CAPITULO 15

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PAUL'S POV.

-no sé qué mierda pretendes Kim, pero deja de zarandearla ya! – le solté a Kim con desesperación, luego de que esta moviera violentamente a Sarah por los hombros por séptima vez, llevaba diez minutos de rodillas frente a ella luego de haber regresado del bosque tras la persecución contra el maldito grupo de sanguijuelas que se dieron a la fuga en cuanto nos vieron, Sarah no había musitado ni una sola palabra y su rostro no mostraba expresión alguna mientras miraba a la nada.

-Wow, tranquilo hermano. No le hables así. – me dijo Jared en defensa de su impronta para luego tomarla de la mano y alejarla de nosotros, me concentre de nuevo en Sarah que parecía no reaccionar a nada.

-Emily ¿deberíamos llevarla al hospital? – pregunte preocupado, Emily se acercó a mi desde la cocina con una taza de té en las manos.

-cálmate, Paul. – dijo Emily posando una de sus manos en mi hombro. – solo es el shock esperemos un rato a que lo procese.

-¿Por qué mierda se demoraron tanto? – pregunto Leah molesta, había guardado silencio todo el tiempo desde que habíamos llegado, pero su afán por quejarse parecía no querer hacerse esperar más. – maldita sea Sam. – dijo girándose para ver a nuestro alfa. – ¿tienes idea de lo que habría pasado si esas malditas sanguijuelas hubieran entrado? – Sam hizo uno mueca que denotaba, que lo que Leah acababa de decir era algo en lo que el precisamente no quería pensar y para ser sincero yo ni ninguno de los presentes quería pensarlo tampoco. – mierda! – dijo Leah de nuevo cerrando sus dedos índice y pulgar en el puente de su nariz con evidente impaciencia. – yo no habría podido protegerlas, Sam! ¡No habría podido sola! – soltó una Leah que parecía al bordo de las lágrimas, Emily corrió hasta su lado para abrazar a su prima, me sorprendí al pensar en lo mucho que había avanzado la relación de ellas dos luego de lo de Sam. Con el tiempo Leah había dejado de ser una patética exnovia que no lograba superar a su ex para convertirse en una auténtica protectora, el hecho de que cada vez la rodearan mas mujeres y no solo los hombres de la manada parecían haberla vuelto más sensible con el tiempo.

-lo se Leah, lo siento. Y agradezco que hayas estado aquí. – le dijo Sam con una expresión sincera. – esas sanguijuelas lo planearon, diez de ellos nos hicieron seguirlos alejándonos de aquí, parece que el otro grupo estaba listo para venir a aterrorizarlas, mierda. En serio lo siento. – dijo Sam mirando con una expresión de disculpa a cada una de las improntas, para luego quedarse en silencio mientras todos mirábamos con preocupación a Sarah.

-mierda Louisa ¡para ya! – me queje de la forma ruidosa en la que Louisa comía galletas en la cocina.

-jodete Paul, unos malditos vampiros me aterrorizaron por segunda vez en mi vida. Solo quiero comer oreos y comeré todas las malditas oreos que se me dé la gana. – me soltó con su tono altanero, Seth que había estado siguiéndola y abrazándola desde que llegamos a la casa me miro con una expresión que me indicaba que si le decía algo mas a su impronta habría problemas, yo solo resople con molestia y volví a fijar la mirada en Sarah la cual ahora al menos tenía el ceño fruncido.

-di.... Di... - había comenzado a tartamudear Sarah, pero no lograba formular palabra.

-ten, calmara tus nervios. – le dijo Anna llegando junto a nosotros y poniendo una barra de chocolate frente a los ojos de Sarah la cual tomo y se la llevo a la boca en ese mismo instante.

-díganme... - comenzó a decir Sarah luego de un minuto que a mi parecer fue eterno, en el que ella se dedico a saborear con lentitud un trozo de chocolate mientras sus iris miraban en todas las direcciones en lo que a mi parecer era un afán de atar cabos en su mente. – díganme que no estoy loca, es decir ¿esto tan siquiera esta pasando? ¿niñas vieron lo que yo vi? – pregunto girándose para mirar a las improntas. – y los escuche hablar y utilizar palabras como 'sanguijuelas' y... y... oh mierda ¿Qué rayos fue eso? – pregunto Sarah mirando hacia al frente lugar en el que yo estaba de rodillas junto a ella, esta me tomo del cuello y me jalo hacia ella de tal forma que nuestros rostros quedaron a centímetros de distancia. - ¿esos fueron lobos? ¿solo yo los vi? – pregunto esto último soltándome de golpe y girándose para escanear la expresión de todos en la sala.

The Mermaid And The Wolf ~Paul Lahote~ |Libro 3| de la serie 'Improntas'Where stories live. Discover now