《74》

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Estaba volviendo a mi casa y me dolía el rostro.

Me dolían las piernas.

Me dolía el pecho.

Me dolían los ojos.

Solo quería llegar y estar con Maya.

¿Era demasiado pedir?

Solo quería estar con ella y olvidarme de todo.

-&-

Pude arrodillarme, me había costado, pero estaba hurgando un par de cosas de Lucas.

Encontré un diario.

Me pareció de mala educación solo pensar en leerlo, pero me sentía tan curiosa.

Lo agarre y lo abrí.

Tenía hojas amarillentas dentro.

Se veía bastante viejo.

Eso explicaría el lugar donde se encontraba.

La primera hoja decía su nombre.

Y fue más interesante de lo que suena, porque decía su nombre completo.

" Lucas Jonathan Friar "

Esperaba que su segundo nombre fuera más feo.

Pero, ¿que podía esperar? nada en Lucas era feo.

Pase de página.

" Día 1 

Odio todo de este lugar, en serio,  es demasiada ciudad, demasiada gente, demasiado ruido.

En una semana tendré que empezar la secundaria, y la realidad es que no me emociona demasiado.

Esta casa es demasiado grande para dos personas.

Y más cuándo una de las dos personas no esta nunca.

Soy solo yo, en medio de esta casa, en medio de este barrio, en medio de esta ciudad.

Quisiera volver a mi hogar. "


Al instante supuse que era de la semana anterior al día en el que todo empezó.

Cuándo lo conocimos.

Me sentí mal por el, debía ser duro el cambio.

No es lo mismo el campo de Texas a la ciudad.

Escuche la puerta cerrarse y supuse que era Lucas.

Revolee el diario al mismo lugar donde lo encontré.

No me había equivocado, era Lucas.

-¿Y?- pregunté.

-¿Que?- mantenía su humor seco del de antes.

-¿Que fuiste a hacer?

Se saco la mochila y la tiro suavemente a la cama.

La abrí, eso me había dado a entender.

Estaban las cosas que mas usaba.

Mi computadora, mi celular, sus correspondientes cargadores.

Pero había dos cosas que no entendía por que había agarrado.

Un libro y un collar.

Agarre primero el libro y lo observe, observe su tapa polvorienta y su titulo viejo.

Sentía la tristeza inundándome.

-¿Que pasa? ¿No te gusta ese libro? Te traje el primero que vi, no fue intencional.

-Se que no lo fue.- pronuncié.

-¿Y que tiene de malo el libro?

-Mi padre me lo leía de pequeña, antes de que se fuera.

Lucas volteó completamente a verme.

-Oh...yo lo siento mucho, Maya, fue el primero que agarre, si quieres lo dejo de vuelta en tu casa.

-No, esta bien.

Pase al collar.

Era un collar que Lucas me había regalado.

Lo cierto es que no lo usaba demasiado, es decir, casi nunca.

No porque no me gustara, si no porque lo consideraba muy especial para mi, y usarlo siempre le quitaba valor, o eso pensaba yo.

Lo llevaba guardado cuándo consideraba necesitar suerte.

...

Bueno, la realidad, es que lo usaba en los momentos cuándo estaba sola, y lo único que deseaba era estar con alguien que me hiciera feliz.

Lucas me hacía feliz.

Lo usaba cuándo deseaba que el estuviera ahí conmigo, pero no lo estaba.

Y aunque Lucas ignorara este hecho, me parecía muy considerado de su parte haberlo llevado.

-Lucas, puedo hacerte una pregunta?

-Si, que?

-¿Si pudieras elegir entre estar aquí o estar en Texas,que escogerías?

-...

Miro para abajo y lo note pensativo.

-Aquí.

Note que la pregunta lo había incomodado.

Se volteo y rebusco entre su mesa.

-¿Por que?

Alzo los hombros.

-Vamos, Lucas.

-Quizás por que aquí tengo gente que si me quiere.

Seguía dándome la espalda.

Maldito seas, Lucas Jonathan Friar, ¿por que incluso de espaldas eres tan lindo?

-¿Que con tus padres?

-Mis padres son un tema que no discutiremos hoy.

Bien.

-¿Que fuiste a hacer a mi casa además de buscar mis cosas?

-Nada.

-Lucas...

-¡Basta, Maya!

Gritó y me sobresalte.

-¡¿Que rayos pasa contigo hoy?! ¡¿Por que demonios me tratas tan como la mierda?! ¡¿Que rayos te he hecho?!

Quizás eran demasiadas malas palabras, pero estaba furiosa, yo solo quería lo mejor para el.

El se volteo rápidamente y me miro.

-Ese es el problema, Maya, no me has hecho nada, y eso jamás me había pasado con nadie. Nadie me hace sentir tan bien como tu, y eso me confunde. Odio verte triste, odio verte mal. Y cuándo lo hago entro en desesperación, y nadie jamás había provocado algo así en mi. El problema es que necesito protegerte de toda la mierda y me cuesta demasiado.

-Lucas...¿por que me has traído aquí?

-Solo quiero pasar tiempo contigo, bien? Solo quiero sentarme, ver una película, comer helado, y olvidarme de todo. Solo quiero estar contigo.

Se acerco y pensé en besarle.

Pero lo abrace.

Lo abrace como jamás había abrazado a alguien.

Por que el me hacía sentir como nadie.

Nadie nunca me había dicho algo tan simplemente perfecto.

El era tan simplemente perfecto.

texts [en edición]Where stories live. Discover now