CAPITULO 1

13.7K 734 56
                                    

UN NUEVO COMIENZO


-Sarah, hija ¿Qué te parece? -me pregunto mi padre desde el puesto del conductor, yo aparte la mirada de la ventanilla para mirar hacia al frente del auto, mi madre se había girado para verme desde el puesto del copiloto en cuanto nuestras miradas se cruzaron fingí una sonrisa.

-es demasiado... verde. -le dije poniendo la vista de nuevo en el bosque que se veía borroso por el movimiento del auto. -me gusta. -le dije acomodándome más en la silla trasera del auto.

Lo cierto era que no me gustaba, mi lugar era Ellensburg, había vivido allá toda mi vida, allí nací, allí fui al jardín, la escuela y el instituto. Acababa de empezar la universidad, apenas había terminado mi primer semestre y ya tenia que preocuparme por hacer transferencia desde la universidad de Ellensburg hasta la de Seattle, pero todo fuera por la salud de mi padre, hace un par de meses mi padre sufrió un ataque al corazón. Razón por la cual yo no le había puesto objeción ante la mudanza, el médico le recomendó que lo mejor era que tuviera una vida más tranquila, razón por la cual ahora me estaba mudando a la lejana reserva Quileute, si no se puede quedar en la ciudad ¿Por qué no forks? Es pequeño, tranquilo y solitario. ¡Pero no! Mi padre tenia que ir hasta el extremo. Solo porque de joven hizo algunos viajes con sus amigos a la reserva, para acampar y escalar -es un lugar precioso, verde y tranquilo- argumento mi padre por su decisión.

Flash Back

-Madre, estoy a punto de cumplir la mayoría de edad ¿Por qué no me puedo quedar acá? – le había dicho a mi madre que se encontraba sentada sobre mi cama junto a mí, mi padre nos había comunicado su decisión esa noche en la cena, y por mas que trate de ocultar mi inconformismo mi madre lo había notado. -¿es por dinero? Trabajare mamá. -le dije al notar que pensaba demasiado en el tema.

-Sarah mi princesa, tu padre es un jubilado del ejército, bien sabes que no es por dinero. -me dijo tocando mi mejilla. -esta enfermo, hija y lo sabes. Si te quedas ¿crees que el va a vivir tranquilo? -aunque no planeaba vivir toda la vida con mis padres, no podía negar que ese era un argumento de peso, necesitaba concentrarme en mis estudios y en mantener a mi padre feliz y saludable, si ese lugar era tan lindo como mi padre decía me acostumbraría a él con el tiempo.

Fin del flash back

-¿Qué tan lejos está la playa de la casa? -pregunte al ver el acantilado desde el que me podía lanzar al mar.

-¡NO! Mi niña, no lo permitiré. -me dijo mi madre al darse cuenta de porque hacia la pregunta. -es altísimo ¿Cómo se te ocurre pensar en saltar de ahí?

-Clarissa, amor. Déjala... ya sabes como es, por eso estoy seguro de que le encantara el lugar. -mi padre, aunque estricto por su formación militar no se pasó la vida tratándome cómo una princesa de cristal que se rompería con cualquier cosa, comprendió pronto que ser princesa era algo que no pegaba conmigo, me gustaba el deporte y siempre fui un poco tosca, el con todo su amor y comprensión me apoyo siempre. – hija, en la playa puedes surfear y si mal no lo recuerdo, el bosque es seguro, puedes ir de excursión y escalar.

-¿si mal no lo recuerdo? -le espeto mi madre con ironía en la voz, deje de prestar atención al instante pues sabia que lo que se venía a continuación era un aburrido sermón de mi madre que contenía un montón de razones que explicaban porque yo no debía hacer esto o aquello.

-por fin! -exclame bajándome del auto para estirarme, eran cerca de las siete de la noche y por fin mi padre había aparcado en lo que parece seria, nuestra nueva casa.

-¿Qué te parece? -pregunto mi padre abriendo la puerta y haciéndome espacio para que yo entrara delante de él, la casa era como todas las que había visto de camino acá, desde que entramos en la reserva, una típica casa de campo, echa de madera. Pero era acogedora y espaciosa.

-¿puedo escoger habitación? -pregunte, empezando a subir las escaleras, claro que no podía, lo supe en cuanto entre en la primera habitación de la segunda planta y me encontré con todas mis cosas, mis padres habían estado viajando toda la semana anterior con camiones de mudanza para traer todo. Mi habitación ya había sido elegida yo lo único que traía conmigo era la ropa, sin embargo no tuve queja alguna, ya que era espaciosa y cómoda con un enorme ventanal que daba al bosque y permitía la filtración de una bella luz lunar, mi madre debió haberse encargado de esto ella misma, lo supe porque todos los trofeos que gane en deportes a lo largo de mi vida estaban sobre una repisa, justo en el orden que me gustaba acomodarlos, esto al igual que el resto de mis cosas se veían justamente como en mi habitación de Ellensburg.

-SARAH! LA CENA. -escuche a mi madre gritar media hora después desde la cocina en el piso de abajo ¿en serio? ¿la cena? Justo ahora que me estaba deleitando con el veloz internet que tiene la reserva Quileute.

-¿ustedes si pidieron el servicio de internet? -pregunte en cuanto puse un pie en el primer piso, mis padres se miraron entre ellos con una expresión de burla. -no se rían ¿Cómo creen que hare trabajos con ese internet tan lento? -pregunte sentándome de mala gana en el comedor.

-Sarah, no es taaaaaaaan lento. -dijo mi padre conteniendo las ganas de burlarse.

-¿ha no? -le pregunte contagiándome un poco de su sonrisa. -si lo es y se cae un montón! Tengo hasta un nuevo récord en el juego del dinosaurio y todo. -dije haciendo un puchero, algo poco propio de mí.

-bueno, no es el fin del mundo. Te acostumbraras. -dijo mi madre pasándome un plato con un par de sándwiches de queso. -lo siento hija, es que no hemos hecho la compra. -me explico mi madre al ver que yo examinaba mi cena.

-no pasa nada, sabes que amo los sándwiches. -le dije quitándole importancia, aunque dudaba que dos sándwiches me quitaran el hambre que traía.

-¿quieres ver el baseball conmigo? -me pregunto mi padre en cuanto terminamos de comer.

-no, me estoy cayendo de sueño. -le dije, para luego despedirme de ambos con un guiño y subí las escaleras para entrar a mi habitación y posteriormente tomar una ducha rápida, cepillarme, enfundarme en un enorme camisón y meterme en la cama para caer profundamente dormida de inmediato.

~~~

mis amores espero les guste, me esfuerzo mucho en que las improntas tengan personalidades distintas espero que este resultando de ese modo :/ . planeo hacer maratón mañana para acelerar la entrada de Paul en escena ¿están de acuerdo?

The Mermaid And The Wolf ~Paul Lahote~ |Libro 3| de la serie 'Improntas'Kde žijí příběhy. Začni objevovat