CAPITULO 12

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La campana que indica que alguien esta entrando en el establecimiento sonó, mire en dirección a la puerta con la esperanza de que fuera Kim. No la había visto en todo el día y quería saber si todos estaban bien, pues no dejaba de estar preocupada y el hecho de que Kim no apareciera no me hacia sentir mas tranquila. Evitaba con todas mis fuerzas el no mandarle un mensaje a su WhatsApp para evitar interrumpirla en mal momento, mi esperanza de desvaneció en cuanto vi que la persona que entraba era la señora Lewis la cual desapareció entre los estantes, suspiré pesadamente pues la anciana solía caminar por todo el supermercado, desorganizando los productos y quejándose de los precios para finalmente llegar a la caja con tan solo uno o dos productos.

Cuando el reloj marco la 1:20 p.m alce la cabeza esperanzada como lo había estado haciendo en todo el transcurso del día, instintivamente una enorme sonrisa se desplego en mi cara, aunque la persona que caminaba hacia mi no era Kim si no que era Paul, este vestía como usualmente lo hacía, sus ojos oscuros estaban clavados en mí, en cuanto me vio sonreír este me dedico una sonrisa torcida. Mi estomago se estremeció y mis piernas temblaron, baje la mirada con nerviosismo ¿Qué era esta sensación?

-¿Cómo esta mi preciosa sirena? – me pregunto, tuve que luchar por no sonreír ante sus palabras. En otro momento lo habría mirado de mala forma y le habría soltado alguna grosería por haberme llamado 'sirena' pero la verdad era que al verlo la tranquilidad había regresado a mí, incluso las palmas de mis manos picaban por la necesidad que tenia de tocarle y cerciorarme de que Paul si estaba frente a mí.

-bien, ¿Cómo haz estado tu? – le pregunte un poco tímida y levantando la vista para mirarlo, sus facciones se veían relajadas y no rudas como normalmente eran, su mirada sobre mí me inquietaba sería una estúpida si negara lo guapo que era Paul, sacudí la cabeza para dejar de pensar aquello que no venía ni al caso en ese momento.

-bien. Mejor, ahora que te veo. – dijo extendiendo su mano para tomar mi mano y apretarla con la suya, una electricidad recorrió mi cuerpo, lo mire extrañada por su acción pues lo que usualmente hacia Paul era estamparme en alguna parte y pegar su anatomía con la mía y soltarme insinuaciones, no tomar mi mano con delicadeza y decirme frases bonitas. – sales de trabajar en media hora ¿no es así? – me pregunto acariciando el dorso de mi mano con su pulgar, yo asentí. - ¿podemos salir? Sarah, preciosa necesito hablar contigo sobre algo. – me dijo, me tense ante sus palabras. – por favor, es muy importante. – me dijo al momento que yo empezaba a negar con la cabeza, ¿importante? Me pregunte, la mirada sincera y suplicante de Paul me daban ganas de abrazarlo, espera. ¿Qué estoy pensando? De todas maneras, no veía como decirle que no, de repente me sentí preocupada por herirlo, por lo cual asentí con una sonrisa, Paul respondió con una sonrisa de tal manera que sentí que me desmayaría ante lo perfecta que era. - ¿paso por ti a tu casa a eso de las siete de la noche? – me pregunto.

-veámonos frente al super. – le dije, pues aun no sabía cómo explicarle a mis padres que tendría una especie de "cita" espera ¿esto si era una cita? Él me sonrió para luego alzar mi mano y depositar un beso sobre el dorso de esta, me dedico un guiño para luego salir del establecimiento, mi corazón latía con locura en mi pecho ¡DIOS! ¿Qué me pasa?

-todo está correcto. – me dijo el señor Samuel, luego de contar el dinero de las ventas que había hecho en mi turno. – puedes irte. – me dijo al momento que yo salía de detrás del mostrador, mire el reloj en mi muñeca este marcaba las 2:03 de la tarde en cuanto llegue a la puerta a través del vidrio de esta vi a Louisa y a Kim caminando hacia el supermercado, me quede allí esperándolas.

- lo siento, intente detenerla. – me dijo Kim con una expresión de disculpa.

- no exageren, yo solo vine a salvar el día. – dijo Louisa tomándome del brazo y jalándome para salir del supermercado. – así que saldrás con Paul. – me dijo haciéndome caminar hacia la casa de Emily. – yo se justamente lo que se te vería precioso.

The Mermaid And The Wolf ~Paul Lahote~ |Libro 3| de la serie 'Improntas'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora