La visita

34.3K 2.4K 413
                                    

El resto de la semana fue agotadora. Tyler y más Tyler en mi cabeza. Su capacidad de herir a las personas es sorprendente, debo admitirlo. Y si, es cansado evadirlo, y aún más cansado, pensarlo todos los días, a todas horas y no poder simplemente desaparecer lo, no cuando Estephanie se la paso llorando por que él la termino, y peor aún, cuando la escuela habla de él, de ellos y de un supuesto amor secreto que tiene Tyler por alguna chica, como es de esperarse, todas esperan ser ese amor, todas menos yo, no cuando me beso y me hizo sentir menos.

—Bree, ¿estás bien?— pregunta Estefan ceñudo.

—¿Qué?, digo, si si, sólo que estoy un poco cansada.

—Si gustas luego de que toques tú helado, te llevo a casa y yo voy con el abuelo.

—No, esta bien, tengo tiempo de descansar.

—Será mejor que vayas a dormir Bree, no es por mal, pero te vez fatal.

—Gracias— lo fulmino con la mirada.

—Sólo decía— suelto un suspiro y llevo un poco de caldo de helado a mi boca.

—Creo que si será mejor que vaya a dormir, enserio lo necesito.

No, no necesito dormir, necesito dejar de prense en Tyler, en sus palabras, en la forma tan mierda en la que me hizo sentir, y en la gloria de sus labios.

—Bree— Estefan chasquea sus dedos frente a mi— joder niña, estas soñando despierta.

Le regalo una sonrisa tonta y sigo comiendo mi helado mientras vemos la plaza a nuestro alrededor. No debería dejar que Tyler arruine este momento, no cuando tengo a alguien más importante frente a mi platicando me de sus experiencias.

Llegando a casa me lanzo directo contra mi cama. Los últimos días el sueño es algo que no tengo muy presente.

Me quito los zapatos y me envuelvo en mis sábanas hasta quedar cubierta toda a excepción de mi cabeza. Esto si es gloria.

Me remuevo un poco y cierro mis ojos encontrando aquel tan necesitado descanso.

Un estruendoso trueno me despierta, observo la ventana y veo las gotas estrellarse contra el vidrio de mi balcón. Ahí afuera esta cayendo una tormenta.

Tallo mis ojos para luego estirarme y tomo mi celular para ver la hora.

12:30 a.m

A pesar de la hora siento esa necesidad de bañarme, de relajarme un poco.

Preparo la ducha y dejo el agua fría erizar mi piel. Observo el camino que las gotas dejan a su paso y el como se desgastan poco a poco mientras hacen su trabajo.

Termino de ducharme y me pongo un camisón, no creo dormir, no por ahora. Tal vez meriende algo y luego de ver alguna película vuelva a dormir.

Bajo cautelosa y nuevamente, estoy sola, como de costumbre.

Intento encender las luces pero se han ido.

—Perfecto, lo que me faltaba— enciendo una vela y saco una manzana y jugo de la nevera.

Me estoy sirviendo un poco de jugo cuando la puerta de la casa es tocada y me hace saltar del susto. Peor aún, es ya la una de la madrugada y lloviendo.

¿Y si me vienen a secuestrar?, o tal vez sólo es Eithan y Chat. Pero tienen llaves, o vienen ebrios.

Tomo un cucharon y me dirijo en silencio a la puerta.

<<Bien Bree, si es un secuestrador le pegaras con el cucharon y seras secuestrada mientras se burlan de ti>>

Bueno, debo decir que teniendo los nervios de punta uno no piensa igual. Me quedo frente a la puerta esperando que alguien toque, pero ya nadie lo hace. Estoy por retirarme, cuando escucho como esta se abre. Llena de pánico observo de quien se trata, y como si saliera de una película de terror veo la silueta de alguien realmente alto y fornido, goteando por la densa lluvia que afuera cae, y con algo en su mano.

—Toma todo lo que quieras, pero por favor no me hagas daño— suplico y aquella persona da un paso dentro, lo suficientemente grande para perder toda mi valentía, lo suficientemente grande para poder ver de quien se trata.—Tyler, ¿qué haces a....

Antes de poder terminar deja caer su mojada cabeza sobre mi hombro, dejo de respirar por un momento. Tenerlo tan cerca a mi no es algo que aún pueda controlar, o tal vez nunca lo pueda controlar. Se remueve un poco y temerosa lo rodeo con mis brazos. Lo escucho hablar entre dientes y el fuerte olor a alcohol impacta en mi nariz.

Esta ebrio, pero esta vez lo esta tanto que le parece difícil mantenerse de pie, y me imagino que lo de en su mano es una botella.

—¿Qué haces aquí Tyler?— escupo pero no responde. Lo separo de mi y tomo su helado rostro entre mis manos. Su cabello se pega a los costados de su rostro y mi corazón se acelera cuando sus bonitas y rubias pestañas suben y dejan ver aquellos hermosos ojos azules.

—Me haz hecho mierda, Bree— se separa de mi por completo y le da un largo trago a su botella de vodka para luego señalarme con esta— yo solía sólo besar a las chicas o follármelas, sin involucrar sentimientos— se tambalea hasta alcanzar el sofá y dejarse caer sobre él— siempre era Tyler el todas mías, y ahora, ahora yo sólo.... Te odio Bree.

—No me importa, ahora si no es mucha molestia, vete— no pienso perder más mi dignidad por este hombre.

—No he terminado, no puedo irme sin terminar.

—Entonces prosigue y que sea rápido.

—No te enojes— le da un trago a su botella— ven, siéntate.

Palmea el cojín a su lado pero lo ignoro.

—Entonces, yo me acercare a ti.

Se levanta y queda frente a mi lo cual me hace retroceder, tenerlo tan cerca a mi parece intimidan te.

—Perdóname Bree, perdona si te hice sentir mal, jamás fue mi intención, sólo que......

—¿Qué qué?

—Ni estando ebrio es fácil— se vuelve a tirar en el sofá mientras sostiene su tabique exasperado.

—Sólo dilo, no lo pienses o las cosas no sal.....

—Me haces sentir Bree, y odio que me hagas sentir.

—¿Sentir qué?— me acerco a él.

—Haces que no quiera besar a nadie más Bree, ¡Por miedo a no sentir lo mismo que sentí cuando te bese!.

—No deberías temer, supuesta mente fue sólo un beso.

—Me gustaría que eso sólo hubiese sido un beso, pero no Bree. Y me mata la puta idea de que te hice daño, me carcome el no poder simplemente llegar y besarte, o evitar que todos aquellos chicos te miren. Odio que no seas tu a quien beso y quien me hace sentir.

—Oye Tyler.

—¿Hum?— lo tienes Bree, sólo dilo, si te dice que no, sólo intenta ignorar su respuesta y no quebrarte la cabeza en averiguar quién es, y si te dice que si, no hagas más mención de ello, tal vez mañana lo olvidará.

—¿Yo soy ese amor secreto?

Se levanta del sofá, lo rodea y llega hasta mi, con una de sus manos toma la mía y la pone en su pecho, y la otra la posa en mi mejilla.

—Eres más que un amor secreto Bree, eres mucho más...

Todo por un Touchdown °|ADJ#1|°©Where stories live. Discover now