Heartless ♤ (HopeV/VHope)

Capítulo III: "La debilidad es para perdedores."

Cuando le informaron a Taehyung que lo cambiarían de instituto se emocionó al comienzo, apuesto a que sería divertido conocer nuevas personas, vivir en un lugar diferente y aunque le dolía dejar su modo de vida también estaba feliz porque iría a vivir a la misma ciudad que su mejor amigo. Hacía algunos años su mejor amigo tuvo que irse de la ciudad por cuestiones familiares, sin embargo siguieron en contacto y se contaban todo. Ahora Taehyung se veía obligado a mudarse por el trabajo de su padre y resultó que se dirigirían a la misma ciudad, estaba ansioso por verlo de nuevo.

Se las arregló para convencer a su padre de que lo apuntara en la misma preparatoria, después de que accediera llamó a su amigo que, por cierto, se llama Jeon Jungkook, para contarle sobre la noticia, lamentablemente él le comentó que había tenido un accidente, no estaba demasiado grave y volvería a clases en un par de semanas.

Taehyung era una persona comprensiva, de hecho era una buena persona, no se metía en problemas, respetaba a los demás, le gustaba ayudar y aceptar a las personas como son... ¿Una persona prácticamente perfecta, no? Pero como todo ser humano, Taehyung tenía uno que otro defecto, el más notorio –y el único que siempre notaban las personas– era que había perdido la vista cuando tenía diez años.

Era un día lluvioso, lo recuerda muy bien, Taehyung y sus padres volvían de haberlo recogido de su escuela, su padre iba manejando por la carretera cuando comenzó una discusión por una estupidez que ya ni siquiera recuerda, su madre no podía permitir que le faltasen al respeto por lo que respondió casi gritando, su padre se molestó tanto que aumentó la velocidad inconscientemente, Taehyung estaba muy asustado, jamás había visto a sus padres pelear. Los gritos continuaron unos minutos, entonces el hombre al volante decidió apartar la mirada del camino por un momento para encarar a su esposa, es por eso que no logró ver la intersección a mitad de la calle y cuando la notó ya era demasiado tarde. El auto impactó contra un tráiler haciéndolo dar cuatro vueltas en el aire, la mujer abrazó a Taehyung protegiéndolo con su propia vida, de no ser por eso quizá hubiese muerto. El automóvil comenzó a hacerse trizas, cada centímetro quedó magullado, la parte delantera del auto terminó totalmente destrozada, las ventanas estallaron en miles de pedazos, algunos vidrios entraron en los ojos del pequeño niño de diez años, destrozando sus orbes y arrebatándole de un horrible y doloroso modo la vista.

Después de ese desafortunado suceso no volvió a ver el mundo. Su familia, su mejor amigo, las personas, el cielo, absolutamente todo desapareció.

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Su primer semana en la nueva preparatoria fue tranquilo, a pesar de que podía sentir las miradas de los demás estudiantes las ignoró y siguió su día con una sonrisa, aún esperaba ver a Jungkook. Algunos estudiantes se le acercaron para conversar un rato, parecían personas amables y la verdad le agradaron, a la hora del almuerzo decidió rechazar las ofertas que le brindaron, aprovechaba los tiempos libres para ponerse al corriente, con el apoyo de un profesor, por supuesto.

Todo iba bien.

Entonces llegó la segunda semana.

Mientras avanzaba por el corredor en dirección a la oficina del director escuchó risas y susurros detrás de él, decidió ignorarlos, podía ser cualquier grupo de estudiantes jugando en los pasillos.

—¡Oye, tú! — Una voz grave lo llamó, estaba seguro que era a él, se detuvo y se volteó para que le dijesen lo que tuvieran que decir.

—¿Si?— Sonrió.

—¿Eres nuevo?— Asintió lentamente. Comenzaba a asustarse, esa voz no le gustaba en absoluto, era tan áspera y llena de odio que sintió escalofríos. —Acercate...— Obedeció. De pronto sintió como era empujado con fuerza hasta chocar contra la pared, el chico puso su antebrazo en su pecho manteniendo su cuerpo pegado en la pared. Por un segundo dejó de respirar.