodo, casi todas las miradas estaban en nosotros, algunos nos grababan, estaba arrepentiendome, pero ya no podía decir que no.

Tomaste mis mejillas, yo tome las tuyas y en menos de un segundo nuestros labios ya estaban unidos, no podía poner otra cara que no fuera de asco, no quería que nos juzgaran, no quería que te lastimaran, tenía que seguir fingiendo.

Mala decisión, pensar que aquello te parecería bueno era un error.

Después de eso salimos de la fiesta, caminamos de regreso a casa, estabas callado y triste.

Me pare y te toque el hombro para que hicieras lo mismo.

-¿Estás bien? - Pregunte tranquilo.

-Si, ¿por qué?, tengo alguna razón para molestarme. - Respondiste seco.

-No, yo bueno, perdón. - Me sentía mal, sabía que la había cagado.

-No hay nada que perdonar. - Seguiste caminando.

Me sentí la peor persona en el mundo.

-Por favor, lo siento no quería hacerte sentir mal. - Corrí tras de ti, pues cada vez dabas pasos más rápidos y largos.

-No, claro que no, mientras yo sonrío tú pones cara de asco, esta bien. - La luz de los faros en la calle me ayudaron a ver que tus mejillas estaban húmedas.

-Por favor, perdón, sabes que no es fácil. - Suspire intentado contener las lágrimas.

-¿Crees que para mi lo es? - Jalaste tus cabellos y un pequeño sollozo salió de tus labios.

Seguiste caminando pero mucho más rápido.

Seguiste enojado por unas horas, hasta que ni tú ni yo podíamos seguir sin hablarnos, sin besarnos, sin estar juntos.

Te pedí perdón y todo mejoro.

Tal vez hubiera sido mejor que te besará como cada día, sin miedo, sin asco, con amor y tranquilidad, como siempre. Pero ya nada se podía hacer, en verdad estaba arrepentido.