llévame contigo - larry

9. errores

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Salió desde temprano de casa luego de dejar a sus hijos en el colegio.

Estaba nerviosa. Temía por que fuese descubierta.

Anne entró al restaurante en el que había acordado encontrarse con Drew.

Exacto, mientras Josh trabajaba jornadas dobles, mientras Harry estaba en la preparatoria, Gemma en la secundaria, y Jessy en la primaria, Anne aprovechaba el tiempo de una buena manera. Pero últimamente se sentía desconfiada,como si alguien pudiese descubrirla y arruinarle todo.

Por lo tanto, de la manera más madura que podría encontrar, había decidido acabar con todo este asunto del engaño ya que ahí fuera tenía una familia y un esposo, que aunque no apreciara tanto como antes, merecían una buena vida, y no la mierda que les estaba ofreciendo al hacerles esto a escondidas.

Tomó asiento en el lugar más apartado del lugar y releyó unas tres veces el menú tratando de enfocar su mente en lo que el lugar le ofrecía y no en lo que estaba apunto de suceder.

No tardó más de cinco minutos en que Drew apareció por las puertas del lugar. El hombre era alto, moreno, con el cabello perfectamente arreglado y los ojos oscuros. Era un hombre de negocios, alineado, bien presentado, que ofrecía miradas tan profundas que podía intimidar al cualquiera. El sueño de toda mujer, alguien rico, joven, apuesto, y por supuesto, todo un casanova.

Lamentablemente esto tenía que acabarse, ya que Anne temía por su familia.

Así es, había cometido la estupidez más grande de su vida acostándose con aquel hombre y echándole mierdas a su esposo diciendo que el que estaba haciendo mal las cosas era él y no ella. Vaya mentira la que se tragaba.

Cientos de noches se la pasó despierta, pensando en sus hijos y lo que pasaría si se dieran cuenta. ¿Qué pasaría si Harry se enterase? Él era un chico mayor y podría darse cuenta fácilmente, y lógicamente jamás se lo perdonaría. ¿Qué historia le inventaría a Jessy? ¿Cómo iba a decirle que la historia de mamá y papá se aman más que nadie y viven felices por siempre era falsa? Y ¿qué pensaría Gemma? y mucho peor aún, ¿qué haría con Josh? después de todo, a él era a quién había jurado amor eterno sobre la salud y la enfermedad en el altar, ¿no?

Desafortunadamente Drew tenía un encanto sobre ella, que la hacía perder toda la cordura. Y en el instante en que se sentó frente a frente y la miró con esos oscuros y brillosos ojos directamente hizo que olvidara todo aquello que había estado pensado. Inclusive que estaba haciendo esto por su pequeña, que cumplía cinco años.

-¿Ya te tomaron la orden? -le sonrió de una manera cálida.

-No -devolvió la sonrisa. -Estaba esperando tu llegada. -ambos se quedaron mirando el menú decidiendo qué deseaban desayunar.

Probablemente han comenzado a odiar a Drew, pero, ¿por qué odiar a alguien que es realmente inocente en está historia?

Él simplemente había salido una noche a divertirse con sus amigos al antro más frecuentado de todo Londres y se la había topado ahí, sentada, sola y ahogando sus penas con el mejor licor que encontró en el lugar.

Ella había mencionado que trataba de olvidar sus problemas, que odiaba el amor, y él había tomado eso como una señal de ruptura con su novio.

Además, ella no había actuado a la defensiva cuando la tomó por la cintura y comenzó a besarla. ¿Estaba ebria? ni un poco. Apenas había empezado a beber, la noche era joven, y tenían un largo momento para divertirse.

La pasaron juntos toda la noche, bailando lo suficientemente cerca como para que el resto de las personas supiera que tenían algún tipo de relación. Para ése momento estaban solamente un poco ebrios.