《82》

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Quizás la gente no es como pensamos.

A veces confiamos demasiado.

A veces creemos que la persona está dispuesta a dar más de lo que en realidad puede.

A veces tenemos el erróneo pensamiento de creer que si nosotros queremos a esa persona demasiado, esa persona nos querrá de vuelta.

A veces buscamos el agua en un pozo seco, pero culpamos al pozo, sin pensar que la culpa es nuestra, por buscar algo en un lugar donde ya ha quedado claro que no hay.

A veces queremos demasiado, queremos tanto que duele.

Queremos hasta mas no poder, y eso nos lastima.

Porque a veces el amor no cura, lastima.

Eso es lo maravilloso del amor.

Es el mejor sentimiento que puede existir, pero al mismo tiempo, es el peor que puedes experimentar.

El amor es hermoso.

O es una mierda.

Y va variando a cada segundo.

Lucas jamás lo había dicho en voz alta, ni siquiera estando solo, es mas, el solo pensarlo lo ponía incomodo; el había, sin darse cuenta, comenzado a amar a Maya.

La amaba.

Amaba su forma de reír, llorar, expresarse, enojarse, desarrollarse, vestirse, amaba todo de ella.

No solo la amaba, sino que la admiraba.

Admiraba su ser.

Y no hay nada más horrible y doloroso, que decepcionarte de alguien que amas.

Lucas había visto lo peor de Maya, reiteradas veces, y la seguía amando.

Pero jamás lo había decepcionado.

Lucas se sentía vacio, se sentía tonto, se sentía triste.

Lucas se sentía como una mierda.

Y era culpa de Maya.

[ Parte 2 ]

texts [en edición]Where stories live. Discover now