Si, cambió.
Porque todo necesita cambiar.
Porque aunque les amo, es mi historia, es mi relato, son mis sentimientos.
La parte cien no va a pertenecer a la historia.
Porque eso sería darle un final.
Y yo no quiero darle un final a esto.
Yo no quiero que esto termine.
Y aunque se que no quieren, se que les gusta como era.
Mas allá de los personajes, la serie, a ustedes les gustaba el romance, la buena trama de comedia romántica y misteriosa que tenía, la termine como una historia triste y deseperanzadora, repleta de despedidas y lagrimas.
Perdón.
Pero los humanos somos esclavos de nuestros sentimientos.
Y no puedo escribir comedia romántica si no me siento así.
Quise darle un final triste, porque ustedes, lectores, ya están acostumbrados a los finales felices.
Y yo no quiero que recuerden mis historia como algo típico. Quiero que recuerden mis historia como un mensaje.
Un mensaje de que todo cambia, y que a veces, aunque queramos algo, no podemos tenerlo, que existe el adiós, que no existe el nunca ni tampoco el para siempre. Quiero que entiendan que la vida no siempre va a ser como esperan y que la felicidad se basa en la tristeza.
Perdón si les decepcione.
No era mi intención.
Y recuerden que este no es un adiós.
Porque mientras mi mensaje perdure, la historia jamás se va a acabar.